sábado, 18 de enero de 2014

EEUU reconoce participación en asesinato de líder Congoleño

ABANDONADO. Líder africano había buscado en vano ayuda de la ONU, solo la URSS lo apoyó


 EEUU reconoce participación en asesinato de líder Congoleño


WASHINGTON. El Departamento de Estado publicó un nuevo volumen de su historia de la diplomacia estadounidense, Relaciones Exteriores de Estados Unidos, Volumen XXII, Congo, 1960-1968, que incluye numerosos documentos sobre sus operaciones secretas.

Washington reconoce así, 50 años después de los hechos, la implicación de Estados Unidos en el derrocamiento y asesinato del líder congolés Patrice Lumumba el 17 de enero de 1961.

En las únicas elecciones libres que se efectuaron en el antiguo Congo belga de 1960 al 2006, Patricio Lumumba fue elegido por una abrumadora mayoría de votos, convirtiéndose en el primer jefe de gobierno de su país tras la independencia. Propugnó una política nacionalista y anticolonial situación que despertó el recelo de Estados Unidos y las grandes potencias imperialistas. 

La antigua metrópoli, Bélgica, apeló a la desestabilización de la nación africana, apoyando a los secesionistas de Katanga, una de las regiones más ricas en minerales del país, independizándose del Congo. Además, propiciaron la partida de un grueso cuerpo de técnicos y especialistas, lo que también afectó a la economía.

Apoyaron a golpistas
Por su parte, la CIA y los servicios de inteligencia de otras potencias europeas apoyaron económica y políticamente a los nativos rebeldes que pretendían dar un golpe de estado al gobierno de Lomumba. El apoyo se vio reforzado por la intervención militar belga al Congo, la cual se dio bajo la excusa de salvaguardar a los ciudadanos residentes de la antigua metrópoli. 

Por su parte, el Lumumba se dirigió ingenuamente a la ONU para expulsar a los belgas y restaurar el orden, sin saber que estos apoyaban los intereses de las potencias occidentales
Como último recurso, el líder africano buscó apoyo en la Unión Soviética, que no lo ignoraron y enviaron asesores y agentes militares para tratar de estabilizar la región. A causa de ello, el gobierno estadounidense, con Dwight Eisenhower al poder, exigió el asesinato del cada vez más \"problemático\" mandatario congoleño.

El golpe de Estado, orquestado desde el exterior, derrocó a Lumumba. Luego de haber sido detenido, fue torturado y asesinado por mercenarios europeos y congoleños. Sus restos fueron despedazados, disueltos en ácido sulfúrico y esparcidos para que nadie pudiera encontrarlos. 
Hace más de diez años, exactamente en 2001, Bélgica aceptó su responsabilidad, y ahora, tras la develación de estos documentos, Estados Unidos reconoce su complicidad en el asesinato de quien es, hoy en día, tomado como un héroe por su pueblo.

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