domingo, 23 de noviembre de 2014

PRONUNCIAMIENTO EN SOLIDARIDAD CON EL PUEBLO MEXICANO

¡CONDENAMOS EL CRIMEN DE ESTADO 
EN AYOTZINAPA MÉXICO!


El vil, cruel y monstruoso asesinato de 43 estudiantes magisteriales de la escuela Normal de Iguala Guerrero México, es parte de la política del Estado Mexicano que busca frenar la creciente protesta popular contra las reformas y las medidas antipopulares y contra la propia nación mexicana, medidas que han sumido al pueblo en más pobreza, hambre, desempleo y someten más a México a las garras del imperialismo yanqui.
Es conocido que la potencia del norte, considera a México como territorio de su zona vital, como un Estado fallido, por lo cual en concertación con las clases explotadoras mexicanas, han impuesto un conjunto de tratados militares y de seguridad acrecentando su presencia policial y militar en territorio mexicano, así mismo, arman y entrenan a los carteles del narcotráfico, algunos de cuyos dirigentes son sus firmes aliados. En junio del año pasado, el propio Obama, emplazado por los republicanos, reconoció la entrega de 6 mil armas a los carteles del narcotráfico. Contra esa política crece la organización y resistencia popular mexicana, a tal punto que recientemente John Kerry (Secretario de Estado de los Estados Unidos) declaró que existe peligro de insurrección, declaración que fue seguida con la detención de 380 dirigentes sociales en Michoacán.

Conocido es también que desde el 2006, contrario a lo dicho por el Diario el Comercio, no son 20000 sino 150000 los asesinados o desaparecidos, y esta cifra no cesa de crecer, evidentemente, el mencionado diario pretende ocultar los crímenes del Estado mexicano.
En los manuales del Estado mexicano, particularmente de sus Fuerzas Armadas aparece, el concepto del enemigo interno, para quienes se les debe aplicar un régimen jurídico especial, y el concepto militar de ELIMINAR, es pues una política que vienen aplicando, el vesánico  y cruel asesinato de los 43 estudiantes normalistas obedece a dicha política, en este caso para acallar la voz de los jovenes hijos del pueblo que solo querían ejercer su derecho a manifestarse; en la experiencia peruana también encontramos situaciones con similares características lo que confirma la esencia reaccionaria de las clases explotadoras.

Expresamos nuestra profunda solidaridad con el pueblo mexicano y en particular con el estudiantado mexicano y los padres de los asesinados. Aprovechamos esta oportunidad para una vez más reiterar nuestra posición de luchar por los derechos fundamentales del pueblo partiendo por el elemental derecho a la vida y de persistir en nuestra posición de ¡Solución Política, Amnistía General y Reconciliación Nacional! en el Perú.

¡AMNISTÍA GENERAL PARA CIVILES, POLICÍAS 
Y MILITARES DEL PERÚ! 
¡CONDENAMOS EL CRUEL ASESINATO DE LOS ESTUDIANTES MEXICANOS!

A NUESTRO QUERIDO PUEBLO EN NUESTRO V ANIVERSARIO


A NUESTRO QUERIDO PUEBLO
EN NUESTRO V ANIVERSARIO


Las secuelas de la crisis económica global continúan golpeando los bolsillos de las inmensas masas populares y agudiza las contradicciones fundamentales en el mundo, dentro de las cuales la contradicción interimperilista, donde se ven replanteamientos estratégicos en función de la contienda por un nuevo orden mundial, comprobándose cada vez más la bipolaridad en ciernes, que avanza. Se comprueba también la agudización de la contradicción principal, el proletariado y el pueblo luchan, enfrentan las consecuencias de la crisis que una vez más la recargan sobre sus hombros, los hechos de guerra en el Medio Oriente y en Europa también lo confirman. Nosotros condenamos los bombardeos del imperialismo y su política de enfrentar pueblo contra pueblo, y enarbolamos la libre autodeterminación de los pueblos.
  
En nuestro país, como ya lo hemos mencionado, el problema principal es la desaceleración de la economía y riesgo de recesión, que se da dentro de indefiniciones en el seno de la gran burguesía por establecer su rumbo económico, pues el que venía desde Fujimori, ya no le sirve, vemos como algunos insisten en mantener la minería como eje, otros se ilusionan con el llamado plan de diversificación productiva, todo la cual evidencia las dificultades que tiene para aplicar su plan económico  de nueva acumulación originaria. Además, como es conocido por todos, ya vivimos en un contexto electoral en función del 2016 lo que, creemos agudizará más sus contradicciones.

En este marco, nuestra organización, el MOVADEF, llega a su 5to aniversario, enfrentando una persecución política que llegó a llevar a prisión a dirigentes y activistas, y que hoy enfrentan un proceso penal creado con el objetivo de extirparnos de la política nacional, violentando sus leyes y la propia Constitución. En este aniversario, nos reafirmamos una vez más en nuestra guía ideológica, el marxismo-leninismo-maoísmo, pensamiento gonzalo, en nuestros lineamientos programáticos, y nuestra indeclinable decisión de seguir luchando por los intereses de nuestro pueblo, así como de persistir en nuestro derecho a la participación política, derecho a organizarnos al amparo del artículo 35 de la Constitución, y proclamando también nuestro derecho a la libertad de pensamiento, expresión y opinión, que la Constitución también ampara ¿o la Constitución no rige?

En este día expresamos una vez más nuestro público agradecimiento al proletariado, al pueblo peruano y del mundo, por su apoyo inconmensurable, que se mantuvo aún en las circunstancias más difíciles. De la misma manera agradecemos a las personalidades democráticas y progresistas que levantaron su voz contra la siniestra persecución política que el actual gobierno aplica contra el MOVADEF.

Finalmente, reiteramos nuestra decisión de persistir en la lucha por Solución Política, Amnistía General y Reconciliación Nacional, de servir al desarrollo de la nación peruana y por paz, democracia y desarrollo para nuestro pueblo. 

Actualidad del pasado fujimorista

Fuerza Popular, el sexto o séptimo membrete de la agrupación, se molesta frente a las críticas a su performance en los años 90, como si la defendiera. Sin embargo sus esfuerzos partidarios centrales han sido para tomar distancia de esos tiempos, en su conducta y en sus ideas. ¿Cuál es hoy la cuestión del fujimorismo frente a su pasado?
Está comprobado que el fujimorismo no quiere condenar su paso por el poder en los años 90. Reclama los éxitos, que son reales, pero pasa por agua de malvas las barbaridades. Aunque en esto están divididos, entre los keikistas que prefieren no hablar del asunto, y los albertistas que llegan a justificar el cinco de abril, abiertamente cuestionan a la justicia en el tema de Alberto Fujimori.
El asunto es que una autocrítica del pasado autoritario y corruptivo significa una crítica frontal a Alberto Fujimori, quien maltrecho y todo sigue siendo clave para buena parte de la popularidad del movimiento. De modo que Fuerza Popular tiene un patrón de conducta para el siglo XXI electoral, pero a la vez no puede alejarse realmente de las historias negras que todos conocen.
Por eso las alusiones críticas, y más las virulentas, al pasado son tan irritantes. Pues de un lado echan en saco roto 15 años de esfuerzos del fujimorismo por volverse un partido democrático moderno, y de otro debilitan a Keiko Fujimori, al recordarle su hipoteca frente a los votos heredados de su padre. Más la sugerencia de que ella desde el poder podría tratar de tomar el mismo camino.
Hasta ahora los rivales del fujimorismo fueron más o menos moderados en sus ataques porque el propio fujimorismo se había mantenido moderado. Se moderó para tentar la liberación de Alberto Fujimori. Se moderó para mantener su entendimiento de sus 13 congresistas con el Ejecutivo de Alan García, que le dio un peso propio. Pero todo eso ha quedado atrás.
A partir de un momento Fuerza Popular decidió acudir a todo el peso de su bancada, la segunda del Congreso, y entonces ha pasado al papel de acusadora de sus enemigos políticos. La batahola de acusaciones cruzadas que se ha vuelto la política se prestaba a esa impaciencia. Así, un fujimorismo sin moderación ha revivido las furias de un memorioso antifujimorismo que ya no mide el golpe.
El fujimorismo no tiene una política frente a lo sucedido en los años 90. Lo único que tiene realmente es la esperanza de que solo se recuerde lo bueno, y que el resto haya sido olvidado. La moderación logró un poco de eso. Ahora en cambio un fujimorismo al ataque está expuesto a la demolición, en un tiempo en que la corrupción se ha vuelto el veneno político más poderoso frente a la opinión pública.


¿Quién es el prófugo Martín Belaunde Lossio?

Fue asesor de campaña de Ollanta Humala en el 2006 y señalado después como el nexo entre presidentes regionales y Palacio  

¿Quién es el prófugo Martín Belaunde Lossio?
Martín Belaunde Lossio dijo esta semana desde la clandestinidad que ser amigo de la pareja presidencial lo está perjudicando. (Foto archivo El Comercio Lino Chipana)
Sobre el prófugo empresario Martín Belaunde Lossio pesa una orden de captura, luego de que el Poder Judicial ordenara prisión preventiva de 18 meses en su contra por el Caso La Centralita. Esta semana se sumó una denuncia periodística de presuntos lobbies durante el actual gobierno a favor de una firma española. A continuación algunos datos sobre su relación con el Partido Nacionalista, la pareja presidencial y el gobierno.
Hombre de campaña
Martín Belaunde Lossio fue el hombre orquesta de la campaña electoral de UPP- Partido Nacionalista en el 2006. Aparte de ser el enlace con la prensa, en cada localidad, Belaunde cuidaba que los mítines se desarrollaran según lo planificado.
Aportes significativos
Según la ONPE, Martín Belaunde aportó S/.265 mil a la campaña de Humala el 2006. Ese mismo año fundó el diario “La Primera”, según él, buscando un espacio en los medios para la izquierda peruana. Su relación con la pareja presidencial seguía intacta.
Ese mismo año, vendió una de sus empresas, Total Graph, al  congresista Santiago Gastañaduí, pariente político de los Humala Heredia, quién en noviembre de ese año nombró como gerente general a Ilan Heredia, hermano de la esposa del presidente.
¿Experta en palma aceitera? 
Ilan Heredia tenía una cuenta bancaria mancomunada con Arturo Belaunde Guzmán, padre de Martín Belaunde Lossio. En ese entonces, Arturo Belaunde Guzmán le pagó US$51.840 a Nadine Heredia por un estudio sobre la palma aceitera. Belaunde Guzmán aportó S/.134.620 a la campaña de Humala en el 2006.
Depósitos a Nadine
El hermano de Nadine Heredia, Ilan Heredia, un joven de 27 años en el 2006 y el 2007, sin profesión conocida, hizo 15 depósitos por US$68.258 en la cuenta de Nadine Heredia. En su momento Heredia se defendió alegando que las investigaciones sobre el asunto fueron archivadas.
Pagos a Heredia
En el 2008, se descubrió que otra de las empresas que Martín Belaunde había creado, Soluciones Capilares, le pagó US$30 mil por una supuesta consultoría a Heredia. Este pago, más el que le hizo Arturo Belaunde, padre de Martín, a la hoy primera dama por un estudio sobre la palma aceitera, motivaron una investigación que acabó en el archivo.
Nexo con las regiones
En octubre pasado, Jorge Paredes Terry, ex asesor de Daniel Abugattás, declaró a  la prensa que Belaunde era el nexo entre los presidentes regionales y Palacio. Se encargaba de visitar a los presidentes regionales y elaborar un esquema de negocios, que incluía el manejo de obras y presupuestos.

Ataque de nervios,

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Es explicable el porqué la pareja presidencial trata de desviar la atención de Martín Belaunde Lossio.


Ataque de nervios, por Fernando Rospigliosi
Las revelaciones de las últimas semanas sobre los oscuros negocios de Martín Belaunde Lossio (MBL) y sus fluidos vínculos con encumbrados personajes del gobierno han sacado de quicio a la pareja presidencial.
Al igual que en el caso de Óscar López Meneses, el presidente Ollanta Humala se opuso a una comisión investigadora en el Congreso. Y ahora que ya se aprobó constituirla, el oficialismo tratará de neutralizarla, impidiendo que un congresista opositor la presida y obstaculizando su labor.
Otro aspecto de la estrategia de la pareja presidencial para tratar de controlar los daños es atacar a los opositores, específicamente catalogándolos como corruptos, para intentar deslegitimar cualquier indagación y crítica que provenga de ellos. La idea es sencilla: si son deshonestos, no tienen autoridad moral para impugnar y cuestionar la podredumbre humalista. El propio Humala marcó la pauta: “El fujimorismo es un partido que nació de la cloaca. Está descalificado moralmente para presidir cualquier comisión de lucha contra la corrupción”.
Por último, plantean otros temas en el debate, con la finalidad de confundir, distraer y atosigar a la opinión pública con muchos asuntos, de tal manera que la red de corrupción de MBL quede sepultada bajo una montaña de ripio. A eso apuntan los ataques a Manuel Burga, tratando de instalar una discusión sobre si intervenir la Federación Peruana de Fútbol o no. O la reiteración que hizo desde Roma Nadine Heredia, que el humalismo tendrá candidato el 2016, con el propósito de abrir una discusión sobre postulantes un año y medio antes de la elección.
A pesar de los esfuerzos de la pareja presidencial, las andanzas de MBL están afectando al gobierno. Aunque ahora solo un 40% está enterado del caso según la última encuesta de Ipsos, la mayoría cree que Humala es cómplice del prófugo (46%) y que el ex asesor de la pareja está siendo protegido (82%). La corrupción del gobierno (45%) es casi tan importante como la inseguridad ciudadana (46%) en la desaprobación del presidente (67%), que ha crecido.
La pareja presidencial está tan alterada por el caso de MBL por la sencilla razón que este turbio personaje fue un hombre de absoluta confianza de ellos durante muchos años, no solo por la ayuda que les brindó en las campañas del 2006 y 2011, sino por las relaciones económicas que mantuvieron.
MBL, sus familiares y allegados aparecen aportando a las campañas del humalismo cientos de miles de soles. Probablemente se trata de una operación para encubrir y justificar el verdadero origen de los fondos, pues quienes lo conocen afirman que la plata no le sobraba para hacer esas cuantiosas donaciones. Hasta aquí, algo usual, no solo en el partido de gobierno sino en todos los grupos políticos, que utilizan testaferros para justificar dinero de origen desconocido.
Pero las cosas se complican por otras contribuciones directas a la pareja presidencial. En el 2006, luego de las elecciones, la empresa Centros Capilares, de MBL le pagó a Nadine Heredia cincuenta mil dólares para hacer un estudio de mercado. El semanario “Hildebrandt en sus trece” ha revelado que esa empresa nunca dio utilidades. Era más bien una empresa fantasma, una franquicia de una matriz argentina a la que nunca le pagaron los nueve mil dólares por canon de la franquicia.
Todo indica que, en realidad, se trató de una operación de blanqueo del dinero que la pareja recibió del venezolano Hugo Chávez, parte del cual necesitaban ingresar en el sistema legal. Igual que los 51.840 dólares que el padre de MBL, Arturo Belaunde Guzmán, pagó a Nadine Heredia por un estudio sobre palma aceitera.
O la empresa Todo Graph que montó MBL con Jorge Chang Soto, personero del Partido Nacionalista, y luego transfirió al hoy congresista Santiago Gastañaduí, casado con una prima de Nadine Heredia. Gastañaduí nombró como gerente a Ilán Heredia, hermano de la primera dama, que poco después hizo depósitos por 68.258 dólares de origen desconocido en la cuenta de Nadine Heredia, según informó el diario “Correo” en mayo de este año.
Así las cosas, es explicable el porqué la pareja presidencial trata de desviar la atención de MBL. O los rumores de negociaciones bajo la mesa con el prófugo. Si cae detenido, podría revelar muchas cosas incómodas.

El teatro Urresti


La locuacidad que al ministro Urresti le sobró para atacar a este Diario le faltó para responder a nuestras revelaciones.  

Editorial: El teatro Urresti
Para el psicoanálisis matar al mensajero es un mecanismo de defensa relativamente primario, que se presenta cuando el sujeto es incapaz de lidiar con la realidad y, en un arranque de emotividad, trata de escapar de ella silenciando al portador de la noticia.
Así resulta que el ministro Urresti le acaba de regalar –nuevamente– tema de conversación a los psicoanalistas peruanos.
El día de ayer este Diario publicó que los policías que conforman la unidad Terna, la misma  que el ministro había descrito como “un grupo de élite” ante cuyo solo nombre ya estarían “temblando” los delincuentes  de Lima, habían sido enviados a la calle sin completar la formación necesaria para desempeñar tan sensible labor. Solo la mitad de los tres años de estudios que la ley requiere para suboficiales de la policía (de “élite”o no) fueron cumplidos por estos jóvenes efectivos. De hecho, según uno de los integrantes de esta unidad y dos de los instructores de la escuela de policías de Puente Piedra, ni siquiera han sido capacitados adecuadamente en el uso de armas. A lo que se suma, como resaltó el general (r) Luis Montoya, fundador del grupo Terna en el 2003 y ex director general de la PNP, que los muchachos que actualmente conforman esta unidad no han llevado cursos de inteligencia. Por su parte, el currículo oficial de estudios de nuestros suboficiales (tal como fue publicado en el informe de la Defensoría del Pueblo del año pasado, en el que también se contaba que muchos de ellos terminaban sus estudios al tercer semestre) señala que es justamente a partir del cuarto semestre que se empiezan a llevar cursos tan básicos para un policía como los de formación técnica en uso de la fuerza, control de multitudes, leyes sobre criminalidad, técnicas de investigación o tráfico ilícito de drogas.
Enfrentado por estos hechos, el ministro optó por intentar matar al mensajero. Cuando en la mañana de ayer diversos periodistas le pidieron que se pronuncie sobre nuestro informe, el señor Urresti respondió, entre otras cosas, las siguientes: “[La información proviene] de un medio gigante, que es una sola cabeza con varios tentáculos”.  “[En la prensa] muchas veces hay libertinaje”. “Hay gente que la ha tenido fácil y que en base a herencias ha logrado lo que tiene”. “[en El Comercio] hay un interés”. “El doctor Miró Quesada, que en paz descanse, está que se da de vueltas en su tumba  [...] toda su herencia se ha ido al otro extremo, el más vil”.
También aprovechó para hablar de los niños de Comas, que gracias a su gestión ahora pueden (dice el ministro) salir tranquilos a las calles.
La locuacidad que al ministro le sobró para atacar a este Diario, sin embargo, le faltó para justificar la falta de formación de su ‘grupo de élite’. “Sobre esto no voy a decir nada”, sentenció, y le cedió  la palabra al director general de la Policía Nacional, quien elaboró una entreverada explicación en la que terminó confirmando nuestro informe. Este último afirmó que los policías “estudian tres semestres presenciales, más un año en la práctica”. Posteriormente dijo que los agentes de Terna son “novatos que tienen que ir adquiriendo la experiencia de los antiguos”. Y precisó que “esta modalidad (en la que los policías no completan los tres años de estudios reglamentarios) viene desde el 2005”. Así de simple: como si la repetición continuada pudiese convertir un error en un acierto y pasando por alto que durante la gestión de Óscar Valdés –como él mismo precisó ayer a nuestros periodistas– se intentó corregir este problema, pues llevaba a que saliesen  a las calles policías insuficientemente preparados.
En sus 175 años este Diario ha visto suficiente como para reconocer bien al tipo de político en el que se ha convertido el señor Urresti –el ilusionista– o como para dejarse intimidar por sus intentos de distraer a la ciudadanía de sus errores, intentando enlodar a la prensa que los da a conocer.
Algo sí  le reconocemos al señor Urresti: está desempeñando el rol para el que fue llamado. Después de todo,al nombrarlo  el presidente dijo que lo llamaba para combatir “la percepción” de inseguridad que tiene la ciudadanía y, bueno, para combatir percepciones basta generar otras percepciones.  No debe, pues, extrañar que el señor Urresti actúe como el director de una gran obra épica, en la que va moviendo personajes y plantando efectos dramáticos a fin de hacer pensar a los peruanos que está volviendo más seguro el país. Y, claro, el problema surge cuando la épica le acaba saliendo una opereta y la prensa empieza a poner esto de relieve.
Opereta. Como cuando nos trata de vender a un grupo de jóvenes alumnos que no han culminado sus estudios como una “unidad de élite” policial que en “unas semanas” producirán resultados contundentes. O cuando sostuvo que se había inmovilizado de un solo golpe más de 24 millones de pies tablares de madera ilegal, a pesar de que esto resultaba imposible porque hubiese supuesto la incautación de la mitad de la producción maderera anual. O cuando nos hizo creer que había encontrado 400 kilos de coca en lugar de los 138 kilos de yeso que tenía al frente. O cuando afirmó que durante el último año se detuvo a 160 mil delincuentes y se desarticularon 4.767 bandas delictivas, lo cual resultó increíble pues habría supuesto que cada día se detuviese a 438 personas y 13 bandas. O cuando proveyó al presidente Humala de extravagantes cifras sobre seguridad que luego fueron desacreditadas con argumentos muy convincentes por especialistas en criminalidad y ex ministros.
Por lo demás, no podemos dejar de notar que, a pesar suyo, el señor Urresti parece saber que acá,como en cualquier medio o grupo de medios, no existe más poder que el que decidan prestarnos con su confianza nuestros lectores. Una confianza que no se puede heredar, sino que se gana cada día precisamente con revelaciones como esa que ayer incomodó tanto a nuestro ministro del Interior.

Colectivo Dignidad

Entrevista a César ‪#‎Hildebrant‬
"En el ‪#‎Perú‬ la mayoría de periodistas cobran mas por lo que callan que por lo que dicen."
–En una de tus últimas columnas de Hildebrandt en sus trece dices que recordar es morir. Ella expresa mucha añoranza por lo que en un momento fue la política y el periodismo, que todavía combinaban la inteligencia con la decencia, la posibilidad de que los peruanos podamos ser mejores. ¿Qué cosa crees que ha pasado?
–Lo que creo que pasó es que en un momento dado la educación pública colapsó y no se ha reconstruido. Es a partir de ese naufragio que nuestros valores y nuestros referentes culturales cambian, y desaparece la inteligencia de los medios de comunicación. Ahora, en el último periodo, lo que ha pasado es que el poder económico ya no tiene intervención ni asiento en los directorios de los medios de comunicación, porque ahora el poder económico es la gran prensa. Entonces, claro, el divorcio con la inteligencia, la cultura, es absoluto; es una separación violenta la que se ha dado aquí. En pocos países de América Latina esta vieja convivencia entre el talento, la inteligencia, la cultura y los medios de comunicación se ha interrumpido de un modo tan brutal como en el Perú.
–Dijiste en ese artículo que los medios están llenos de bobos y de sirvientes, porque para eso solo se necesita poder hablar y no salir del lugar común.
–De lo que se trata es de empobrecer la agenda y convertir la política en un monólogo paporretero que, como un catecismo, repita una serie de monsergas ideológicas y políticas, mucho más que científicas, para perpetuar lo que hay. Todos los mensajes de los grandes medios de comunicación en el Perú, y en Lima sobre todo, están destinados a convertir en eterno lo que debería ser meramente episódico. Otros países ya están de regreso del liberalismo pinochetista.
–¿Humala, qué es? ¿Cómo lo defines en este año de gobierno?
–Yo creo que ya es tiempo de ser cautelosamente cruel con Humala, respetando la investidura que representa. Humala es nada, es una suerte de continente en el que cabe todo; es un recipiente en el que puedes poner todo lo imaginable.
–¿Ése es el principal riesgo en torno a lo que se puede venir?
–Humala está convencido de que el sistema y sus mentores son inamovibles, y de que el poder económico no es su socio sino el poder, y que él es un administrador, una suerte de gran gerente con ciertos poderes; no el Presidente del Directorio, sino implemente el gerente ejecutivo de un gran país que se llama Perú, Marca Perú. En esa perspectiva, depende de las exigencias del Directorio. Si mañana éste le solicita más sacrificios, mayores ganancias y mayores tasas de retorno, el señor ajustará, no tengo ninguna duda. Él ya está convencido de que el Perú es una gran empresa con un horizonte determinado, con un cauce absolutamente inamovible, y que él tiene que trabajar en esa perspectiva. El Presidente de la República ha dejado de ser el Presidente de la República y se ha convertido en el administrador.
–La última decepción es esta gran transformación que nunca empezó. Y con un Ollanta Humala sujeto a las decisiones de sus ministros. Y uno dice: ¿Ollanta Humala no le puede decir a Castilla(Segura): “Oiga señor, yo quiero caminar en esta dirección”?
–No puede, porque a la exclusión y al monopolio perverso del poder se une esta especie de soberbia inaceptable de la derecha, que lo controla todo, que lo dispone de todo, que decide a través de Castilla cuánto debe recibir la educación. Al final es eso: el poder absoluto. No nos engañemos, no vivimos en democracia. Si no tenemos a Luis XVI es porque Humala no da la talla, pero podríamos generar un Luis XVI.
No le puede decir castizamente “¡oiga, carajo, qué le parece si aumenta el presupuesto en Educación!”. O exige un poco más de tributos a la gran riqueza nacional que se llena de exoneraciones y extensiones y le pasan esos millones. Castilla es el hombre del Banco Mundial, del Fondo Monetario, y de una nueva organización que es importantísima que se llama Nadine. Entonces, está atornillado.
–Por último, Alan García será descubierto en alguna de estas cosas de corrupción que lo investigan. No estoy diciendo que necesariamente estuvo vinculado a alguna de ellas, pero…
–Yo no tengo ninguna duda de que él estuvo vinculado. El problema es si le encontrarán pruebas. Nunca se sabe, nunca llegaremos a saberlo hasta no encontrarlas. Somos de la misma generación, nos llevamos meses de edad. Lo conocí pobre, mesocrático, y ahora es multimillonario. Entonces, no tengo ninguna duda, absolutamente ninguna duda de que Alan García ha cogido dinero mal habido del Estado. Ahora, cómo probarlo. Es inteligente, no deja huellas, no firma nada: compra casas en fidecomiso, las revende por tercerías, es un genio; o sea, Rififí es un bebé de teta frente a García. Imagínate un procurador que tiene con las justas cuatro empleados y una secretaria, qué va a poder seguirle la huella al señor García..

sábado, 22 de noviembre de 2014

Presidenta de la Fech: ¡A salvar la reforma del consenso neoliberal

!Ruben Andino Maldonado

Punto Final


Valentina Saavedra Paredes (24), estudiante de arquitectura de la Universidad de Chile, militante de Izquierda Autónoma, electa presidenta de la Fech, considera que ha recibido un mandato para defender el carácter genuino de la reforma educacional, impidiendo que sea desvirtuada por los defensores del modelo de mercado de dentro y fuera del gobierno.Dice que el movimiento estudiantil ha madurado desde 2011. Esto permitió converger a tres corrientes políticas universitarias -Izquierda Autónoma (IA), Frente de Estudiantes Libertarios (FEL) y Unión Nacional Estudiantil (UNE)- en la lista “Somos Fuerza” que ganó las elecciones en la Fech. Se plantean impulsar su proyecto en un escenario complejo en que deben enfrentar a un gobierno que tiene mayor legitimidad social que el de Piñera.
Respecto al triunfo del gremialismo en la Federación de Estudiantes de la Universidad Católica (Feuc), Valentina Saavedra señala que ahora las ideas de derecha se expresarán en el debate de la Confech. Una prioridad de la Fech será fortalecer la unidad del movimiento estudiantil para enfrentar con un punto de vista común la reforma educacional.
¿Qué significado tiene su victoria en la Fech?
“Nuestro triunfo es resultado de una maduración en el plano político. Somos la convergencia de tres fuerzas que han sido capaces de dejar de lado las diferencias en favor de un proyecto común. El escenario es más complejo porque el gobierno de Bachelet posee mayor legitimidad que el de Piñera, puesto que se apropió de las banderas del movimiento estudiantil.
Expresaremos la voluntad de nuestras bases de enfrentar el próximo año con total autonomía del gobierno. La reforma educacional no sirve si no modifica el modelo neoliberal de enseñanza. La reforma debe cambiar los pilares de la educación para que se transforme en un derecho social. Seguiremos buscando que adquiera la profundidad que necesita para lograr sus objetivos. Los proyectos de ley del gobierno solo recogen los títulos de nuestras demandas.
Para terminar con el lucro debemos eliminar las vías por las que se expresa. Cuando la Cámara de Diputados rechazó la posibilidad de establecer sociedades comerciales o inmobiliarias vinculadas a instituciones privadas de educación, lo primero que hizo el gobierno fue decir que repondría esos artículos en el Senado, aunque sabemos que el arrendamiento de inmuebles ha sido la vía mediante la cual las universidades privadas han lucrado.
Me parece ilógico que se quiera regular el sistema particular subvencionado, en circunstancias que el Estado no está ofreciendo opciones viables para que las familias que migren de la educación privada puedan insertarse en el sistema público. Lo prioritario debió ser el fortalecimiento de la educación pública y una ampliación de matrícula para recibir más estudiantes en escuelas y liceos.
Como fruto de estos errores, padres y apoderados terminan defendiendo a los sostenedores que lucran con la educación de sus hijos. Malas decisiones desvirtúan la política educacional del gobierno, que aparece más preocupado de regular el negocio privado que en fortalecer el sistema público. Obviamente la derecha, de manera oportunista, se aprovecha del miedo de las familias para defender sus negocios.
Las familias temen la transformación del sistema de educación porque se han cometido grandes errores en la difusión de la reforma. Nosotros queremos que sea viable y solo se logrará de acuerdo con el movimiento social, el único capaz de romper el consenso neoliberal que prima hasta ahora”.

PRIORIDAD: EDUCACION PUBLICA
¿Es posible mejorar la educación pública con los recursos aportados por la reforma tributaria?
“La reforma tributaria no ha sido adecuada para responder a las necesidades de la educación. Inicialmente se hablaba de una transformación ‘inédita’ en Chile, que está resultando en cambios menores dentro de un modelo en que la educación sigue entendida como un producto de mercado.
Hay fondos para fortalecer la educación pública, pero no se usan con ese propósito. En el presupuesto del Ministerio de Educación, los aumentos están asignados a becas o bonos a personas individualmente. Creemos que esos recursos deben destinarse a fortalecer las instituciones. De esa manera los planteles públicos universitarios podrán rebajar aranceles en forma paulatina, y las escuelas y liceos mejorarán la calidad de la enseñanza que imparten, abriendo a los estudiantes y sus familias nuevas posibilidades de integración y movilidad social”.
Se asume que la reforma será gradual, ¿dónde hay que poner la prioridad?
“La prioridad es la educación pública y la vía es el diálogo con los actores sociales. Queremos que el gobierno se abra a un debate democrático con los distintos sectores, rectores, profesores, alumnos, trabajadores de la educación, padres y apoderados, para definir los principios básicos de la educación pública, avanzando en conjunto en los temas técnicos o legislativos.
Hay escasa voluntad de conversar con quienes instalamos las demandas que permitieron a este gobierno ganar la elección presidencial. Nos cierran espacios y circunscriben las decisiones a la Alianza y la Nueva Mayoría. Su discurso es: nosotros nos hacemos cargo, pero ese ‘nos hacemos cargo’ está cruzado con intereses económicos que tienen secuestradas a esas coaliciones políticas”.
“Somos Fuerza” tendrá que convivir en la Fech con “Avancemos” (PC-PS), que responde a la Nueva Mayoría. ¿Cómo esperan dar conducción al movimiento estudiantil?
“Ellos hacen una apuesta política que no compartimos, porque excluye a los actores sociales que no pertenecemos a las dos coaliciones. Con su presencia en la Nueva Mayoría, el PC legitima este sistema de partidos secuestrados por los empresarios. Con los comunistas nos seguiremos encontrando no solo porque están dentro del movimiento estudiantil, sino también porque están presentes en otros actores de la educación, como el Colegio de Profesores, y hoy dirigen la CUT. Lo importante es que a pesar de nuestras diferencias podamos llegar a acuerdos que favorezcan a las bases sociales que ellos también representan. En la Confech estamos habituados a consultar a nuestros compañeros antes de tomar decisiones y esperamos que el PC también esté en esa línea”.

UN GOBIERNO AMBIGUO
¿Cómo valoran la unidad del movimiento estudiantil?
“Trabajaremos para que se produzcan acuerdos que fortalezcan al movimiento más allá de nuestros particulares intereses. Eso significa escuchar a los distintos actores, plantear nuestras diferencias y luego mostrarnos ante la sociedad con una mirada unitaria.
La unidad produce masividad y otorga seriedad a nuestras propuestas. Cómo resolvamos nuestras diferencias dirá mucho acerca de cómo valoramos la democracia. Tenemos la obligación de encontrar soluciones pensando en toda la sociedad y no solo en satisfacer a los convencidos. Sabemos que hay que cambiar este modelo neoliberal que hace agua por todos lados. Pero tenemos que llegar también a aquellos que equivocadamente creen en este sistema. Es importante construir una vocación de mayoría, transmitiendo nuestras ideas a toda la sociedad.
El gobierno tiene que escuchar a la sociedad. Su gran error ha sido tratar de dejar más contenta a la derecha y a los empresarios que al pueblo. Obtuvieron mayoría prometiendo educación pública y de calidad; pero buscan aliados entre quienes defienden el lucro y ven la educación como un negocio. De este modo dan la espalda a sus electores.
El gobierno de Bachelet se caracteriza por la ambigüedad, expresada en un programa con poco contenido, que se juega en los encuentros con el empresariado, con la Iglesia o en el gallito entre la DC y los progresistas de la Nueva Mayoría. Prometieron reforma tributaria para financiar la educación y terminaron favoreciendo la elusión de los mismos empresarios que se han enriquecido porque no pagan impuestos”.
¿Cuál es la responsabilidad de aquellos que representan ideas alternativas?
“Tenemos el deber de construir una alternativa. La Izquierda histórica ha cedido al consenso neoliberal, incorporándose a la Nueva Mayoría. Por eso es importante que la Izquierda que todavía tiene horizontes utópicos se plantee el ideal de cambiar esta sociedad injusta. Quienes estamos a la cabeza de la Fech apostamos también a incursionar en la política, expandiendo nuestra influencia hacia otros sectores de la sociedad.
Todavía somos víctimas de la desarticulación que se produjo a partir de la dictadura. Recomponer el campo popular es un desafío que tenemos que resolver a partir de nuestras propias luchas sociales”.

PC LEGITIMA POLITICAS NEOLIBERALES
¿La Nueva Mayoría se puede ver como un todo compacto o como un espacio con grandes diferencias?
“El PC intenta tensionar a la vieja Concertación, pero este propósito es errado. La correlación de fuerzas no permite establecer una tensión real. La DC está ganando por goleada y la conducción del gobierno demuestra que el Partido Comunista no tiene mucha incidencia. Ha terminado cediendo en varios planos y con ello legitima las políticas neoliberales.
La lucha por la educación abre espacio a otras luchas sociales y políticas, como la que se refiere a una nueva Constitución, donde la Izquierda pueda expresar sus visiones a través de una Asamblea Constituyente. Si el proyecto queda radicado en el Congreso, la ‘nueva’ Constitución terminará siendo muy parecida a la actual.
El sistema político quedó petrificado en los años 90 y limitado a los partidos que hicieron la transición. Ellos blindan este sistema para impedir la emergencia de fuerzas renovadoras. No basta con agregar más diputados o senadores, también hay que abrir la política a otras formas de funcionamiento”.
¿Qué opina de la tragedia de 43 estudiantes normalistas en México?
“Nos impacta la desaparición de estos compañeros. Se sabe que fueron víctimas de la colusión de políticos, policías y narcotraficantes. Una piensa que estas situaciones no son posibles en Chile. Sin embargo, el pueblo mapuche también enfrenta la ocupación de su territorio por fuerzas represivas que actúan con impunidad. Los estudiantes chilenos estamos en un proceso de reconstrucción y tenemos pocos vínculos con otros movimientos estudiantiles de Latinoamérica. Acercarnos a ellos es un desafío pendiente”

Latinoamérica es un infierno para los jóvenes trabajadores

La información es permanente en los medios de comunicación latinoamericanos y en otras partes del mundo: América Latina crece y su producto bruto interno se desarrolla sin parar. Dicen, crece la riqueza y hay trabajo para todos. Falso América Latina, es cierto, crece pero en desigualdad, en riquezas acumuladas y en un gigansteco fenómeno delincuencial que amenaza el conjunto de la sociedad. 

Sobre este tema, Prensa Latina nos entrega algunos datos y cifras estadísticas.
Más del 10 por ciento de los jóvenes en América Latina y el Caribe está hoy sin empleo, advierten estudios recientes de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
En los últimos años la región se ha visto severamente afectada por las altas tasas de desocupación y de informalidad laboral, problemas que afectan con mayor dureza a la población menor de 25 años.
De este grupo etáreo se estima que el 13,9 por ciento busca trabajo, lo que significa que casi ocho millones de jóvenes no tienen sustento económico, indicó la OIT.
Esta cifra es un poco más del doble de la tasa de paro general en la región durante el primer semestre del presente año (seis por ciento) de acuerdo con la más reciente edición del reporte conjunto de la OIT con la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).
La crisis laboral en Latinoamérica constituye un problema multidimensional, que demanda más y mejores trabajos para la juventud reconoce el documento
Otra alarma en la región es la alta incidencia de la informalidad laboral, que afecta a seis de cada 10 jóvenes que comienzan a trabajar.
En Latinoamérica cerca de 27 millones de menores de 25 años están ocupados, pero con bajos ingresos, sin protección social ni derechos, continúa el informe de la OIT.
El resultado final de esta crisis son al menos 35 millones de jóvenes que pueden ser víctimas de desaliento y frustración ante la persistente falta de oportunidades laborales, sentenció.
Los obstáculos que sortean los que recién se inician en el mercado laboral también afectan los esfuerzos por superar las situaciones de pobreza y desigualdad en la región, concluyó la experta.
"No hay soluciones mágicas ni soluciones únicas para esta problema", afirmó el especialista regional en empleo juvenil de la OIT Guillermo Dema, quien considera necesario formular combinaciones de medidas que se adapten a la situación de cada país.
Entre las alternativas desarrolladas por los diferentes gobiernos se encuentran las mejoras en la calidad y el acceso a la educación, al igual que programas de formación profesional, que preparan al trabajador para enfrentarse a las nuevas demandas del mercado laboral y aspirar a un puesto de trabajo más competitivo.
La OIT resalta la importancia de la inserción laboral y de todas aquellas alternativas encaminadas a favorecer los empleos formales y aumentar la cobertura de la seguridad social.
En varios países latinoamericanos se brinda apoyo a las iniciativas empresariales de los jóvenes que les garantizan los recursos para emprender sus propios negocios y que estos a su vez se conviertan en fuentes de trabajo formal.
A pesar de todos los avances aún queda por hacer. Las estimaciones de la OIT apuntan que sólo el 37 por ciento de los jóvenes cotizan al seguro de salud y el 29,4 por ciento al sistema de pensiones, por lo que la formalización del empleo para este grupo social es y seguirá siendo una prioridad para los países de América Latina.

Conversaciones de paz en La Habana y asesinatos en Colombia

James Petras

Las negociaciones de paz que mantienen el régimen del presidente Santos y las FARC-EP (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia – Ejército del Pueblo) se asientan sobre diversas mentiras y falsos postulados. La más flagrante es suponer que Colombia es una democracia. La siguiente, que el régimen de Santos quiere facilitar la actividad política y social no-violenta con el fin de integrar a la insurgencia armada en el sistema político. Hay pruebas suficientes para cuestionar ambas afirmaciones. En las últimas dos décadas y media, han sido asesinados en Colombia casi 3.000 sindicalistas, tanto líderes como afiliados de base; más de 4,5 millones de campesinos han sido despojados de sus tierras y obligados a desplazarse por el ejército y los grupos paramilitares; y más de 9.000 presos políticos se pudren en las cárceles por participar en actividades político-sindicales no-violentas. Además, han sido asesinados decenas de abogados, activistas y defensores de los derechos humanos.
La mayoría de las víctimas son producto de la represión militar y policial del régimen o de operativos de los escuadrones de la muerte, paramilitares que actúan en connivencia con el ejército y con los políticos favorables al gobierno. La escala y el alcance de la violencia del régimen contra la oposición social descartan de pleno cualquier presunción de que Colombia sea una democracia. Las elecciones celebradas bajo el terror generalizado, creado por grupos aliados con el Estado que actúan con total impunidad, carecen de cualquier legitimidad. No obstante, la reelección del presidente Santos y la convocatoria de negociaciones de paz con las FARC para acabar con la guerra civil más prolongada en Latinoamérica es, sin duda, un paso adelante que debemos celebrar, imprescindible para poner fin al baño de sangre y crear las bases para una transición a la democracia.
Aunque el gobierno de Santos ha suavizado el régimen de terror generalizado, que, con el apoyo de EE.UU., caracterizó a su predecesor, Álvaro Uribe, lo cierto es que se siguen produciendo asesinatos políticos y que sus autores actúan con impunidad.
Para llevar a buen término cualquier proceso de paz, es necesario que los compromisos firmados por ambas partes se implementen efectivamente. Otros acuerdos firmados anteriormente terminaron en auténticas masacres de los guerrilleros desmovilizados y convertidos en activistas de la sociedad civil y representantes políticos electos. Las negociaciones de paz llevan dos años en marcha y han logrado ya algunos acuerdos importantes en áreas vitales de mutuo interés. En concreto, ambas partes han firmado tres de los cinco puntos de la agenda: desarrollo rural, participación de la guerrilla en la vida política y política sobre narcotráfico. En estos momentos se debate un tema conflictivo: la “justicia de transición” para las víctimas del conflicto. Casi todos los expertos y los grupos de derechos humanos coinciden en que la mayoría de las víctimas son producto de la represión militar y paramilitar. Sin embargo, el régimen de Santos y sus partidarios en los medios de comunicación sostienen lo contrario y culpan a las FARC.
¿Existe un “Proceso de Paz”?
El presidente Santos ha rechazado en tres ocasiones propuestas de alto el fuego de las FARC, que siguieron adelante de forma unilateral. El régimen ha decidido continuar la guerra en Colombia mientras negocia la paz en La Habana. Los dos años transcurridos desde el inicio formal de las negociaciones (en octubre de 2008) nos permiten tener una buena perspectiva sobre la viabilidad de los acuerdos firmados en Cuba. Los grupos colombianos e internacionales de derechos humanos y los movimientos sociales proporcionan puntualmente informes sobre el alcance y la gravedad de las violaciones de los derechos humanos y políticos que continúan produciéndose en Colombia mientras se desarrollan las negociaciones de paz. Si tenemos en cuenta los datos recopilados por abogados y expertos de derechos humanos afiliados a la Marcha Patriótica (una alianza de docenas de organizaciones vecinales, campesinas, sindicales y de derechos humanos) entre abril de 2012 y enero de 2014, es evidente que el terror impuesto por fuerzas del Estado y paramilitares continúa reinando en paralelo a las negociaciones de paz.
Durante dicho periodo de veintiún meses, 29 activistas de la Marcha Patriótica han sido asesinados y otros 3 fueron “desaparecidos” (y están presumiblemente muertos). Muchos más han recibido amenazas. El origen de clase de las víctimas muestra la vulnerabilidad de los acuerdos de paz. 23 de los 29 miembros de la Marcha Patriótica asesinados eran líderes campesinos y activistas que promovían la reforma agraria, las devoluciones de tierra en virtud de la Ley de Víctimas y de Restitución de Tierras (2011) o estaban comprometidos en otras actividades pacíficas de la sociedad civil. Otras 4 víctimas eran activistas de movimientos sociales que luchan por un programa de “paz con justicia social”; 2 eran abogados de derechos humanos; otros 2 eran líderes comunitarios y 1 era dirigente de un movimiento juvenil local.
Ninguno de los agresores fue detenido. Los oficiales del ejército o de la policía que habían sido previamente alertados de las amenazas de muerte no tomaron ninguna medida de precaución. Tampoco se inició ninguna investigación, ni siquiera cuando los familiares o los vecinos conocían pruebas relevantes.
A la vista de la falta de voluntad del gobierno para limitar la complicidad de militares, policías y escuadrones de la muerte en el asesinato de activistas campesinos durante las negociaciones de paz, ¿podemos confiar en que el régimen lleve a cabo el acuerdo sobre “desarrollo rural”? ¿Tiene el gobierno capacidad para garantizar la seguridad de las guerrillas cuando, una vez desarmadas, entren en el juego político si más de cien activistas de derechos humanos recibieron amenazas de muerte tan solo en el mes de septiembre de 2014?
Según Amnistía Internacional, en el año 2013 fueron asesinados en Colombia 73 defensores de los derechos humanos, entre ellos líderes indígenas y afrocolombianos, y 27 miembros de sindicatos. Las unidades militares fueron las ejecutoras de al menos 48 muertes. Oficiales del ejército participaron en operaciones de “falsos positivos”, asesinatos de civiles a los que se les acusaba falsamente de “insurgentes armados”. Las ejecuciones extrajudiciales han continuado durante la presidencia de Santos.
Otra mala señal es la incapacidad de Santos para disolver los escuadrones de la muerte paramilitares. Como consecuencia, el régimen no puede garantizar la seguridad de quienes reclaman tierras. Los campesinos y agricultores desposeídos que han intentado hacer valer sus derechos bajo la ley de restitución de la tierra aprobada por el gobierno de Santos han recibido amenazas de muerte o han sido asesinados por los paramilitares. Es decir, la aprobación de la ley no ha tenido prácticamente ningún impacto y los campesinos no han podido volver a sus tierras por las represalia de los terratenientes.
De hecho, el número de campesinos desplazados ha aumentado: según la ONU, 55.157 colombianos, la mayoría campesinos, tuvieron que abandonar sus hogares entre enero y octubre de 2013 a causa de la guerra entre bandas de narcos y paramilitares.
La guerra del presidente Santos contra la sociedad civil
La permanente inseguridad presente en las zonas rurales, los asesinatos, las desapariciones y el encarcelamiento de activistas sociales que acompañan a las negociaciones de paz ponen en cuestión los “acuerdos” alcanzados hasta ahora entre las FARC y el régimen. Los partidarios de este arguyen que el número de asesinatos cometidos por el Estado ha descendido en los últimos tres años. Sus adversarios contraargumentan que una reducción relativamente pequeña del número de asesinatos tiene el mismo efecto a la hora de generar miedo, limitar la participación ciudadana y la transición a un sistema político democrático.
Los buenos resultados de un proceso de paz se basan en la hipótesis de que los acuerdos producirán garantías constitucionales de una participación ciudadana libre y democrática. Sin embargo, el régimen no ha demostrado, a lo largo de los dos años que lleva en marcha el proceso, un compromiso claro y consecuente con los derechos elementales. Si esto es así durante las negociaciones con la insurgencia popular, todavía activa y armada, ¿cómo resultará ser una vez que el ejército, la policía y los paramilitares tengan las manos libres para tomar represalias, intimidar y matar a disidentes políticos desarmados que intentan competir en elecciones locales o nacionales?
Por lo que parece, el régimen de Santos ha adoptado una estrategia dual, combinando la represión violenta de los movimientos sociales en Colombia con un lenguaje de paz, justicia y reconciliación en la mesa de negociaciones en La Habana. El gobierno puede prometer muchos cambios democráticos, pero su práctica durante los dos últimos años sugiere un régimen autoritario y por encima de la ley que se conforma con mantener el statu quo.
El régimen tiene tres objetivos estratégicos: desarmar a la insurgencia popular, recuperar el territorio controlado por la guerrilla y debilitar y minar los movimientos sociales populares y los grupos de derechos humanos que probablemente establecerían alianzas políticas con los insurgentes en el caso de que estos entraran a formar parte del sistema político.
Resulta improbable que las FARC entreguen sus armas en medio de un clima político en el que los asesinos paramilitares operan con total impunidad, los oficiales del ejército participan en operaciones de “falsos positivos” y los proyectos de desarrollo rural resultan inoperativos por las tácticas terroristas de los terratenientes.
A menos que los acuerdos de paz se vean acompañados de cambios profundos en el ejército, a menos que las fuerzas paramilitares sean efectivamente desmovilizadas, a menos que el gobierno reconozca la legitimidad de las demandas de los movimientos sociales y grupos de derechos humanos a favor de una asamblea constituyente libremente elegida, el proceso de paz acabará en fracaso.
Conclusión: Cuatro hipótesis sobre la estrategia de guerra y paz de Santos
Diversas hipótesis pueden explicar por qué el régimen de Santos negocia un acuerdo de paz a la vez que viola de forma masiva y cotidiana los derechos humanos.
1ª Hipótesis
El régimen está dividido, con un sector a favor de la paz y otro opuesto a ella. Esta hipótesis carece de una base creíble, pues no hay signos de conflictos internos y el régimen actúa bajo un mando unificado. Aunque parte de la violencia del Estado provenga de algunos oficiales del ejército que la ejerzan de forma autónoma, en ningún momento se ha producido una reprimenda de los altos mandos a los trasgresores locales.
2ª Hipótesis
El régimen mantiene activamente la violencia contra los movimientos sociales para reforzar su posición en la mesa de negociaciones, buscando conseguir un acuerdo más favorable; es decir, hacer las mínimas concesiones sociales para poder aplacar a los oligarcas críticos con cualquier negociación. Esta hipótesis explicaría la “estrategia dual” que defiende el gobierno en relación con las FARC, hablando de paz en La Habana y rechazando un alto el fuego en Colombia, continuando la guerra mientras negocia la paz. Pero también desacredita la afirmación del régimen de que Santos pretende incorporar la guerrilla al sistema político.
3ª Hipótesis
El régimen mantiene un acuerdo tácito con el antiguo presidente Álvaro Uribe, acusado de estar detrás de los escuadrones de la muerte. En ese caso, el aparato militar del gobierno mantendría lazos con los grupos paramilitares y trabajaría conjuntamente con terratenientes, narcotraficantes y empresarios. No cabe duda de que Santos mantiene lazos duraderos con Uribe (fue uno de sus ministros de defensa). Además, desde que le derrotara por un escaso margen en la batalla por la presidencia, Santos ha buscado un acercamiento político a los seguidores de Uribe en el Congreso y en el mundo empresarial. Por otro lado, Santos reconoce que su estrategia económica, especialmente su interés en promover el comercio con otros países de la región (sobre todo con su vecino Venezuela), y su fuerte apuesta por la explotación del sector energético y minero dependen de que se logre un acuerdo de paz con las FARC, las cuales controlan regiones de gran riqueza mineral. De ahí que Santos firme “acuerdos de papel” con las FARC mientras aplica una política de mano dura a los movimientos sociales.
4ª Hipótesis
El importante incremento de los movimientos sociales de masas, incluyendo la Marcha Patriótica, que exigen la puesta en marcha efectiva de la reforma agraria que permita el “desarrollo rural” y la restitución de tierras a 3,5 millones de familias campesinas, y el creciente papel que desempeñan los grupos de derechos humanos en la supervisión de las violaciones que continúan produciéndose suponen que el régimen de Santos no podrá asegurar la paz simplemente por firmar unos acuerdos con las FARC en La Habana. Si el objetivo de Santos en las negociaciones es conseguir desarmar a la guerrilla e incorporarla al sistema electoral, sin abordar profundas reformas estructurales socioeconómicas, necesita debilitar a los movimientos populares de la sociedad civil.
Esta es la hipótesis más verosímil. El presidente Santos es capaz de prometer a las FARC todo tipo de “reformas democráticas” y está deseoso de rubricar cualquier acuerdo contra el narcotráfico y, si me apuran, hasta el “desarrollo agrario”. Pero lo que no está dispuesto a aceptar es a una masa de campesinos organizados en movimientos y luchando activamente por el cambio de tenencia de la tierra y la recuperación de sus granjas y reclamando millones de hectáreas cedidas a grandes consorcios mineros extranjeros.
Santos no “desmovilizará” a los grupos paramilitares porque son instrumentos de los grandes terratenientes y protegen las cesiones del Estado a las grandes compañías mineras. Pero intentará restringir las víctimas escogidas por los escuadrones de la muerte a activistas y organizaciones específicos en las regiones conflictivas.
Ni siquiera ha puesto coto a los ataques transfronterizos de grupos paramilitares colombianos, que recientemente asesinaron a un líder del Congreso venezolano. Ha ampliado los vínculos militares con Estados Unidos buscando acuerdos de colaboración con la OTAN y ofreciendo unidades de combate para las guerras de Oriente Próximo.
Lo que resulta del todo claro es que el régimen no ha cumplido las mínimas condiciones necesarias para implementar cualquiera de los cinco puntos de la agenda de reformas planteada en La Habana. Impunidad militar, escuadrones de la muerte, amenazas de muerte cotidianas a los activistas de derechos humanos, más de 9.000 prisioneros políticos y docenas de asesinatos a líderes campesinos sin resolver no son compatibles con la transición hacia una paz democrática. Todos esos desmanes corresponden más bien con la continuidad de un régimen oligarca autoritario. Para conseguir una transición democrática y un acuerdo de paz es preciso que se produzca un cambio fundamental en la cultura política y las instituciones políticas del Estado colombiano.
(Rebelión)
Traducido para Rebelión por Paco Muñoz de Bustillo