sábado, 26 de septiembre de 2015

PERU: Publicidad de minera Southern no dice toda la verdad sobre los humedales de Ite

Desolador. A lo largo de toda la línea de playa de los humedales de Ite, La República comprobó el enorme impacto ambiental. ¿Cuándo le darán solución a este problema?
Desolador. A lo largo de toda la línea de playa de los humedales de Ite, La República comprobó el enorme impacto ambiental. ¿Cuándo le darán solución a este problema?. Foto: Renato Pajuelo.
Desde humedales de Ite, Tacna
 
En una reciente campaña de publicidad para mejorar su imagen corporativa, la compañía minera Southern Perú destacó que, "donde antes hubo relave, hoy existe un entorno ecológico en la bahía de Ite: una prueba concreta del compromiso ambiental de Southern Perú".
 
Según los avisos publicados por la empresa en los medios de comunicación, "en 1999 Grupo México (propietaria de la minera) llega al Perú y decide realizar una gran inversión para poner en marcha un plan integral de mejoramiento ambiental con nuevas tecnologías en Southern Perú". Y añade: "En la bahía de Ite se transformó una playa de arenas de relave (desechos mineros) en el mayor humedal de la costa del Perú y el segundo más grande de Suramérica".
 
En las fotografías anexadas por la Southern a la publicidad, se observa un hermoso paisaje con aves de diversa variedad en los humedales de Ite.
 
El área afectada por los relaves procedentes de las minas de cobre de Toquepala (Tacna) y Cuajone (Moquegua) tiene una extensión aproximada de 12 kilómetros de largo por 1.5 kilómetros de ancho y se ubica en el distrito de Ite, en la provincia tacneña de Jorge Basadre. En ese lugar, que ahora es conocido como los humedales de Ite, y donde según la compañía minera florece la naturaleza, hay sectores con un alto grado de contaminación.
 
La República recorrió la playa de los humedales de Ite y recogió muestras del mar, de una laguna, vegetación, restos óseos de animales y arena en el área no remediada. Es decir, donde los relaves están expuestos al medio ambiente. Y llevó las muestras al Centro de Control Analítico de la Facultad de Farmacia y Bioquímica de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos.

Por fuera flores

Las conclusiones a las que arribaron los especialistas son sorprendentes: "Los resultados de los análisis de metales como cobre, cadmio y plomo realizados en el laboratorio (...) a las muestras presentadas (por La República) (...) superaron ampliamente la cantidad máxima permisible según los estándares de calidad señalados por el Ministerio del Ambiente, lo cual es un fuerte indicio de contaminación en la zona donde fueron tomadas las muestras".
 
En los resultados de los análisis de arena se encontró alta presencia de cobre: 13010,3 miligramos por kilogramo, cuando el límite máximo permisible es de 500 mg/kg. Y respecto al agua de laguna, se hallaron 0,356 miligramos de cobre por litro, cuando el límite máximo permisible es de 0,02 mg./l.
 
Se detectó similar patrón de contaminación por cobre en las muestras de plantas, huesos de animal y agua de mar.
 
Respecto a la presencia de cadmio, plomo, arsénico, mercurio y zinc –todos metales pesados contaminantes–, el estudio del Centro de Control Analítico de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos también halló en las muestras altos niveles contaminantes.
 
Estos resultados contradicen la publicidad de Southern, desplegada para ganarse la confianza de la opinión pública en medio del conflicto por la ejecución del proyecto cuprífero de Tía María, en Islay, Arequipa.
 
Voceros calificados de Southern cuestionaron los análisis del Centro de Control Analítico de San Marcos bajo el argumento de que dicho laboratorio no cuenta con el certificado ISO 17025. También criticaron la eficacia de la metodología empleada para evaluar las muestras.
 
"Cualquier persona que tome muestras en las zonas no remediadas va a encontrar relaves. No se puede comparar una playa cualquiera con un depósito de relaves. Además, esa zona es una concesión minera, no es de libre acceso. Entonces, si tomamos muestras de relaves, vamos a encontrar resultados de relaves", explicó el director de Asuntos Ambientales de Southern, Darío Oviedo Calderón. Es más, para Oviedo, no hay contaminación.
 
Sin embargo, la compañía reconoce que un sector de los humedales de Ite está pendiente de remediación. "Hay una parte que falta remediar, por supuesto. Toda esta parte que ustedes han recorrido de la playa falta remediar, sobre todo el delta del río Locumba. Estimamos que debe terminar de remediarse en unos cinco años, aproximadamente.", admitió Darío Oviedo.
 
El gerente de Servicios Técnicos de Southern, Carlos Aranda, coincidió en que el problema se limitaba a la zona no remediada.
 
"¿El cobre es tóxico para el ser humano? No, el ser humano necesita cobre. Nadie va y come relave. Nadie va (a la zona no remediada) y se mete en los relaves. Nadie hace eso. Además, esa es un área restringida. No es para bañistas. Si uno va a San Marcos y le preguntas si eso es tóxico, te va a decir que sí", arguyó Aranda.

Ojos que no ven

Pero los especialistas que hicieron los análisis a las muestras obtenidas en los humedales de Ite opinaron distinto. Incluso advirtieron sobre el impacto de la contaminación de los relaves mineros de concentrados de cobre en la zona.
 
"Siendo el cobre el metal que se ha encontrado en mayor concentración en las muestras, es algo de gran impacto porque podría originar toxicidad en plantas, animales y humanos. Además, la inhalación de niveles altos de cobre podría producir irritación de fosas nasales y garganta. La ingestión de niveles altos podría producir náusea, vómitos y diarrea. Cantidades muy altas de cobre podrían ocasionar daños en hígado y riñones e incluso podrían causar la muerte", afirmó la directora del Centro de Control Analítico, María Salazar Salvatierra.
 
Respecto a la validez de los resultados de los exámenes practicados por el laboratorio de la Universidad de San Marcos a las muestras entregadas por La República, la analista bioquímica Liz Pérez Ramos, en respuesta a los cuestionamientos de Southern, señaló que se aplicó el método de absorción atómica, adecuado para determinar la presencia de metales pesados. "Los resultados obtenidos son para procesos de investigación, y sirven de base para posteriores análisis por un laboratorio acreditado. El análisis de las muestras lo hizo personal calificado, químicos farmacéuticos con amplia experiencia", expresó.
 
Para Southern, sin embargo, referirse a las zonas no remediadas "es ver el vaso medio vacío y no el vaso medio lleno", según Carlos Aranda. Es decir, criticó a este diario por “ver solo el lado malo” del caso.
 
La historia hay que contarla completa, especialmente si la empresa busca recuperar la credibilidad de los pobladores con una impresionante campaña de publicidad en la que se presenta un proyecto como si fuera un paraíso y lo cierto es que hay mucho más que eso.

Minera Southern Perú: "No hacemos publicidad engañosa"

"Una compañía sea minera, o lo que sea, en una publicidad no va a poner el lado feo. ¿Qué publicidad cumple la función de mostrar su parte negativa?”, explicó  el superintendente de Relaciones Públicas de Southern, Guillermo Vidalón.
 
“Nadie habla de cosas feas en publicidad, eso es lo razonable. La función de la publicidad es mostrar lo mejor, es la función de la publicidad, dime ¿qué publicidad hace lo contrario? Y en cuanto a la página web, es también difusión de tu empresa, también es publicidad. Por ejemplo, en la historia de La República siempre se vende su lado positivo, hacemos lo mismo”.
 
Para el gerente de Servicios Técnicos de Southern, Carlos Arana: “No estamos mintiendo con nuestra publicidad porque incluso esas partes que has encontrado, que no están remediadas, tampoco representan un riesgo.
 
Una cosa es peligroso, otra cosa es tóxico. ¡Y eso no es tóxico!”. Darío Oviedo, de Asuntos Ambientales de dicha empresa, concluye: "No hay contaminación".

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