viernes, 4 de julio de 2014

Profeta del ayer


Javier Valle – Riestra
Aquí, en nuestra patria, todos somos profetas del pasado. Cuando las cosas acontecieron, se profetiza sobre ellas. Como si se fuera Nostradamus. Yo tengo la obsesión de restaurar la constitucionalidad clásica del Perú.
Desgraciadamente estamos aferrados a la carta magna fujimorista de 1993. Esa carta, es la negación de las esencias jurídicas sobre las que se ha asentado el Estado peruano desde su nacimiento en 1822 y de las cartas constitucionales expedidas desde ese año.
Me repito y me repetiré porque no pretendo ser ingenioso, sino, profesoral, reargumentando lo ya argumentado. La constitución fujimorista --con su arquitecto en la cárcel-- es jurídicamente contra natura. Todos los políticos y politicastros se proclaman defensores del orden jurídico histórico. Pero, con su conducta, profanan ese juramento al mantener una Charta fruto de un golpe de estado.
Todas las constituciones peruanas ha tenido esa situación paradojal. La de 1919, fue obra del golpe de Leguía; se hizo por acción de elites que fabricaron una constitución que duró once años, porque la derrumbo el golpe de Sánchez Cerro.
La de este general, pasando sobre su cadáver, rigió hasta 1980, luego de la constituyente de 1979. La carta más prístina resulta así la de ese año, firmada por Haya de la Torre, pero no llegó a durar tres lustros y se nos ha zambullido en la ley de leyes actual, incongruente, trunca, antihistórica. Grandes demócratas, como Alan García, que además es abogado europeo, han transigido con ese texto funesto.
Todo indica --y aquí soy profeta del futuro-- que el 2016, volverá a gobernar Alan y que lo seguirá siendo con el documento albertista en lugar de desempeñarse con el de Víctor Raúl. El Perú está en crisis institucional, pero, no hay un líder que salga a la arena de combate a destruir lo elaborado por una pseudo-constituyente como lo fue la de 1992.
Reflexionemos. Me repito. Y argumento lugares comunes de mi reflexión reiterada. No podemos esperar nada del actual Congreso. Y no podemos esperar que el de un nuevo gobierno enmiende la barbarie jurídica que nos rige.
Sí. Ya sé. Dirán Valle – Riestra se repite. Estoy consciente de eso porque tengo la visión del mañana. Si seguimos gobernándonos con el texto actual, cuyo fracaso vemos ya, nos hundiremos jurídicamente. ¿Ejemplos? Allí está la regionalización, hundida, en proa y popa. Cambiemos ahora y no pasado mañana. Es un ultimátum histórico.

No hay comentarios:

Publicar un comentario