martes, 29 de julio de 2014

Discurso ministerial


Efectivamente, no ha sido un discurso de gobernante, de estadista. Es un discurso de ministro con contenidos circunscritos, con cifras y contenidos sectoriales. Ausencia de un diagnóstico general del país en los tres años que van de gobierno, ausencia también de las perspectivas para lo que resta.
El mensaje presidencial no puede ser solo un recuento de acciones concretas o de buenas intenciones, sino la formulación de las grandes líneas, de las estrategias y políticas nacionales, a las cuales los sectores deberán ceñirse y desarrollarlas.
Es más el discurso de un gerente que el de un presidente de directorio. De un jefe operativo que el de un estratega político.
Las acciones y políticas concretas de sus prioridades -educación, salud, seguridad- pueden ser pertinentes, pero aisladas unas de otras y huérfanas de una política general para cada sector y el conjunto del gobierno, no tendrán mayor impacto, y a la larga pueden ser burocráticas y hasta caóticas.
Es un discurso asistencialista, pues se crean un conjunto de organismos de presunto contenido inclusivo que avizoran populismo ya prácticamente con miras electorales.
Un discurso que ignora las turbulencias de la crisis internacional y las debilidades internas, conceptuando erradamente nuestra economía como absolutamente sólida y habiendo "cumplido las promesas de desarrollo e inclusión" en camino a que el Perú sea "una potencia regional". Obviamente, vive otra realidad o pretende convencerse a sí mismo de lo bien que anda su gobierno.
Humala condena la confrontación política permanente, olvidando que su gobierno y sus parlamentarios son sus principales productores. Primero debería ordenar sus huestes y sus propias confrontaciones internas y la agresión a los adversarios políticos o al movimiento social.
Al Congreso lo redujo a su mínima expresión. Debe dedicarse, dijo, a legislar sobre alternancia de género, transfuguismo, imprescriptibilidad de los delitos de corrupción y a la irrenunciabilidad del mandato parlamentario y punto.

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