El Perú requiere planes de gobierno para el 2016. La nueva clase media demuestra que las cosas no van del todo mal, pero es necesaria mucha imaginación. No es suficiente afianzar el principio de autoridad para terminar con la violencia ciudadana, palpable en los ataques de La Parada, pleitos en la calle entre alumnos de colegio en Trujillo, o barras bravas que asolan la capital. El narcotráfico, conducido por inculpados indultados que en su etapa de elaboración llegan a un subproducto que embrutece a los jóvenes y los convierte en criminales por 200 soles, los mineros informales que desforestan bosques amazónicos y envenenan poblaciones cercanas con residuos de cianuro, el crimen organizado, monitoreado desde nuestras cárceles, la educación, con índices de compresión lectora y matemática comparables a la todavía esclavizada Haití, el fiasco de la educación pública que deja en el mercado a lectores funcionales o rudimentarios y la educación privada que a nivel universitario, en manos de piratas con garfios y parches en el ojo, canjean diplomas por sumas elevadísimas de dinero, sin dar como contraprestación nivel académico o doctrinario.
Los servicios de salud, privilegio de pocos, son prodigados a gotas tanto por el MINSA como por EsSalud. El transporte terrestre riega muerte en nuestras carreteras, y el ministro del ramo se rinde públicamente, imposibilitado de controlar esa caravana fúnebre. Con la promesa de acabar este aquelarre, unida al riego de tierras eriazas y a la creación de empleo, se perfeccionan los programas electorales. Debo advertir, sin embargo, los horrores encontrados en un país pobre y pendejo, entre comillas, auditado por expertos de la Unión Europea para analizar las causas que lo llevaron a esa situación desastrosa. Se trata de Grecia, y a la necesidad de que los candidatos se comprometan a desterrar cualquier vicio que la recuerde, al siguiente día de entrar a ejercer funciones:
- Los griegos falsearon la contabilidad para entrar al Euro y no la enmendaron hasta que estalló la crisis.
- Permitieron jubilaciones masivas a los cincuenta años.
- Hacían figurar 50 conductores por cada coche oficial. También 45 jardineros para una maceta con cuatro arbustos, en el hospital Evangelismos.
- Tuvieron la población mayor de cien años más alta del mundo, pues no daban de baja a los muertos para cobrar su pensión.
- La UE detectó muchas familias que cobraban hasta cuatro pensiones que no les correspondía.
- Había pensiones de fallecidos en 1953 que se seguían cobrando.
- Hubo 40,000 señoritas con pensión vitalicia de 1,000 euros mensuales, por ser hijas solteras de funcionarios fallecidos, costaban 550 millones de euros al año. Ahora cobran hasta los 18 años.
- Los marcapasos en hospitales griegos costaban 400 veces más que en los hospitales británicos.
- Hubo jubilaciones anticipadas por trabajos extenuantes, peluqueros por usar tintes nocivos para la salud, músicos por tocar instrumentos de viento que resultan agotadores o presentadores de TV debido a que los micrófonos resultan dañinos.
- El instituto para protección del Lago Coipos contaba con 1763 empleados, a pesar que el lago se secó en 1930.
- Existe un millón de empleados públicos para 4 millones de griegos activos.
- El metro de Atenas recauda 90 millones de euros al año, mientras su costo es de 500 millones de euros en el mismo lapso.
- Grecia tiene 4 veces mas profesores que Finlandia, el país que mejor nota sacó en el último informe PISA, pero esa superpoblación solo sirvió para estar entre los países europeos con peor nivel en todas las pruebas educativas.
Tengo la esperanza que no nos encontremos a niveles de Grecia, y si así fuera, deberíamos coger la tijera de podar y hacer rodar cabezas. Sería preferible que no ganara las elecciones un partido político en que existan lazos de lealtad y favores que pagar. Resulta patético que la cuna de la democracia, en donde nacieron Aristóteles, Homero, Pitágoras, Hipócrates y Alejandro Magno haya llegado a tales niveles de degradación.
El Perú requiere planes de gobierno para el 2016. La nueva clase media demuestra que las cosas no van del todo mal, pero es necesaria mucha imaginación. No es suficiente afianzar el principio de autoridad para terminar con la violencia ciudadana, palpable en los ataques de La Parada, pleitos en la calle entre alumnos de colegio en Trujillo, o barras bravas que asolan la capital. El narcotráfico, conducido por inculpados indultados que en su etapa de elaboración llegan a un subproducto que embrutece a los jóvenes y los convierte en criminales por 200 soles, los mineros informales que desforestan bosques amazónicos y envenenan poblaciones cercanas con residuos de cianuro, el crimen organizado, monitoreado desde nuestras cárceles, la educación, con índices de compresión lectora y matemática comparables a la todavía esclavizada Haití, el fiasco de la educación pública que deja en el mercado a lectores funcionales o rudimentarios y la educación privada que a nivel universitario, en manos de piratas con garfios y parches en el ojo, canjean diplomas por sumas elevadísimas de dinero, sin dar como contraprestación nivel académico o doctrinario.
Los servicios de salud, privilegio de pocos, son prodigados a gotas tanto por el MINSA como por EsSalud. El transporte terrestre riega muerte en nuestras carreteras, y el ministro del ramo se rinde públicamente, imposibilitado de controlar esa caravana fúnebre. Con la promesa de acabar este aquelarre, unida al riego de tierras eriazas y a la creación de empleo, se perfeccionan los programas electorales. Debo advertir, sin embargo, los horrores encontrados en un país pobre y pendejo, entre comillas, auditado por expertos de la Unión Europea para analizar las causas que lo llevaron a esa situación desastrosa. Se trata de Grecia, y a la necesidad de que los candidatos se comprometan a desterrar cualquier vicio que la recuerde, al siguiente día de entrar a ejercer funciones:
- Los griegos falsearon la contabilidad para entrar al Euro y no la enmendaron hasta que estalló la crisis.
- Permitieron jubilaciones masivas a los cincuenta años.
- Hacían figurar 50 conductores por cada coche oficial. También 45 jardineros para una maceta con cuatro arbustos, en el hospital Evangelismos.
- Tuvieron la población mayor de cien años más alta del mundo, pues no daban de baja a los muertos para cobrar su pensión.
- La UE detectó muchas familias que cobraban hasta cuatro pensiones que no les correspondía.
- Había pensiones de fallecidos en 1953 que se seguían cobrando.
- Hubo 40,000 señoritas con pensión vitalicia de 1,000 euros mensuales, por ser hijas solteras de funcionarios fallecidos, costaban 550 millones de euros al año. Ahora cobran hasta los 18 años.
- Los marcapasos en hospitales griegos costaban 400 veces más que en los hospitales británicos.
- Hubo jubilaciones anticipadas por trabajos extenuantes, peluqueros por usar tintes nocivos para la salud, músicos por tocar instrumentos de viento que resultan agotadores o presentadores de TV debido a que los micrófonos resultan dañinos.
- El instituto para protección del Lago Coipos contaba con 1763 empleados, a pesar que el lago se secó en 1930.
- Existe un millón de empleados públicos para 4 millones de griegos activos.
- El metro de Atenas recauda 90 millones de euros al año, mientras su costo es de 500 millones de euros en el mismo lapso.
- Grecia tiene 4 veces mas profesores que Finlandia, el país que mejor nota sacó en el último informe PISA, pero esa superpoblación solo sirvió para estar entre los países europeos con peor nivel en todas las pruebas educativas.
Tengo la esperanza que no nos encontremos a niveles de Grecia, y si así fuera, deberíamos coger la tijera de podar y hacer rodar cabezas. Sería preferible que no ganara las elecciones un partido político en que existan lazos de lealtad y favores que pagar. Resulta patético que la cuna de la democracia, en donde nacieron Aristóteles, Homero, Pitágoras, Hipócrates y Alejandro Magno haya llegado a tales niveles de degradación.
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