miércoles, 16 de octubre de 2013

La protesta nacional del 26 de septiembre


Frente al incumplimiento y la mentira del gobierno, los trabajadores y sectores populares convocados por la CGTP realizaron una protesta nacional contundente. En todas las regiones del Perú salieron para exigir al gobierno el cambio de la política laboral y económica y la destitución del ministro Castilla. Asimismo, exigieron al presidente que cumpla con sus promesas como la masificación del uso del gas a través de la construcción del gasoducto.


Valentín Pacho Quispe
Valentín Pacho Quispe
Opinión
La CGTP, a pesar de muchas dificultades, sigue manteniendo la capacidad de convocatoria y credibilidad de los trabajadores y sectores populares, también sigue siendo el vocero de sus demandas pese a que los sindicatos, han sido debilitados y la industria nacional destruida. Ya no hay ni Federación de Empleados Bancarios ni Federación de Pescadores ni clase obrera industrial. El 80 % de los trabajadores está en situación de tercerizado, impedido de sindicalizarse, con amenaza de despedido si acata una huelga o paro alguno, porque ya no hay leyes de protección para estos trabajadores. Con todo esto en contra el Paro Cívico de protesta nacional ha cubierto las expectativas. 

La estrategia de gobiernos neoliberales como el actual es destruir a los sindicatos, por tanto ha sido un esfuerzo titánico lo hecho por la CGTP. La protesta nacional contó con la solidaridad de una serie de organizaciones sociales e importantes personalidades progresistas y del Frente Amplio, lo mismo que organizaciones sindicales internacionales entre ellas la Federación Sindical Mundial, quienes han considerado que la protesta popular era justa; el principio de la solidaridad de clase estuvo presente. 

Mientras, los voceros de la derecha y los poderes económicos hicieron todos los esfuerzos para silenciar la protesta nacional y popular, en su intento de ocultar el descontento, salvo honrosas excepciones que hacen honor a la ética periodística. El gobierno y la derecha hicieron lo suyo: ignorar la protesta, calificándola de fracaso político.

DIÁLOGO CON SOLUCIONES.

Así como ha sostenido diálogo con los partidos políticos quienes le han exigido más neoliberalismo, con excepción de Frente Amplio, el presidente Humala debe convocar a un diálogo con soluciones si es que todavía respeta a los trabajadores pues los sindicatos tienen su propia agenda contenida en la Plataforma de Lucha de la CGTP y la CNUL que fueron presentadas al gobierno. Por tanto corresponde al presidente Humala convocar al diálogo con la representación sindical para facilitar una solución a sus demandas.

La protesta se caracterizó por ordenada y pacífica no permitiendo infiltración de provocadores pero no debe considerarse como catarsis del descontento popular. Si el gobierno y la derecha, están creyendo que con esta medida las masas han desfogado su indignación, se equivocan, el descontento crece de menos a más.

No hay comentarios:

Publicar un comentario