miércoles, 23 de octubre de 2013

Ópera bufa de Fujimori

Ópera bufa de Fujimori

Víctor Andrés Belaunde explicó hace un siglo que en la literatura peruana no ha prosperado la sátira, género mayor con el que Jonathan Swift nos hizo reír llorando, sino solamente el costumbrismo burlón. Igual ocurre en la política. En lugar de tragedia abundan farsa, sainete y ópera bufa. Alberto Fujimori acaba de ofrecernos una función doble de comedieta.


César Lévano
César Lévano
Razón Socialcesar.levano@laprimeraperu.pe
Primero fue la actuación de su traslado de la “prisión” a una clínica. Era una consulta programada, no dictada por súbito agravamiento de su salud. El sondeo médico demostró que no había peligro alguno en esta. Pero él quiso aparecer abatido, terminal. Lo que ocurre es que tiene que presentarse en el banquillo de los acusados por el manejo de los diarios chicha, muestrario de insultos, calumnias y sobonería. Fue el inicio de una degradación ética, idiomática y deontológica, que persiste y se ahonda.

El segundo espectáculo ha sido montado para pasado mañana viernes 25. Nos referimos a la audiencia convocada por el juez Baltazar Morales, del Juzgado Supremo de Instrucción, para evaluar el pedido de Fujimori para cambiar la pena privativa de libertad por la de arresto domiciliario.

El abogado Carlos Rivera, defensor de los deudos de los asesinados de La Cantuta y Barrios Altos –asesinados por directriz de Fujimori– ha expuesto que la solicitud de Fujimori es una aberración, puesto que el derecho que reclama no se ampara en ningún artículo del Código Penal. No existe arresto domiciliario para condenados por la justicia.

El juez, precisa Rivera, ha debido rechazar el pedido, de inmediato, ipso jure. El exdictador, que enriqueció el arte del robo y fatigó la infamia, goza, por lo visto, del favor de quienes disfrutan del triste privilegio de violar las leyes.

Acceder a lo que piden Fujimori y su abogado configuraría el delito de prevaricato, ha esclarecido el doctor Rivera. Por eso mismo anuncia que no acudirá a la audiencia ilegal, para no cohonestar con su presencia el abuso. Ha cumplido él, eso sí, con presentar por escrito los argumentos legales que impiden conmutación de pena en este caso. 

Plantea el abogado Rivera una utopía irónica: reclamar que el Jurado Nacional de Elecciones lo proclame congresista. La decisión sería, por supuesto, rechazada.

Swift propuso, en su sátira Una modesta proposición, que, para evitar el espectáculo de niños raquíticos y andrajosos, los ricos los recogieran, alojaran y nutrieran, con el fin de que, engordarlos como lechones, sirvieran para preparar apetitosos guisos y estofados. Nadie acogió la propuesta, que escondía, en el fondo, dolor, compasión y protesta.

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