Pasada la semana de euforia mediática con los resultados de PISA 2012, que inevitablemente apuntan a la indiferencia y mala gestión de sucesivos gobiernos hacia la conversión de la educación en el motor del desarrollo de la sociedad peruana, vienen los paños fríos. Casi no hubo analista, ni el propio ministro Saavedra, que pudiera opinar favorablemente sobre la educación peruana.
¿Qué tenemos a la vista? Un ministro de alto nivel como Jaime Saavedra, dispuesto a poner las primeras piedras de una reforma en la gestión del Minedu para la que merece apoyo. Una de las estrategias que ha mencionado es la de detectar y empoderar a directores escolares capaces de tener suficiente autonomía como para producir innovaciones. Eso está muy bien y debiera hacerse cuanto antes.
Le sugeriría, además, otras dos estrategias de corto plazo. 1) Focalizar los esfuerzos, recursos, capacitaciones, materiales didácticos, asesorías, etc., del 2014 para asegurar que todo alumno de 2do a 6to de primaria tenga no menos de 80% de suficiencia en todas las áreas equivalentes a las exigencias del segundo grado de primaria, y otro tanto para que todo alumno de secundaria domine al menos los requisitos para aprobar satisfactoriamente el 6to de primaria (recordemos que no hay relación entre el grado de estudios en el que se encuentra el alumno y el dominio de los temas del grado). Basta ver el resultado anual de la ECE). 2) Modificar de inmediato el Diseño Curricular Nacional para precisar de modo sencillo los objetivos y competencias mínimas por grado, atendiendo la realidad de la población escolar peruana actual.
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