lunes, 9 de diciembre de 2013

Chungui: “Oreja de perro”


1).- La Asamblea General de la ONU declaró el 10 de diciembre como el Día de los Derechos Humanos en 1950. No podríamos dejar pasar la fecha sin comentar la terrible situación que sufrió la población del distrito de Chungui, provincia La Mar, en el departamento de Ayacucho, durante el período 1983-94 del siglo pasado. Los mandos terroristas de SL la denominaron así por la semejanza de los límites del distrito con una oreja de perro. Sin embargo, en las elecciones de 1985, en plana matanza y de acuerdo a las actas, todos los inscritos votaron y el Apra obtuvo el 100% de los votos, no hubo blancos ni viciados. 


Carlos Tapia
Carlos Tapia
Opinión Columnista
2).- Según la CVR, cerca del 20% de la población de Chungui fue asesinada (hombres mujeres y niños), la inmensa mayoría campesinos inocentes, en el enfrentamiento entre los terroristas de SL y las patrullas combinadas de las FFAA, que llevaron el uso del terror a límites infrahumanos contra la población civil. Carlos Iván Degregori escribió: “Si la violencia hubiera azotado con la misma intensidad la capital, en Lima hubieran desaparecido por completo los distritos de La Molina, Miraflores, San Isidro, Surco, Surquillo, Villa María del Triunfo y Villa El Salvador”. En un libro de 417 páginas publicado por el IEP, COMISED y la cooperación alemana, Edilberto Jiménez presenta los terribles testimonios acompañados de dibujos de esta tragedia.

3).- Los primeros en llegar fueron los de SL, y el pequeño puesto policial tuvo que replegarse. Dueños de la situación, los terroristas encuadraron a la población según la dictadura del “nuevo poder”. Les hacían escuchar un discurso inentendible a favor de la revolución mundial y contra el revisionismo. Mataron a la mala a aquellos que querían escapar o eran sospechosos de ser soplones; generalmente a cuchilladas y degollamientos. Sabiendo que la represión iba a llegar, entrenaron a los habitantes para que dejen sus casas y se vayan al monte acompañando a los pelotones senderistas. Creyendo que al no ver a nadie los militares se iban a retirar. Pero no fue así. Se quedaron en el pueblo y patrullas de campesinos de las “autodefensas” fueron a perseguirlos. 

4).- Los terroristas mataban sin miramientos a los que querían escapar. A las madres que cargaban su bebé y este hacía bulla al llorar, por temor de alertar a sus perseguidores, les exigían que los asfixiaran en su pecho o ellos los mataban. La masacre continuó con las familias que se escapaban, las “autodefensas” las acusaban de terroristas y las mataban en el sitio después de violar a las mujeres. O los torturaban y desaparecían en la base militar, pero primero les cortaban la oreja y se las hacían comer (por lo de oreja de perro). ¿Qué Navidad pasarán los familiares de las víctimas?

No hay comentarios:

Publicar un comentario