La izquierda peruana se está demorando en sellar su unidad. En la tardanza está el peligro. Hay avances, es cierto. Pero no tan rápidos como para sacarle filo al tiempo. Mientras la derecha se despedaza por ambiciones mezquinas, la unión del pueblo sobre base de principios puede levantar esperanzas y conciencias.
El domingo próximo, Unidad Democrática –que agrupa a partidos de izquierda y ciudadanos de centro– elegirá su candidato a candidato presidencial. Luego se podría debatir y acordar sobre una plataforma electoral única.
Ir al voto con un solo marbete, con una sola etiqueta, con un solo programa, hemos propuesto,acogiendo voces de bases.
En Argentina acaban de realizarse elecciones en que la derecha neoliberal ha ganado la presidencia con las justas, pero tiene en contra la amplia mayoría en el Congreso. El presidente Mauricio Macri no podrá hacer lo que al FMI le dé la gana. Una triste lección del voto argentino es que el peronismo, la gran corriente popular, fue dividido desde la primera vuelta.
La izquierda tiene en Nuestra América un papel insigne: defender la soberanía y los intereses nacionales, derrotar los programas de canibalismo social y económico, luchar por los pobres. Esa es su bandera y su gloria. Y también su responsabilidad.
El domingo se dio a conocer un aspecto llamativo de la más reciente encuesta de El Comercio -Ipsos, realizada entre el 10 y el 13 de noviembre. Se ve ahí que el 59 por ciento de los encuestados considera que la izquierda lucha por la igualdad y la justicia social; el 36 por ciento opina que ella defiende los intereses de los pobres; y el 18 por ciento cree que promueve controles para que las empresas no abusen.
En cambio , la derecha es caracterizada por los siguientes rasgos: 32 por ciento ve que está a favor de la empresa privada; 22 por ciento, que está a favor de los ricos; 19 por ciento, que busca entregar la riqueza nacional a intereses extranjeros; y 14 por ciento la señala como contraria a los derechos de los trabajadores.
Eso indica que hay un amplio sector de la opinión pública, no necesariamente de izquierda, que ve con buenos ojos a la izquierda. La izquierda debe cultivar ese campo, mientras la derecha se saca los ojos.
Para personificar de modo cabal a la izquierda, esta debe presentarse compacta, firme, alegre . Y recordar al pueblo lo que dijo el poeta Alejandro Romualdo Valle en el mitin bautismal del Frente de Liberación Nacional, en el Rímac: “Los pobres no deben votar por los ricos, porque los ricos jamás votarán por los pobres”
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