Galdos opina que la Educación en el Perú estaría peor si no existieran los privados.
Juan Carlos Soto
Gonzalo Galdos es un convencido que la mejora de la educación dependerá de la alianza con los privados, una tesis casi demoníaca para quienes rechazan a rajatabla la privatización del sector. Dice que quienes privatizaron la educación en el Perú son los padres. Sólo en Arequipa más del 50% de estudiantes matriculados pertenecen a colegios particulares.
-¿Qué tareas urgentes se necesita para mejorar la calidad de la educación?
Hay que reconocerlo, tenemos el mejor ministro de Educación de los últimos 20 años. Hubo intentos por reformar la educación superior, institutos, se crearon los colegios mayores, Beca 18, etc. Sin embargo, la promesa incumplida sigue siendo la de una reforma integral. Eso significa aumentar la calidad de la oferta educativa pública. Sólo se logrará en alianza con la empresa privada. Los privados podemos aportar calidad de gestión y el Estado algunos recursos para llegar a zonas sin enseñanza de calidad.
¿El gran obstáculo son los maestros?
Así es. En algunos colegios sólo enseñan egresados de la carrera docente. No los ingenieros, químicos ni matemáticos puros. Eso no tiene sentido. Los profesores tienen que ser especialistas. Esa medida es crucial. No se aplica por connotaciones políticas.
¿Los docentes afirman que los especialistas no tienen pedagogía?
Y de qué nos sirvió la pedagogía si los resultados son pobres.
¿En los colegios particulares enseñan especialistas?
Le planteo el siguiente escenario. Imagínate que de la noche a la mañana, desaparecen todos los colegios privados del país, institutos y universidades. Desaparecería lo mejor que tiene la educación. Aunque algunos nos combaten ideológicamente, los privados demostramos que hacemos educación de calidad.
¿Cómo resolvería el problema de los profesores?
Quienes estudian para profesor tuvieron las peores notas en época escolar. A eso se añade los bajos salarios. Pero hay un agravante más. Hoy todos los modelos educativos son dominados por la tecnología. Si la mayoría de profesores desconoce este mundo entonces son analfabetos digitales. Y como tal no pueden guiar a nuestros hijos. Ahí tenemos una limitación severa. Quizá sea polémico lo que voy a decir. Eso nos obliga a trabajar con profesores jóvenes, nativos digitales formados en la universidad, como lo hacemos en los colegios privados.
¿Y qué hacemos con los profesores antiguos, los despedimos?
Capacitarlos en programas de migración digital. Los profesores de la vieja camada deben alfabetizarse.
-¿Una de las razones de esa pérdida vocacional son los bajos sueldos?
Le pregunto, ¿si pagáramos mejores sueldos habría mejores profesores? Siento que la vocación docente es amplia. Que cuando uno quiere enseñar no interesa la remuneración, aunque eso no significa que debamos pagar mal. Promover vocación docente obliga a dar mejores condiciones de trabajo. Maestros con una laptop, una conexión de internet, un buen ambiente de trabajo, con textos oportunos, con servicios. También requieren de capacitación. Sobre eso, en el Perú existen muchas capacitaciones. Sin embargo, éstas no te sirven, no damos libertades en el ejercicio curricular. Imagínese si hubiese meritocracia, ascensos para el profesor, darles la posibilidad que sean coordinadores o directores. En los colegios por fin podría instaurarse una línea de carrera. El tema de las remuneraciones se vuelve absolutamente complejo cuando no hay condiciones para trabajar.
-¿Qué piensa de la reforma universitaria, otro de los emprendimientos de este gobierno?
No creo en una reforma donde el Estado les dice a los padres qué deben estudiar sus hijos. No se puede proyectar las carreras para los próximos 12 o 17 años. Debemos apuntar a un aprendizaje autónomo. Es decir cuando los jóvenes tengan que adaptarse a nuevas funciones y roles ellos mismos administren su capacitación y adaptación.
¿Cómo sería esa alianza entre el Estado y los privados?
Hay asociaciones pública-privadas para construir colegios. Pero eso no necesitamos. Requerimos que los privados le den capacidad de gestión al Estado, cómo se administra un colegio, cómo convertir a un director en un gestor educativo que organice sus recursos, administre sus profesores, ordene la currícula, impulse una meritocracia, promueva acreditaciones internacionales.
-¿Está diciendo que el Estado es incapaz de efectuar una reforma?
Los gobiernos de turno no pudieron. Toma 20 años. Ellos sólo se comprometen con procesos que tengan rédito político inmediato ¿Hay reforma educativa en el país? Sí pero con un sector privado muy activo. Arequipa es la primera ciudad del Perú que tiene la mayor cantidad de matrícula privada que pública ¿Cuál es la razón? Los arequipeños se cansaron de esperar del Estado una educación de calidad. Hacen el esfuerzo económico que tengan que hacer por la educación de sus hijos.
¿También se ha puesto en duda la calidad de la educación privada?
Hay para todos los bolsillos. Desde colegios cuyas pensiones son bajas hasta centros con pensiones muy altas, elitistas. El padre no pone a sus hijos en el colegio que no quisiera sino en el colegio que puede pagar. Se acusa a la educación privada de engañar a los padres, les cobran por una educación de mala calidad. Antes de matricular a su hijo: ¿usted no averiguaría en qué colegio lo matricula sobre todo si gastará el 40% de los ingresos familiares? Es cierto, hay muchos colegios de baja pensión y calidad discutible y pocos colegios con alta pensión y de calidad. En cambio, nosotros en Futura Schools cobramos pensiones accesibles y brindamos alta calidad en la enseñanza. Eso se logra con volumen. Hemos proyectado construir 30 colegios con un solo formato que nos permite ahorrar costos. El modelo se caracteriza por uso de tecnología, inglés intensivo, los maestros reciben una laptop, los informes académicos de los escolares llegan a los teléfonos celulares de sus padres, aulas virtuales, sistema de video conferencia. Adaptamos procesos metodológicos que se hacen en universidades de punta. Trabajamos de manera distinta el inglés. Contratamos una plataforma donde no sólo puede aprender el estudiante también los padres.
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