El ciudadano estadounidense Pedro Pablo Kuczynski –citizen K– sugirió ayer que Keiko Fujimori puede tener, igual que su padre, pasaporte extranjero. Si esto fuera cierto no redimiría a PPK del hecho de haber jurado lealtad a un Estado que no es el Perú, y de haber engañado al país al afirmar que ya había renunciado a esa extranjería.
Más allá del pasaporte foráneo, PPK tiene cuentas pendientes con este país que quiere gobernar. Negociación tramposa de la deuda rusa, venta del gas de Camisea al mercado exterior, con promesa no autorizada para entregarlo a Chile, recalcitrante política internacional proyanqui.
El norteamericano aclaró así el asunto, ante una observación del entrevistador:
“-Usted calificó de “chiflada” a la izquierda peruana porque respaldó la elección de Nicolás Maduro en Venezuela, pero recientemente se reunió con el ex primer ministro Salomón Lerner Ghitis, que representa a esa fuerza.
“Cierto sector de la prensa se ha adelantado respecto a esa cita, yo nunca he hablado de una alianza, sino de conocernos y esa reunión (con Lerner Ghitis), que fue muy cordial, se realizó hace dos meses. Lerner vino con gente con la que trabaja, como Nicolás Lynch”.
En una época en que el Apra era ilegal, su dirigente Ramiro Prialé se reunió con Manuel Prado. “Conversar no es pactar”, adujo Prialé. A veces, el diálogo es un puente para la traición.
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