domingo, 16 de agosto de 2015

PPK sin máscara

El ciudadano estadounidense Pedro Pablo Kuczynski –citizen K– sugirió ayer que Keiko Fujimori puede tener, igual que su padre, pasaporte extranjero. Si esto fuera cierto no redimiría a PPK del hecho de haber jurado lealtad a un Estado que no es el Perú, y de haber engañado al país al afirmar que ya había renunciado a esa extranjería.
Es la entrevista a PPK que El Comercio publicó ayer, el candidato presidencial afirma que aún no ha declinado su condición de extranjero porque está calculando cuánto le costaría esa renuncia. Esa cuenta la analiza, al parecer, desde hace años. Lento había resultado el economista.
Más allá del pasaporte foráneo, PPK tiene cuentas pendientes con este país que quiere gobernar. Negociación tramposa de la deuda rusa, venta del gas de Camisea al mercado exterior, con promesa no autorizada para entregarlo a Chile, recalcitrante política internacional proyanqui.
El personaje es sin duda un economista destacado. Lo ha sido desde muy joven. Una de sus banderas de hoy proclama el afán de dotar de agua potable a los diez millones de peruanos que no la tienen. No dice si lo encomendaría a una empresa pública o a un negocio privado. Su neoliberalismo cerrado optaría, sin duda, por una privatización del líquido elemento, contradiciendo acuerdos de las Naciones Unidas y consejos del Papa Francisco.
En el diálogo con el periodista Sebastián Ortiz de El Comercio, PPK aborda un tema que yo he subrayado hace meses: la propensión de un sector del llamado progresismo a acercarse a PPK. Hace cinco meses, la revista Caretas informó de una visita colectiva de Salomón Lerner Ghitis y sus compañeros a la casa de PPK. Más de una vez he pedido que se explique esa cita, en caso de que fuera cierta, o que se desmienta, si fuere falsa. No se oye, padre.
El norteamericano aclaró así el asunto, ante una observación del entrevistador:
“-Usted calificó de “chiflada” a la izquierda peruana porque respaldó la elección de Nicolás Maduro en Venezuela, pero recientemente se reunió con el ex primer ministro Salomón Lerner Ghitis, que representa a esa fuerza.
“Cierto sector de la prensa se ha adelantado respecto a esa cita, yo nunca he hablado de una alianza, sino de conocernos y esa reunión (con Lerner Ghitis), que fue muy cordial, se realizó hace dos meses. Lerner vino con gente con la que trabaja, como Nicolás Lynch”.
En una época en que el Apra era ilegal, su dirigente Ramiro Prialé se reunió con Manuel Prado. “Conversar no es pactar”, adujo Prialé. A veces, el diálogo es un puente para la traición.

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