sábado, 27 de septiembre de 2014

La voz de Cahuide

mario Vargas Llosa recuerda en El pez en el agua que, durante sus años sanmarquinos, integraba el círculo de estudios Cahuide, donde se discutían ideas políticas principalmente vinculadas al marxismo, y donde un instructor invitado solía ser Isaac Humala.
Seis décadas después, el premio Nobel y el padre del presidente Ollanta Humala se han encargado esta semana de remover la agenda política haciendo que, como en un salto de lingo, se recuerde que, más allá de la elección municipal y regional de dentro de una semana, lo realmente importante es la competencia presidencial del año 2016.
Empezó Vargas Llosa a través de una entrevista en Univisión en la que anunció que, como lo hizo en la elección del 2011, también participará en la del 2016 para atajar la posibilidad de que Keiko Fujimori sea elegida presidenta de la república.
Su motivo es que ella “es la hija de un ladrón y un asesino” que “lo primero que va a hacer si sube al poder es sacar a Fujimori (de la cárcel), que es quien dirige su campaña y quien sería en cierta forma electo si gana las elecciones”.
De este modo, quizá un poco adelantadamente, Vargas Llosa plantea temas que, sin duda, volverán a ser centrales en la próxima elección presidencial. ¿Si Keiko gana, indultaría a su padre? En la elección 2011 dijo que no lo iba a hacer, pero hoy ya nadie se lo creería.
Asimismo, ¿si Keiko gana, gobernaría en la práctica ella o su padre?, ¿se distanciaría de las prácticas delincuenciales que hubo en el gobierno de su progenitor, por las cuales acabó en la cárcel?
Keiko ha dado señales de querer tomar distanciar de esa forma de gobierno, pero algunas personas que la rodean –y que tuvieron peso en la campaña 2011– son un déjà vu con piernas de lo peor de los noventa.
Hay dudas, también, sobre si la declaración de Vargas Llosa en contra de Keiko perjudica o favorece su candidatura. En la elección 2011, por lo menos, el desempeño del hoy Premio Nobel fue crucial para el triunfo de Ollanta Humala y la derrota de la postulante fujimorista. Pero en esto nunca hay reglas fijas.
Isaac Humala, por su parte, también entró al ruedo 2016 diciendo que “frente a un sinvergüenza como PPK, yo voto por Keiko. Que gane un Fujimori, la esposa, la hija o el hijo, eso ya es una ofensa para el país, pero podría serlo porque el Perú se lo merece, estamos muy vendidos, corrompidos, moralmente estamos muy mal. Pero peor sería PPK”.
Ante una elección municipal y regional despintada, la presidencial del 2016 se asoma recordando que ese, y no otro, es el tema político de fondo, asunto que desarrollaré más mañana aquí en esta columna.

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