El derecho humanitario en Gaza

MIGUEL ÁNGEL RODRÍGUEZ MACKAY

Cuando escribo acerca de la falta de proporcionalidad en los actos de combate que se vienen registrando en Gaza entre las fuerzas de Israel y el Hamas, lo que busco es llamar la atención de las transgresiones al derecho internacional humanitario. La falta de proporcionalidad no significa que se valore cuál de los dos estados ha tenido más o menos muertos. Eso es un error sustantivo y grave pues todas son vidas humanas. La desproporcionalidad está dada por las enormes diferencias tecnológicas y de recursos como causa que generan las muertes como consecuencia. Israel dice que los ataques a las escuelas de la ONU en realidad son contra milicianos del Hamas allí pertrechados, pero igual mueren civiles y entre estos, niños, y esa es una intolerable realidad. Israel dice que los terroristas del Hamas usan a los civiles y sobre todo a los niños como escudos humanos -y eso puede ser cierto- y que no tienen otra alternativa que atacar. Desde el derecho humanitario, aún en ese caso, no deben hacerlo. Si los escudos humanos lo son sin voluntad de querer serlo -es lo más probable porque nadie quiere morir- dichas personas califican como rehenes y por tanto no son combatientes, lo que obliga a la otra parte a no atacar aunque allí haya terroristas. No hay justificación para este razonamiento jurídico elemental. Así está previsto en los convenios de Ginebra. Este es un gran problema para Israel, pues debe identificar cuándo se trata de rehenes y cuándo no. Israel tiene derecho a la legítima defensa sobre todo si está geopolíticamente en una región en que siempre se ha sentido en el rodeo, solo y amenazado -ello explica su alto desarrollo militar-, pero igual debe diferenciar a los combatientes de los que no lo son.