jueves, 28 de agosto de 2014

Otra encuesta confirma crecimiento de Silva

La ecologista Marina Silva, que trastocó la campaña electoral en Brasil al convertirse inesperadamente en candidata a la presidencia con grandes posibilidades de arrebatarle el triunfo a la presidenta Dilma Rousseff, salió airosa del primer debate televisivo con sus oponentes mientras crece sus posibilidades de triunfo.
Ayer, un nuevo sondeo dio a Marina Silva como ganadora de las elecciones de octubre en una segunda vuelta contra Rousseff. El sondeo MDA señaló que la ecologista ganaría por 43.7 por ciento contra 37.8 por ciento para Rousseff.
En la primera vuelta, los sondeos de Ibope y MDA señalan como ganadora por cinco puntos o más a la presidenta Rousseff, una exguerrillera de 66 años del Partido de los Trabajadores (PT), delante de Silva y del socialdemócrata Aecio Neves (PSDB).
Marina Silva propuso un cambio profundo en la administración de Brasil, al tiempo que la presidenta Dilma Rousseff defendió los programas sociales que han ayudado al país a mitigar los efectos de la crisis económica internacional, en el primer debate televisado de los candidatos.
Silva, del Partido Socialista Brasileño, criticó a la mandataria por no reconocer deficiencias en materia de educación, salud y la administración del país, que provocaron una ola de protestas en 2013.
Mientras tanto, Rousseff afirmó que su administración ha generado puestos de trabajo. “Le quiero preguntar a los televidentes, a las amas de casa, ¿qué están viendo? ¿Tienen o no tienen más empleos hoy? ¿Tienen o no más comida en la mesa del trabajador?”, dijo.
El otro candidato a la presidencia, Aecio Neves, criticó a Silva por cambiar fácilmente de alianzas y dijo que no entendía los detalles de la “nueva política” que propone. El debate sacó a relucir las nuevas estrategias de los candidatos para mitigar el llamado efecto Marina, que algunos ya han descrito como una “onda” o un “huracán”.
Rousseff y Neves han resaltado en los últimos días la falta de experiencia de la nueva aspirante a la silla presidencial, quien hasta hace menos de dos semanas era solo la compañera de fórmula de Eduardo Campos, el candidato fallecido.
La también exministra del Medio Ambiente promete administrar mejor el gasto público y dar autonomía al Banco Central, algo que críticos de la mandataria dicen que le quita credibilidad al sistema y aumenta las expectativas de inflación.
El analista Carlos Pereira, de la Fundación Getulio Vargas, advierte que el efecto Silva aún se podría desvanecer conforme se acerca la elección, la nueva candidata parece estar restándole electores a Rousseff. “Está consiguiendo quitarle votos a Dilma”, dijo Pereira. “Pero tenemos que esperar a ver si ese efecto es duradero y sustentable”

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