domingo, 24 de agosto de 2014

Brasil: raíces de Marina

Marina Silva, candidata a la presidencia de Brasil, exdoméstica y analfabeta hasta los 16 años de edad, se ha convertido en la sorpresa de la política latinoamericana y mundial. Las encuestas dicen que puede ganar a Dilma Rousseff, la presidenta, en segunda vuelta. El corresponsal en Sao Paulo del diario parisiense Libération indica que ella se ha convertido en “una pesadilla” para los medios financieros.
Hace diez días, Eduardo Campos, candidato presidencial del Partido Socialista de Brasil (PSB), murió en un accidente de aviación. Marina Silva, que era candidata a vicepresidenta en su fórmula, se convirtió luego en la candidata del Partido. Las agencias noticiosas han señalado parte de la historia de esta mulata de 56 años que puede convertirse en jefa del Estado más grande y poderoso de América Latina. Sin embargo, algunas de sus raíces permanecen ocultadas.
Se sabe que nació en el estado de Acre, en la selva amazónica contigua al Perú, en un hogar de caucheros analfabetos con once hijos. A los 16 años, ella aprendió a leer en un convento donde trabajaba como doméstica. Desde ahí, gracias a su inteligencia y voluntad, pudo estudiar y llegar a la Universidad Federal de Acre.
En esta etapa ingresó en el movimiento de Chico Mendes, que luchaba por los trabajadores del campo y contra la deforestación de la Amazonía. Mendes, gran organizador de la rebeldía rural, fue asesinado por un terrateniente.
Mendes mismo era un continuador de la lucha. En mi archivo figura un texto sorprendente. En la selva, donde él vivía, se había refugiado un oficial revolucionario de la legendaria Columna Prestes formada por oficiales rebeldes, y encabezada por el joven teniente Luis Carlos Prestes, de 26 años de edad, quien se reveló como un revolucionario social y un genio militar. Su ejército rebelde recorrió, en 1926 y 1927 (antes de la Larga Marcha de Mao), 36.000 kilómetros a lo largo de 14 estados de Brasil y derrotó a 18 generales de la elite militar brasileña. Al final, sus fuerzas cedieron, pero, lo demostró Chico Mendes, sus enseñanzas germinaron.
Entre las hazañas de Prestes en esos días se deben exaltar dos, una teórica y otra táctica. La primera está registrada en la biografía de Prestes escrita por Cristina Noble. Aparece en carta de Prestes dirigida a un compañero de armas: “Para nosotros, los revolucionarios, el movimiento es la victoria. La guerra en Brasil, cualquiera que sea el terreno, es la guerra de movimiento.”
La otra proeza consistió en eludir al cerco de dos ejércitos. A la caída de la tarde se refugió en una selva impenetrable. Los enemigos combatieron entre sí, creyendo pelear contra la Columna.
La columna de Prestes, Chico Mendes y Marina avanza en la historia. ◘

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