martes, 20 de octubre de 2015

Investigan faenón apro-brasileño


Presidente Ollanta Humala anunció que se ha derivado a Contraloría irregularidades en planta que podría dejar sin agua a 2’400.000 personas. Sedapal culpa a empresa brasileña y el Apra echa culpa al río Rímac.
Alan García inaugurando obra
El presidente Ollanta Humala informó que el Poder Ejecutivo derivó a la Contraloría las denuncias sobre el mal estado en el que se encuentra la infraestructura de la planta de tratamiento de aguas residuales de Huachipa, que fue construida durante el segundo gobierno de Alan García por empresas brasileñas involucradas en casos de corrupción en su país.
Indicó que ahora que estas instalaciones pasaron a ser administradas por el Estado, a través de la Empresa de Servicios de Agua Potable y Alcantarillado de Lima (Sedapal), “se han constatado fallas estructurales” en su construcción. Por tanto, dijo que el gobierno ha dispuesto que este caso vaya a la Contraloría y lamentó que esta situación se esté presentando.
Los funcionarios de Sedapal advirtieron que la planta de tratamiento de agua potable de Huachipa, inaugurada en julio del 2011, se viene cayendo a pedazos. La obra, construida y concesionada por cuatro años al Consorcio Huachipa –constituido por las empresas Camargo Correa (Brasil) y OTV (Francia)–, pasó a ser administrada por Sedapal hace 19 días, y fue cuando los funcionarios se dieron cuenta de su grave situación.
Los daños se encuentran principalmente en la bocatoma, infraestructura que permite captar un volumen de agua de 10 m3 por segundo de la planta de tratamiento y llevarlo a distintos distritos. En el caso de la planta de Huachipa, esta abastece con agua potable a Comas, San Juan de Lurigancho, Carabayllo, San Martín de Porres y Los Olivos, que comprende a 2’400.000 personas. La obra en total tuvo una inversión de S/.820 millones.
Hace 19 días, la obra -ejecutada y administrada inicialmente por un consorcio formado por capitales peruanos y brasileños- pasó a ser manejada por Sedapal, constatándose graves falencias y deficiencias en sus instalaciones.
El gerente de Sedapal, Ramón Huapaya, dijo que tuvieron que aceptar la obra en estas condiciones debido a que el contrato con Consorcio Huachipa acabó el 30 de setiembre. En caso contrario, afirma, hubiesen estado obligados a firmar un nuevo contrato con dicho consorcio. Camargo Correa señaló que detectó el deterioro en la obra entre inicios del 2014 y los primeros meses de este año.
LO NIEGA
La ex ministra de Vivienda durante el gobierno de Alan García, Nidia Vílchez, pretendió culpar a Sedapal del mal estado de la planta de Huachipa. Aseguró que la concesión se realizó conforme a ley, pero supuestamente se encuentra en mal estado por falta de mantenimiento. Mencionó que el contrato indica que la empresa debía hacerse cargo de ello y Sedapal supervisarlo, pero ello no habría ocurrido así.
Por su parte, la empresa Camargo Correa sostuvo que los daños en las áreas de concreto de la bocatoma en Huachipa se deben a la fuerte crecida del río Rímac que se originó durante el primer trimestre de 2014 y el primer trimestre de este año.
ADEMÁS
La ingeniera Yolanda Andía, responsable de la producción de agua de Sedapal, dijo que la infraestructura presenta varios daños en las pozas de oxidación, deterioro en los pilotes de soporte de la estructura y desprendimiento de los bloques del vertedero y de los muros laterales. Asimismo, los fierros que componen las bases de esta obra están expuestos y oxidados.

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