La directora regional de Educación, Ingrid Jiménez, informó que niños que habitan en la frontera peruana han sido inscritos por sus padres en colegios de poblados vecinos de Chile y Bolivia con el fin de encontrar mejores condiciones en su formación educativa.
"Los pueblos y niños de la frontera están abandonados por el Gobierno peruano”, admite de saque Wilber Tapia (32), alcalde del distrito de Palca, de la provincia de Tacna. La tierra natal de Tapia limita con Chile y Bolivia. Desde niño la cercanía con estos países le mostró la brecha educativa entre su país y la del otro lado de la frontera.
Tapia estudió en el colegio Alfonso Ugarte, en la comunidad de Alto Perú (límite con Chile). Junto a sus compañeros cruzaban la frontera y visitaban el colegio de la comunidad chilena de Visviri para disputar campeonatos de fútbol. El internado tenía de todo y más.
“A ellos (niños de Visviri) un bus les recogía de los anexos alejados y los retornaba a sus casas. En Alto Perú, mis compañeros caminaban kilómetros para llegar al colegio”, dice.
En ese tiempo ya algunos de sus compañeros iniciaron la "migración educativa". Sus padres decidieron inscribirlos en aquella escuela chilena. Con los años esta práctica se volvió común, en las cinco comunidades campesinas de Palca.
Ingrid Jiménez, directora regional de Educación de Tacna, informó que este año, el colegio del anexo de Tripartito (comunidad de Ancomarca), que limita con ambos países, cerró tras el retiro del único alumno que tenía.
"Varios de los niños de El Tripartito, han sido llevados a Chile y Bolivia. Sus padres nos dicen que en Chile las aulas tienen calefacción; en Bolivia les dan uniformes, desayunos y almuerzos a sus hijos. Aquí con las justas podemos darles alimentación", señaló.
La funcionaria reconoció que las escuelas de fronteras no han recibido atención oportuna del gobierno regional. Para ella el principal problema en estas instituciones es su precaria infraestructura. Recuerda que el número de alumnos se incrementó de seis a doce en el poblado de pescadores de Santa Rosa, que limita en la costa con Chile, por instalar dos nuevas aulas prefabricadas en su colegio.
SOLUCIONES
En lo que va del año, en la región fueron cerrados de forma temporal 15 colegios por falta de alumnado. La mayoría son planteles unidocentes y se ubican en la sierra tacneña.
La titular de Educación anunció que se ha dispuesto que una comisión especial de su sector elabore en 45 días un diagnóstico sobre la situación de los 28 colegios que se ubican a lo largo de la frontera peruana. “Es necesario recuperar a nuestros alumnos y con un diagnóstico podremos saber qué estrategias aplicar", declaró Jiménez.
Para el alcalde Wilbert Tapia, el escenario en Palca no cambiará si no se establece la tan prometida “política de fronteras vivas”. "En Chile dan una especie de incentivo para vivir en la frontera. En el Perú ocurre todo lo contrario, mientras más lejos vives de la capital, más parece que no existieras para el Gobierno”.
Pese a todo. incluso del gélido clima de hasta 19 grados bajo cero, los niños asisten a clases con sus mejillas quemadas en busca de un futuro mejor.
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