miércoles, 29 de julio de 2015

MENSAJE PRESIDENCIAL: Sí hay quinto malo

El quinto y último mensaje ante el Congreso del presidente Ollanta Humala fue un discurso desangelado que constituyó una síntesis bastante correcta de los logros y carencias de este gobierno.
 
Un elemento positivo del mensaje, que ojalá sea el adelanto de la actitud que el gobierno tendrá en su último año, fue que se dejó de lado el tono confrontacional que suele caracterizar las intervenciones del presidente. Lo necesita a gritos.
 
Pero este mensaje presidencial, a un año de terminar el mandato, fue, en esencia, una larga lista de lavandería sobre los progresos del gobierno principalmente en el terreno social, entre los que destacan los logros conseguidos en salud y, especialmente en educación, en donde se está avanzando en una siembra que, de ser continuada y mejorada por la próxima presidencia, puede significar un vuelco muy positivo en una de las áreas más abandonadas en las últimas décadas en el Perú.
 
Asimismo, hay logros en reducción de pobreza así como un conjunto de obras de infraestructura como en la ampliación y mejora de la red vial, que son valiosas.
 
Pero como toda lista de lavandería, hay el problema de lo que se incluye en ella y de lo que finalmente queda fuera, lo cual da lugar a vacíos en los que se debió ofrecer una explicación más profunda por constituir asuntos de alta preocupación popular como, sin duda, es la creciente inseguridad ciudadana, entre varios otros.
 
Como consecuencia, es fácil criticar el discurso pues siempre habrá asuntos que no fueron tratados o que sí lo fueron pero muy a la ligera.
 
Y ahí radica el problema principal del discurso presidencial de ayer pero, más allá de eso, en general, de la presidencia de Ollanta Humala.
 
Este es, además del reconocimiento oportuno de lo que no está caminando como debiera, la incapacidad de articular políticamente lo que el gobierno sí está haciendo.
A esta presidencia de Humala le faltó –se habla en pasado pues, por el mensaje de ayer, es difícil prever un cambio– la capacidad de construir un discurso estimulante sobre el futuro que ilusione a los peruanos, proyecte confianza, e invite a una apuesta social por el mismo.
 
Como ello no ocurre, la mayoría se queda con las carencias y deficiencias del gobierno, y olvida sus aspectos positivos que también los hay.
 
El de ayer fue un mensaje desangelado, para un gobierno que en realidad es así, sin estrategia política ni la capacidad de comunicar lo que hace y no hace, una de cuyas expresiones es su dificultad creciente para conectar con la gente.
 
Por ello, es probable que el mensaje de ayer haya sido, en fondo y en forma, un resumen de lo que fue la presidencia de Ollanta Humala.

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