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La parlamentaria andina Hilaria Supa Huamán presentará al fiscal de la Nación, Pablo Sánchez, más de 50 elementos probatorios y más de dos mil testimonios de víctimas del programa AQV
Desde hace dos meses, la fiscal Marcelita Gutiérrez ha iniciado una nueva investigación por homicidio doloso, cuya pena máxima es de 15 años de cárcel, contra el expresidente Alberto Kenya Fujimori Fujimori y sus exministros de Salud Marino Costa Bauer y Alejandro Aguinaga -actual congresista de Fuerza Popular- por el caso de Esterilizaciones Forzadas (1998 – 2000) que dejó como saldo más de 200 mil víctimas.
Juan Carlos Chamorro
@juancchamorro
Quiere que esta vez, después de 18 años de haber ocurrido los más de doscientos mil casos de esterilizaciones forzadas, sí se logre la justicia anhelada.
Pero para que ello ocurra la Fiscalía no debe tener motivos para que pueda mandar la investigación al archivo tal como lo hizo, en enero del año 2014, por falta de pruebas.
La parlamentaria andina Hilaria Supa se reunirá, en los próximos días, con el fiscal de la Nación, Pablo Sánchez, para pedirle personalmente apoyo logístico para que la fiscal Marcelita Gutiérrez, encargada del emblemático caso, pueda tomar los testimonios de las 2.074 víctimas y recoja las más de 50 evidencias que demostrarían que el expresidente Alberto Fujimori sabía todo lo que ocurría ya que se trató de una política de Estado.
Ocurre que después de varios archivamientos, en octubre del año 2011, este caso fue reactivado por el fiscal Marco Guzmán Baca, pero este magistrado no tomó el testimonio al total de las más de dos mil víctimas que la parlamentaria puso al Ministerio Público como elementos probatorios del caso.
Lo que pasó es que el fiscal Guzmán Baca fue a Cusco para tomar los testimonios de las víctimas, pero no pudo realizar su trabajo debido a que no contaba con traductores del quechua al castellano para realizar esa tarea.
Ese fue uno de los motivos por los que, el 21 de enero del año 2014, archivó el caso.
Sin embargo, las víctimas presentaron una queja y, hace dos meses, la Fiscalía ordenó que sea reabierto.
La investigación se encuentra, en estos momentos, en las manos de la fiscal Marcelita Gutiérrez y dentro de un mes, o sea en agosto próximo, se cumplirá el plazo para que ella decida si hay elementos probatorios para acusar o no al expresidente Alberto Fujimori y a sus exministros de Salud Marino Costa Bauer y Alejandro Aguinaga Recuenco.
Las pruebas
En entrevista con diario 16, la parlamentaria Hilaria Supa aseguró que los elementos probatorios contra el exmandatario, que presentará a la Fiscalía, giran en torno a tres indicios.
1) LOS TESTIMONIOS DE 2.074 VÍCTIMAS. Si bien las investigaciones coinciden que durante el régimen fujimorista (1990 – 2000) hubo más de 200 mil esterilizaciones –entre varones (vasectomía) y mujeres- se ha identificado testimonios de 2.074 mujeres que están dispuestas a contar su dolorosa experiencia ante el Ministerio Público.
Estas mujeres son de Piura, Cajamarca y Cusco. Se sometieron a esa operación con engaños y/o por la fuerza.
2) MÁS DE 50 DOCUMENTOS. Este acervo documentario está conformado por comunicaciones entre el Ministerio de Salud y el entonces presidente Alberto Fujimori. Según Hilaria Supa, la citada cartera, a través de sus ministros, reportaban las ocurrencias del programa de esterilizaciones llamado Acciones de Anticoncepciones Quirúrgico Voluntarias (AQV). Estas pruebas intentan demostrar que Fujimori sí sabía de todo lo que ocurría porque era una política de Estado.
3) EL VIDEO DE UNA PRESENTACIÓN DE FUJIMORI EN BEIJING, CHINA, DEL AÑO 1995. Ocurrió antes de la puesta en marcha del programa AQV. La parlamentaria andina estuvo presente en esa cita y Fujimori habló, en ese país, de exterminar la pobreza en el Perú a través de la puesta en marcha de un programa de planificación familiar. Estas pruebas intentan demostrar, al igual que los 50 documentos anteriormente mencionados, que el programa AQV se trató de una política de Estado.
Hilaria Supa presentará estas pruebas al fiscal de la Nación.
En esa cita planteará, además, la existencia de 2.074 mujeres que están dispuestas a dar sus testimonios.
A continuación presentamos tres de esos testimonios.
Esperanza Huayama Aguirre: “Perdí a mi hijito; estaba embarazada”
Natural de la localidad de Huancabamba, en Piura, Esperanza Huayama Aguirre perdió a su bebé cuando le hicieron la esterilización.
“Ocurrió hace más de 18 años. Vi que a otras hermanas les cortaban. Al ver eso, dije: ‘No me hago’ (la esterilización). Es para su bien. ‘Le vamos a dar medicina’, me dijeron (las enfermeras). Me dijo pase para adentro y me puso la anestesia. No me agarró. A lo mejor, fue anestesia de los animales porque no me cogía bien. Me dolía bastante. Me cortaban durísimo. Estaba con mi barriga hinchada. Cuando dijo (el médico): ‘la señora (Esperanza Huayama) está en estado’, le agarré y le dije: ‘estoy en estado, no me va a sacar a mi hijito. Prefiero morir con él, no me lo saque’. Pero ya me habían cortado. Tenía siete hijos. Me pusieron la anestesia y me dormí… Perdí a mi hijito y no pude tener más hijos. ..”
Vicentina Quispe Huamán: “Las enfermeras me sacaron de mi casa”
Natural de la localidad de Paucartambo, Cusco, Vicentina Quispe asegura que las enfermeras fueron hasta su casa y se la llevaron a la fuerza para someterle a la operación de esterilización.
“Tuve a mi bebé y a la semana de haber nacido me llevaron a la posta médica a registrarlo. Allí me dijeron: ‘Como cuy vas a estar con tu marido. Te vamos a hacer (la operación) para que ya no tengas más hijos’. Me escapé y me fui a la casa de mi mamá. Me escondí debajo de la cama. Pero las enfermeras ingresaron a mi casa. Una de ellas casi me pega. ¿Por qué esconde a su hija?, le dijeron a mi mamá. Me llevaron a Anta desde Paucartambo. Allí me han hecho (la esterilización). Tenía cuatro hijos y ya no pude tener más”.
Cristina Paguada: “Me llevaron a la fuerza a la posta.
Natural de la localidad de Anta, Cusco, Cristina Paguada aseguró que fue obligada a someterse a la operación de esterilización.
Dijo, además, que a su esposo le hicieron firmar un documento de consentimiento, con engaño.
“Tenía cuatro hijos y, desde esa fecha, ya no pude volver a ser madre. Tenía dos meses de embarazo y perdí a mi bebé. A la fuerza me llevaron a la posta y me dijeron: ‘Ya no va s a tener hijos’. Ya no puedo caminar bien”, recordó derramando lágrimas.
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