domingo, 5 de octubre de 2014

Nuevas medidas

El segundo paquete reactivador en el Congreso
El Congreso empezará a debatir esta semana las medidas que presentó el Ejecutivo el pasado 28 de julio para reactivar la economía del país. Con un ostensible retraso de más de 60 días, el Parlamento abordará un proyecto de ley que, apreciado en el contexto de la desaceleración de la economía, quizás resulte poco ambicioso, un recuerdo de la era Castilla criticada por la cortedad de sus iniciativas para paliar la rebaja del crecimiento.
El eje de las medidas planteadas es el proyecto de ley N° 2690/2014, que tiene dos componentes, las medidas tributarias y las que están dirigidas a mejorar la competitividad. En su momento, el gobierno dejó saber que de esta norma se esperan cinco resultados: la reducción de costos en las etapas preoperativas de los proyectos de inversión, la simplificación administrativa y mayor predictibilidad de la administración tributaria: el impulso a las inversiones público privadas; las facilidades para el comercio exterior; y una mayor eficiencia de las empresas eléctricas del Estado.
Las medidas respecto de la competitividad resumen cierto consenso, con excepción de las que en el campo de las empresas eléctricas públicas podrían implicar un mayor debate no por la presunción del incremento de las tarifas sino sobre el destino final de la composición de las acciones. El fomento de las asociaciones público privadas y del sistema de obras por impuestos ha demostrado sus potencialidades para inyectar recursos al mercado y gestionar más rápidamente la inversión.
Respecto de las medidas tributarias las principales discusiones se han producido en el gobierno y tras bambalinas, por la resistencia de la SUNAT a medidas que se estima reducirán la recaudación con impacto directo en los cambios llevados a cabo por la institución recaudadora desde el año 2012. El silencio del nuevo titular del Ministerio de Economía (MEF) en este y otros temas, cuando se esperaba de él mayor audacia para enfrentar la desaceleración, indica que en relación con este grupo de medidas no se ha llegado a un consenso oficial.
Se tiene luego que el presidente Ollanta Humala anunció hace semanas que el gobierno presentará un nuevo paquete de medidas para reactivar la economía. De concretarse sería el tercero en cinco meses, una dinámica que debería motivar una discusión previa sobre plazos y nuevos objetivos. Quizás haya llegado el momento de darles un mayor contenido a las palabras “medidas” y “reactivación”.
Lo acontecido con la aprobación del primer paquete de normas, los cambios a la Ley de Contrataciones del Estado y la Ley de medidas tributarias, simplificación de procedimientos y permisos para la promoción y dinamización de la inversión en el país, pusieron sobre la mesa la relación entre las expectativas y los plazos, sobre los que se dijo en su momento que su efecto será limitado en el corto plazo. Sucede lo mismo en relación con las que debatirá el Congreso, incluso a pesar de que algunos ajustes tributarios permitan cierta liquidez en las empresas. 
En ese punto, el MEF debería presentar con seriedad un estudio de impactos en línea de tiempo para evitar la sensación de que el Congreso aprueba un paquete tras otro con escaso resultado.
Finalmente, más que mirar al Congreso y sus entendibles retrasos, quizás convenga que el gobierno  mire las decisiones que los sectores son capaces de adoptar en el corto plazo, entre ellas el mejoramiento de la inversión pública y la agilización de los grandes proyectos de inversión detenidos.

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