sábado, 18 de octubre de 2014

Nosotros robamos menos

Si Luis Castañeda insiste en decir barbaridades sobre las obras y la corrupción, le  será difícil sacarse el estigma de deshonesto.
“La señora Villarán dice que ella había hecho el doble de obras que yo, o sea, debe haber robado el doble”, dijo Castañeda, con una declaración que podría llevar a más de un psicoanalista a una asociación calamitosa sobre lo que podría ocurrir en su siguiente mandato municipal.
Los políticos se quejan –con razón– de que se generalice cuando se habla de corrupción en el (des) manejo de los asuntos públicos, pero no se puede dejar de reconocer que esta lacra está muy extendida.
Es lo que cree la mayoría de la gente. Según Datum, 76% piensa que la corrupción aumentó durante el gobierno del presidente Ollanta Humala, y 61% que este no ha hecho nada para solucionar este problema.  
Luego de los casos bochornosos destapados en varias regiones, están apareciendo revelaciones municipales como la del alcalde de Chiclayo Roberto Torres Gonzales, quien está con prisión preventiva junto con su novia ‘La Jefa’ y toda una pandilla descarada que se llenó los bolsillos con la obra pública.
Pero en la corrupción hay complicidades lamentables como, por ejemplo, otras autoridades o un sector privado en el que, por supuesto, tampoco se puede generalizar, pero en el que también abundan los que buscan el atajo de la coima.
Es evidente que robar en el sector público necesita la complicidad de muchos como, por ejemplo, de empresarios deshonestos. La Tercera Fiscalía Provincial Penal Corporativa de Chiclayo posee pruebas sólidas de que el alcalde Torres se benefició con coimas por alrededor de S/.70 millones en solo dos años provenientes de licitaciones para ejecutar obras municipales.
Pero la complicidad no queda ahí, pues también se ha denunciado que Torres les habría pagado coimas a integrantes del JNE y del TC para obtener fallos a su favor. 
Y también hay los que, sin haber necesariamente robado –aunque otros sí–, realizan gestos que, por acción u omisión, llevan a pensar que la coima anda por todos lados.
Es lo que se puede concluir luego de que venciera el plazo para que los partidos que postularon a las elecciones municipales en la provincia de Lima rindan cuentas de sus gastos de campaña, encontrándose que Solidaridad Nacional solo reconoció egresos por S/. 22 mil e ingresos por S/. 197,600, mientras que Diálogo Vecinal ni presentó el informe.
Todo lo cual es lamentable pues, por si acaso, la principal fuente de corrupción en la política se origina por la escasa transparencia del financiamiento de campaña.

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