“El Perú está en una disyuntiva, o seguir con la política del chorreo dirigida a facilitar solo a las grandes empresas o buscar un cambio hacia políticas inclusivas”, dijo Keiko Fujimori el domingo pasado.
Lo cierto es que quien dio grandes facilidades especiales a las grandes empresas fue el gobierno de Alberto Fujimori en el que ella era la Primera Dama. Fue Fujimori quien otorgó a las grandes empresas mineras beneficios especiales como el crédito tributario a la reinversión, con el que Yanacocha y Cerro Verde han podido dejar de pagar cientos de millones de dólares en impuestos, muchísimo dinero.
Inclusive Fujimori firmó los “contratos de estabilidad tributaria” para que estas empresas, y docenas más, siguieran acogiéndose a este beneficio especial hasta luego de derogada la ley que les daba este beneficio.
Ni ese descuento especial de impuestos ni los contratos de estabilidad tributaria han estado disponibles para las pequeñas y microempresas , ni siquiera para las medianas. Solo para las grandazas.
Las propuestas de Keiko Fujimori de ahora no incluyen el eliminar los contratos de estabilidad tributaria, eliminación que ahora propone hasta el FMI. Fujimori quiere seguir firmando estos exclusivos contratos-ley con las grandes mineras y petroleras, permitidas solo gracias a la Constitución que en 1993 impuso su padre.
Otro que ha ganado cientos de millones gracias a una ley que le otorga beneficios especiales es José Chlimper, el candidato a vicepresidente y vocero del fujimorismo. Chlimper fue ministro de Agricultura de Fujimori el año 2000 luego de su ilegal y dictatorial re-re-reelección, y en esos meses sacó una ley especial para la agroexportación, rubro en el que destaca Agrokasa, la empresa de Chlimper que tiene ventas por más de 84 millones anuales.
Gracias a la ley que él promovió, Chlimper paga menos de la mitad de aporte a EsSalud por sus trabajadores que cualquier otro mediano o pequeño empresario. Los estudios actuariales de la OIT han mostrado que los costos de EsSalud para brindar atención son más del doble de lo que paga Chlimper, y quienes pagamos la diferencia somos todos los asegurados a EsSalud con colas y mala atención debido al hueco presupuestal que así se genera. Chlimper también paga la mitad de impuesto a la renta que la tasa general, y eso ¡con ganancias de más de 30 millones de dólares anuales!
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