Keiko Fujimori denunció que tanto ella como su partido vienen siendo blanco de “investigaciones infundadas” y “falsas acusaciones” en esta campaña, en respuesta a los destapes periodísticos que involucran a su exsecretario general Joaquín Ramírez y a Fuerza Popular en el presunto delito de lavado de activos.
Es más, la candidata dirigió su artillería a Palacio de Gobierno y acusó a la pareja presidencial de estar empeñada, en complicidad con su rival de segunda vuelta, Pedro Pablo Kuczynski, en mancillar su camino rumbo al sillón de Pizarro.
“A estas alturas, sabemos que el ‘combomix electorero’ que apoya a mi contrincante está liderado por este Gobierno y ha pasado a ‘modo desesperación’ porque la señora Nadine Heredia está a punto de ser procesada. Las presiones del congresista Santiago Gastañadui, primo de la primera dama, así lo demuestran”, remarcó la lideresa fujimorista mientras sostenía la portada del diario Perú 21, en la que se acusa al referido legislador nacionalista de pedir que la investigación a Fuerza Popular por el delito de lavado de activos pase a una fiscalía especializada.
LE VOLTEA LA TORTA
En conferencia de prensa realizada en su búnker de campaña en Camacho, Keiko también recriminó a sus rivales políticos por intentar colocarle a su partido la etiqueta de promotores de un “narco-Estado” o una “narcodemocracia”, e insistió en que PPK, más bien, está promoviendo que no se erradique el narcotráfico, tras –según dijo– firmar un documento con el líder cocalero Nelson Palomino.
Nueva denuncia involucra a su esposo
Fujimori dijo que es infundada la investigación preliminar iniciada en marzo por la Fiscalía de Lavado de Activos contra ella y su esposo, Mark Vito Villanella, según se reveló ayer. Aseguró que las finanzas de su campaña están bien sustentadas ante la Oficina Nacional de Procesos Electorales. Esta nueva denuncia, ironizó, “aparece convenientemente, para beneficio de mis contrincantes, este mes”
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