Por: Alberto Botton B.
El pasado 12 de mayo, los exintegrantes del Sodalitium Christianae Vitae (SCV) José Enrique Escardó, Martín y Vicente López de Romaña, Óscar Osterling y el entrevistado, Pedro Salinas, presentaron una denuncia penal ampliatoria ante la 26 Fiscalía Provincial de Lima contra Luis Figari, fundador de dicha comunidad religiosa, por los delitos de asociación ilícita para delinquir, secuestro y lesiones graves. Los casos no avanzan y ese letargo judicial hace que Salinas rompa su silencio
- Cuántos han sido los agraviados que, a la fecha, han tenido el valor de contar las atrocidades que pasaron dentro del Sodalicio?
El Sodalitium Christianae Vitae, su fundador Luis Fernando Figari y su entorno han cometido una serie de crímenes y delitos que nosotros quisiéramos que paguen. No podría precisar cuántos fuimos afectados, pero yo soy el caso 10 y he escuchado hasta un 34. Lo cierto es que hay un montón de estos que no han pasado por la comisión (de Ética para la Justicia y la Reconciliación del Sodalicio) que supuestamente investigó todo esto.
-¿Esta denuncia sería una respuesta ante la parsimonia del sistema judicial y la posibilidad de que falle a favor de Luis Fernando Figari?
Nos gustaría creer que el Poder Judicial va a tomar cartas en el asunto y a considerar nuestra denuncia. Ojalá, porque no sé cuánto podría durar este proceso, se llegue a buen puerto, y sancione a Figari y sus encubridores. El caso, definitivamente, no está yendo por buen camino desde la parte fiscal, eclesial, política y por donde lo mires. No está pasando absolutamente nada y esa sensación de impunidad me rebela.
-Da la impresión, por ejemplo, de que en el Congreso hay más sobresalto por evitar la repartición de la píldora del día siguiente que por este caso de abuso de menores dentro del Sodalicio…
Sí, se da prioridad a tonterías y no a estas cosas. Que no se haga nada en un caso en el que se involucra la confianza de los padres, quienes delegan la responsabilidad de cuidar a sus hijos a este tipo de personajes, es inquietante y preocupante. Es algo que no debería ocurrir, pero todavía sigue pasando.
-¿Cuáles han sido los sentimientos o emociones que ha captado en los exsodálites cuando por primera vez le contaron sobre los abusos?
Vicente López de Romaña, al leer la investigación del libro Mitad monjes, mitad soldados y comprobar que había mucha gente que había pensado, sentido y padecido esos abusos, entendió que su caso no era excepcional, sino que todo era sistémico…
-Entonces, para usted, ¿el Sodalicio siempre tuvo la intención de captar menores para abusar de ellos?
Fue diseñado así, adrede. Se le dio un ropaje religioso para perpetrar esos crímenes. El informe de la comisión convocada por el propio Sodalicio habla de “esclavismo” y “servidumbre”, y refiere que las cosas que se practicaban dentro eran una cultura del abuso que violaba los derechos más básicos de la Constitución. Entonces, hay delitos, pues, porque lo dice la propia comisión. Lo que pasa es que el informe ha sido metido en un cajón y se hacen los locos, como si no existiera.
- ¿Qué tan importante es dicho informe en relación a la reciente denuncia y otras presentadas ante la Fiscalía?
Ese documento es valiosísimo, porque valida todo lo que está en la investigación de Mitad monjes, mitad soldados. No somos víctimas sexuales, pero hemos padecido manipulaciones, órdenes absurdas, maltratos físicos… Y si hablas con cada uno de ellos, te contarán que la pasaron muy mal. ¿Y por qué ahora sale la denuncia? Porque cuando estás secuestrado mentalmente, soportas todo esa clase de abusos y piensas que estás cumpliendo el ‘plan de Dios’.
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