Cuando la honestidad de la política peruana está profundamente cuestionada por la ciudadanía por razones comprensibles pues cotidianamente se constata que llegar al poder constituye la ocasión para llenarse el bolsillo a costa del bienestar de la gente, se requieren compromisos sólidos por una total transparencia, y una campaña electoral es una gran oportunidad para ello.
Esto necesita, sin embargo, dejar de lado las arengas a favor de la honestidad de quienes manejan los gobiernos pero sin un contenido sólido; y salir del terreno de los simples saludos a la bandera por la transparencia, para pasar a planteamientos que efectivamente permitan avanzar en esa dirección.
Para ello, nada mejor que empezar con el ejemplo, desde lo más alto de la administración pública, es decir, el propio jefe de Estado, y lo mejor sería un compromiso por una total apertura hacia la transparencia de los dos candidatos que han pasado a la segunda vuelta, uno de los cuales será el próximo presidente.
El planteamiento que se hace en esta columna es que tanto Keiko Fujimori como Pedro Pablo Kuczynski hagan públicas sus declaraciones de renta y de bienes con toda la precisión con que las presentan ante la autoridad tributaria, y establezcan un compromiso para que todas las personas que integren cargos importantes en sus gobiernos estén obligadas a replicarlos.
Eso es lo que acaba de disponer el presidente colombiano Juan Manuel Santos luego de una reunión que tuvo con el presidente de Transparencia Internacional, José Ugaz, con el fin de dar un compromiso con la transparencia y la lucha anticorrupción.
Este tipo de compromiso debería incluir no solo a los presidentes y a sus ministros sino, también, a congresistas, alcaldes, gobernadores regionales y, en general, a todas las personas que asuman una posición de tomador de decisiones en la administración estatal.
Se podrá responder que, en un contexto en el que la delincuencia no para de crecer, la revelación de las declaraciones de renta y de bienes con toda precisión puede implicar el tener que correr riesgos.
Y es cierto. Pero quienes no sientan que están dispuestos a correr ese riesgo que no ingresen a la política.
Sería ideal que en los próximos días el país pudiera observar un compromiso por parte de Kuczynski y Fujimori para realizar un verdadero striptease de sus ingresos y patrimonio, como expresión de voluntad real de combatir a la corrupción, predicando realmente con el ejemplo.
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