Caracas (AFP).- El Gobierno venezolano desestimó la posibilidad de que el presidente Nicolás Maduro sea revocado mediante un referendo, tras decretar un estado de excepción que, según analistas, busca cerrarle el paso a la consulta impulsada por la oposición. “Aquí Maduro no va a salir por referéndum”, dijo el vicepresidente, Aristóbulo Istúriz.
MEDIDA ESTRATÉGICA
Bajo el estado de excepción, el mandatario ordenó tomar las fábricas improductivas, estrategia que diversos analistas atribuyen a un líder acorralado.
Maduro, cuya gestión, según la firma Venebarómetro, reprueban siete de cada diez venezolanos, dispuso el sábado la intervención de las plantas paradas y el encarcelamiento de los empresarios que, según él, intentan desestabilizar al Gobierno, en la primera medida bajo el estado de excepción, que regirá por tres meses y que, dijo, será prorrogado sucesivamente hasta 2017.
CONTENER EL REVOCATORIO
Analistas consideran que el estado de excepción es parte de la estrategia del mandatario para evitar la realización, este año, del referendo revocatorio que impulsa la opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD).
En tanto, el presidente del Parlamento, Henry Ramos Allup, advirtió ayer vía Twitter que el Gobierno se prepara para convocar el revocatorio en febrero de 2017. Según una reciente encuesta de la firma Datanálisis, 70% de los venezolanos apoya un cambio de Gobierno.
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