lunes, 9 de mayo de 2016

César Lévano: Romper el empate

Ayer se publicó la encuesta El Comercio-Ipsos que revela que Keiko Fujimori le ha sacado leve ventaja a Pedro Pablo Kuczynski: 43,4 contra 41 por ciento en votos emitidos; 51,4 contra 6 por ciento en votos válidos. Lo cual indica que, aun en esa escala mínima, los votos blancos y viciados favorecieron al fujimorismo y condujeron a ese empate técnico.
La encuesta fue nacional y urbano-rural, y se llevó a cabo entre el miércoles 4 de mayo y el viernes 6.
Dada la cercanía de la elección, el 5 de junio, la ventaja de Keiko debiera alarmar a los sectores democráticos, izquierdistas y progresistas. Éstos debieran ir más allá del rechazo a la candidata autoritaria, patronal, contraria al medio ambiente y socia de la mafia seudosindical y asesina.
Esos sectores, los más conscientes y limpios de nuestro país, tienen que pensar en el grave peligro que Keiko significa para el progreso y la democracia, y también para los dineros fiscales y para la seguridad ciudadana.
El deber de los partidos y grupos democráticos no puede consistir en votar en blanco o viciado. Cada voto antifujimorista que siga esa directriz será un voto para Keiko, inevitablemente.
Por eso se requiere, sin duda, un debate corto pero intenso para definir el blanco y ajustar la puntería. Eso podría llevar a la conclusión de que para derrotar a Keiko hay que votar por PPK. Tal decisión puede no buscar un acuerdo, ni una alianza, y tendría que acompañarse de un deslinde que reitere los principios, los fines y la independencia de las fuerzas democráticas, para las urnas y para después.
La encuesta publicada ayer por El Comercio muestra que una contraofensiva democrática tiene perspectivas de éxito. En ella se ve, por ejemplo, que PPK capta en el Sur 39 por ciento de apoyo, mientras Keiko solo logra 31 por ciento. En el Centro, la ventaja es aún mayor para PPK: 48 contra 32 por ciento. Los jóvenes se han percatado del peligro: 45 por ciento que están entre los 18 y 24 años de edad se inclinan por PPK, y por Keiko, solo 39 por ciento.
Significativas son las preferencias por nivel socioeconómico. En las clases altas. PPK barre. En el A tiene 69 por ciento, versus 24 de Keiko. En el B, PPK obtiene 55 por ciento, frente a 35 de Keiko. De mucho peso es el resultado en el sector C, que incluye la amplia mayoría de votantes y abarca empleados, técnicos, obreros calificados y maestros. Ahí, PPK llega a 43 por ciento. Keiko se limita a 40.

No hay comentarios:

Publicar un comentario