domingo, 27 de diciembre de 2015

FUJIMORI: El condenado que manda desde la cárcel

El exdictador sigue siendo el amo y señor del fujimorismo. Keiko solo le ha respondido con el silencio.
Alberto Fujimori y Keiko Fujimori
Un tema aparte es el de las reparaciones civiles que debe pagar Fujimori. De acuerdo al Registro de Deudores en agravio del Estado, solo por delitos de corrupción, la deuda del expresidente asciende a más de S/. 27 millones. A este monto habría que sumar las reparaciones a las víctimas por los actos de violencia. Sin embargo, Fujimori ha negado su culpabilidad en reiteradas ocasiones, incluso en entrevistas a medios internacionales.
José Chlimper cree que Fujimori es inocente de todos los cargos en su contra. Keiko Fujimori, también. Pero la noticia más importante de las últimas semanas es la confirmación de que el verdadero jefe del fujimorismo es el exdictador, preso en la Diroes.
Alberto Fujimori empujó al silencio absoluto a Keiko, quien hasta el cierre de esta edición no había respondido sobre la orden de su padre que en una carta le conmina incluir en la lista congresal a Martha Chávez, Luz Salgado, María Luisa Cuculiza, Alejandro Aguinaga.
Antes de la carta, Keiko defendía a su padre ante las críticas del presidente Ollanta Humala, quien lo “corrupto” y “ladrón de marca mayor”. ¿Tenía razón el presidente?
De acuerdo a las sentencias emitidas por la Corte Suprema, el inquilino de la Diroes hasta la fecha ha enfrentado cinco procesos judiciales de los cuales, cuatro han sido por delitos de corrupción. De estos cinco procesos, ha recibido la mayor condena por el caso de las masacres de Barrios Altos, La Cantuta y los secuestros al periodista Gustavo Gorriti y al empresario Samuel Dyer.
Fujimori fue extraditado de Chile en 2007 y desde ese momento fue recluido. Sin embargo, recién a partir del 2009 se hizo efectiva su condena por casos de corrupción. La primera sentencia se emitió el 11 de diciembre del 2007, en ella consta que fue condenado por “delito de usurpación de funciones en agravio del Estado”.
En esa oportunidad, Fujimori fue acusado por allanamiento de morada, al haber ordenado a un militar que suplantara a un fiscal para ingresar ilegalmente la casa de Trinidad Becerra, esposa de su exasesor Vladimiro Montesinos con el objetivo de desaparecer los “vladivideos”. Por este caso fue sentenciado a 6 años de prisión.
LA CTS A SU SOCIO
Fujimori se acogió a la conclusión anticipada del proceso, es decir que se declaró culpable. Fue parte de una estrategia en su defensa para evitar el costo político de que se ventilaran detalles de los actos de corrupción cometidos durante su gobierno. Así afrontó los juicios por el pago de 15 millones de dólares por concepto de CTS a Montesinos y la compra de un canal de cable por parte del Estado. Fue condenado a siete años y seis meses de prisión.
La Corte Suprema lo sentenció a seis años de prisión por sobornos a congresistas tránsfugas y espionaje a políticos y periodistas. La sentencia dice textualmente que fue condenado por “Delitos contra la Administración Pública; peculado doloso, en agravio del Estado; contra la Administración Pública; corrupción de funcionarios; cohecho activo genérico, en agravio del Estado; y contra la Libertad, Violación del Secreto de las Comunicaciones, interferencia o escucha telefónica”.
COIMA A LA PRENSA
Otra sentencia contra Fujimori se dictó inicios de este año y lo condena a ocho años de prisión por haber desviado los fondos de las Fuerzas Armadas y del Servicio de Inteligencia Nacional (SIN), para pagar sobornos a los diarios chicha y contribuyan a su segunda reelección desprestigiando a sus opositores.
El fallo más importante contra el exdictador fue emitido el 7 de abril del 2009, que lo encuentra culpable de ser el autor mediato de los delitos de homicidio calificado y lesiones graves, por el asesinato de 9 estudiantes y un profesor de La Cantuta y de 15 participantes en una pollada, incluyendo a un niño de ocho años, en Barrios Altos. Según el derecho internacional penal, estos constituyen crímenes contra la humanidad.
La resolución incluye, además, que es el autor mediato del delito de secuestro agravado, contra el periodista Gustavo Gorriti y el empresario Samuel Dyer, en abril de 1992. Por estos delitos recibió la condena de 25 años de prisión efectiva. (Con información de Otra Mirada).

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