domingo, 15 de febrero de 2015

Urresti: Una amenaza para la democracia

Un día después de la muerte de un peruano por bala en Pichanaki, Daniel Urresti en entrevista con RPP (http://goo.gl/QiWSEk) afirma hasta cuatro veces en tres minutos que la policía no ha usado armas para reprimir la protesta:

Minuto 00:40 “Para comenzar, la policía va sin armas. Tenemos en la zona 1.700 policías”. 00:45 “Todos los efectivos han sido revistados para asegurarnos de que no tengan armas. Solamente cuentan con su vara, su escudo y gases lacrimógenos”. 1:52 “La policía no está utilizando ni balines ni munición de gomita ni ningún tipo de munición, solo gas lacrimógeno”. 2:06 “No tienen ningún tipo de armas, solamente su vara y sus gases lacrimógenos”.
Veinticuatro horas después de esto el ministro emite un comunicado en el que confiesa que la policía sí usó armas de fuego. Pone tremendo parche diciendo que hace dos meses emitió un memo que prohíbe a la policía el uso de armas de fuego en protestas. Releva al jefe policial del operativo, Cnel. Walter Figueroa Ingunza.
Dado el liderazgo duro y avispado del ministro Urresti resulta difícil creer que policías en mancha disparen a más de 30 civiles sin una orden de alto calibre, o que el jefe policial contravenga suicidamente al ministro y ordene disparar.
Sin embargo, es lo que dice el propio ministro en RPP lo que lo delata. Allí reconoce saber que ya hay un muerto. Min. 2:34 “En la noche también se tomó conocimiento de que había un civil herido y que era trasladado a Satipo, donde falleció a las 02:30 de la mañana”.  Era Ever Pérez Huamán, que llegó al Hospital de Pichanaki con herida por arma de fuego (PAF) en el abdomen según registros del hospital (http://ow.ly/i/8BLRq/original). ¿Quiere el ministro Urresti que creamos que nadie le dijo que fue por arma de fuego? ¿O que creamos que él no preguntó la causa de muerte de un civil durante la protesta?
Ese mismo miércoles 11, Milagros Leiva escribió en Twitter que el propio director del Hospital de Pichanaki, Daniel Huamaní, reportó 32 heridos de bala. Medios alternativos (Tomate Colectivo, Radio Bomba, Guerrilla Audiovisual) reportaban testimonios y pruebas de heridos por armas de fuego.
Digamos que el avispado ministro no se enteró, sin embargo se delata él mismo cuando en la entrevista con RPP menciona hasta dos veces que tiene conocimiento de que hay más de 30 heridos civiles en el hospital de Pichanaki. Min. 2:11 “Se dispersó a las personas, quedamos con 37 heridos que están en tratamiento”. 2:52 “Hoy en la mañana nos enteramos de que en el hospital habían sido atendidos hasta 35 personas de la población”. ¿No le interesó preguntar heridos de qué? ¿Nadie le reporta algo así de grave?
Si en la entrevista del miércoles 11 de febrero con RPP Urresti ya sabe del muerto por bala, ya sabe de los más de 30 heridos por bala en el hospital y omite mencionar las causas, ¿podemos creer que es porque no sabía? Al ministro le dicen: “Ministro, hay más de 30 heridos y un muerto” ¿y él no pregunta de qué? Difícil. ¿El estruendo de las balas dura dos días, como se ve en este video (http://goo.gl/B300rg), y él no se entera?
Al día siguiente, jueves, convenientemente emite su comunicado aceptando que la policía sí usó armas. Justo después de que Canal N desde Pichanaki mostrara el cerro de municiones, cacerinas y ciudadanos heridos. Y luego de que Iván Lanegra de la Defensoría tuiteó: “Director Hospital #Pichanaki: 32 heridos por arma de fuego, 28 por arma simple, 9 afectados por gas lacrimógeno y 75 policontusos. Un muerto”.
Si fuera el caso de que el jefe policial, cual kamikase, desobedeció a su ministro y ordenó disparar, ¿cómo permanece en una cartera tan sensible un ministro a quien tan fácilmente se le desobedece una orden tan delicada como la de no dispararle a civiles?
Urresti debe irse porque tiene responsabilidad política en esta salvajada en la que ha muerto un joven, otro está muy grave y 32 peruanos fueron abaleados como delincuentes por protestar. Debe irse porque con él ha habido una escalada de violencia ciudadana, violencia policial y criminalización de la protesta (http://goo.gl/jvKk5f). Su supuesto memo de no disparar se contradice con la peligrosa ley que viene promoviendo (http://goo.gl/ghMQ01) y que da impunidad total a policías que en o fuera de funciones asesinan o causan lesiones graves.
¿Qué nos garantiza que la próxima vez que un policía mate a alguien en una protesta el ministro no se lave las manos con su memo? ¿Así de fácil es? ¿Así de poco vale la vida de un peruano? Basta de desprecio, basta de impunidad. Este ministro es una amenaza para la democracia, para la seguridad, la paz social, y una amenaza para la integridad de los ciudadanos en las calles.

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