viernes, 27 de febrero de 2015

En Perú existen 11.805 presos que no saben leer ni escribir.


Sectores educación y justicia inician el programa 'Libertad de aprender' en 68 penales del país, con el cual los reos podrán completar sus estudios escolares. Especialista reitera la relación entre el analfabetismo y la delincuencia.


Adriana Mayo

Las cartas que salen de los distintos penales del país no siempre son escritas por los firmantes. Según cifras del Instituto Nacional Penitenciario (INPE), el 16% de los internos no sabe leer ni escribir. Esto quiere decir, que de los reclusos a nivel nacional (72.127 hasta diciembre pasado), 11.805 nunca asistieron a una escuela (analfabetos absolutos), o si lo hicieron, no culminaron sus estudios primarios (analfabetos funcionales).

La estadística detalla, además, que la mayoría de los presos que no tuvo el acercamiento oportuno a un servicio educativo reside en la región Lima, teniendo en cuenta que la capital del país concentra el 50% de la población penitenciaria.

Para la presidenta de Foro Educativo, Teresa Tovar, estos datos demuestran que, si bien el analfabetismo no es causa mecánica de la delincuencia, existe una conexión entre estos dos puntos.

"Si una persona no tuvo la oportunidad de aprender a leer y escribir cuando era niño, esa situación repercute en la formación de la identidad y autoestima, pues hace que se sienta disminuida ante el resto y que tome una decisión para repararlo", señaló la especialista en educación.

De acuerdo con Tovar, un individuo que vive en el analfabetismo cuenta con tres opciones: la resignación de vivir en ese estado, el deseo de superación o seguir el camino equivocado, como es el caso de miles de delincuentes.

EDUCACIÓN EN PENALES

Ante esta situación, y en busca de brindarles a los internos la oportunidad que no tuvieron de niños, la carteras de Justicia y Educación firmaron ayer una alianza que busca reducir la tasa de analfabetos en los centros penitenciarios. Esto con el objetivo de contribuir a la resocialización y reinserción de los reclusos en todo el país.

Este programa denominado 'Libertad de aprender' se desarrollará de forma gradual en tres etapas, anunció el titular de Educación, Jaime Saavedra. En la primera se atenderán 15 establecimientos entre los que destacan: San Pedro, Callao (ex Sarita Colonia), Mujeres de Chorrillos, Cajamarca, Trujillo, Huánuco, Ayacucho, Arequipa, entre otros. Allí educarán a 750 reclusos en analfabetismo absoluto y 930 en analfabetismo funcional.

En la segunda etapa, el programa abarcará 30 penales, para luego cubrir el total, es decir, los 68 centros penitenciarios existentes en todo el país. Hay que precisar que este convenio tiene una duración de dos años renovables.

El programa fue anunciado ayer en el penal de varones San Pedro (antes Lurigancho), donde más de un interno mostró su interés en aprender a leer y escribir, pese a la edad.

"Tengo una hija de 10 meses y no quiero que ella pase lo que he pasado, quiero que su futuro sea diferente. Por eso estoy aquí (en un aula) dispuesto a aprender para, de esa forma, darle un ejemplo de vida", expresó Germán Chiri (23).

Para este proceso educativo, el Minedu ha dispuesto la contratación de 112 profesores especialistas en alfabetización (50 para analfabetos absolutos y 62 para nivel primaria). Ellos impartirán lecciones diarias a los alumnos en las aulas de los diferentes Centros de Educación Básica Alternativa (CEBA).

Al recurso humano se suma también la entrega de cuadernos de trabajo especializados así como la implementación de la biblioteca con nuevos libros de cuentos y novelas.

“El Estado les está dando posibilidad de salir adelante, ya depende de ustedes tomarla o no", enfatizó el ministro de Justicia, Daniel Figallo.

CLAVES

De los 11.805 reclusos iletrados, 1.305 son analfabetos absolutos y 10.500 funcionales.
El convenio entre el Minedu y el Minjus permite a los reclusos culminar dos grados educativos en solo 10 meses.



Inicio del año escolar podría posponerse

Debido a las condiciones climatológicas de algunas regiones del país, el inicio del año escolar podría retrasarse unas semanas; así lo precisó el ministro de Educación, Jaime Saavedra, durante la firma del convenio con el Ministerio de Justicia.

"Existen algunas regiones que no solo se han visto afectadas por los fenómenos climáticos, sino también con olas de calor, por lo que se está coordinando con los gobierno regionales posponer el inicio de clases una o dos semanas en Piura y algunas regiones de la selva", señaló Saavedra.

Si se adopta esta medida, las horas perdidas por el factor clima deberán recuperarse. "En ese caso se tiene que modificar el calendario escolar de tal manera que cumplan con el mínimo de horas anuales", añadió.

Saavedra explicó, además, que se están interviniendo 370 escuelas para mejorar su infraestructura.

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