Ministro Nieto defendió hace unas semanas el satélite comprado a Francia por el régimen humalista. Hoy el Senamhi revela que no sirve para monitorear las precipitaciones, pues sus imágenes llegan un día después.
El martes 21 de enero, cuando la presidenta del Congreso, Luz Salgado, visitó la Comisión Nacional de Investigación y Desarrollo Aeroespacial (Conida), fue informada por su jefe institucional, mayor general FAP Carlos Caballero León, que se habían entregado a las operaciones de emergencia vinculadas a los desastres naturales un total de 114 imágenes procedentes del satélite PerúSat-1, comprado a Francia por 597 millones de soles.
Pero el martes 7 de febrero, durante la presentación del ministro de Defensa, Jorge Nieto Montesinos, ante el Congreso de la República, Salgado Rubianes quedó estupefacta cuando este dijo, muy suelto de huesos, que el satélite de Ollanta Humala no emite fotografías en tiempo real, por lo que poco o nada es lo que podría servir para prevenir las intensas lluvias, los huaicos e inundaciones que desde esa fecha ya azotaban al país.
Satélite comprado por humalistas resultó ser un “elefante blanco”
Hoy, el Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología (Senamhi) nos ha enrostrado una cruda realidad: que el satélite, adquirido en una cuestionada compra a la compañía francesa Airbus Defence & Space, no le sirve ni para monitorear las lluvias que azotan el territorio.
Esto debido a que envía imágenes cada 24 horas, es decir un día completo después de tomadas, a diferencia de otros como el Satélite Geoestacionario Operacional Ambiental (GOES, por sus siglas en inglés), que transmite información visual cada 30 minutos.
Luis Suárez, meteorólogo del Senamhi, dejó en claro que no se pueden prevenir los estragos del fenómeno denominado ‘El Niño Costero’, simplemente porque informa sobre el desplazamiento de nubes o la llegada de lluvias un día después, cuando ya las poblaciones pueden estar inundadas o haber sido barridas por los huaicos, como ha ocurrido en muchos puntos del país.
General FAP Carlos Caballero León, jefe de la Conida y encargado de operar el satélite, está en cura de silencio
MANIFIESTO intentó comunicarse con el mayor general FAP Carlos Caballero León, jefe institucional de la Conida -entidad encargada de operar el PerúSat-1- pero sus asistentes dijeron que estaba en una reunión.
El jueves 8 de diciembre pasado, cuando Francia entregó el pleno control del satélite al Perú, en una ceremonia a la que asistió el embajador del país galo, Fabrice Mauriés, el ministro Nieto Montesinos halago las supuestas bondades de este satélite, cuya compra, aparentemente sobrevalorada, está siendo investigada por la Comisión de Defensa del Congreso, donde ya se ha interrogado al exPresidente Ollanta Humala y a su exministro Pedro Cateriano.
De acuerdo a la información que se ha vendido, el PerúSat-1 pesa 400 kilogramos y viaja a una velocidad de 7 kilómetros por segundo, a 694 kilómetros de distancia de la Tierra, con un ancho de barrido de 14.5 kilómetros.
Gobierno anterior lo presentaba como la octava maravilla del mundo… pero en la práctica, satélite resultó poco funcional
Y mientras los pueblos del Perú siguen siendo arrasados por el lodo y las piedras, en los ambientes del Parlamento reverberan las declaraciones del ministro: “El satélite no es un transmisor de televisión, no es eso, si alguien está esperando ver en tiempo real lo que está observando el satélite, así no funciona (…) No funciona como si fuera la transmisión del mundial de fútbol”
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