lunes, 27 de junio de 2016

Profesora busca hace 30 años a esposo desaparecido

Teófilo Rímac Capcha fue secuestrado por militares de su casa de Cerro de Pasco y nunca más se supo de él.
Hija del desaparecido Teófilo Rímac Capcha.
Denis Merino 
Diario UNO
Al día siguiente que el presidente Humala promulgara la Ley de Búsqueda de Desaparecidos, se cumplió 30 años de la desaparición del dirigente minero, campesino y político de Cerro de Pasco, Teófilo Rímac Capcha.
Desde aquel día infausto en que lo desaparecieron, su esposa e hijos lo buscan sin encontrar respuesta sobre el lugar donde habría sido enterrado después de sufrir crueles torturas.
La profesora Doris Caqui recuerda con nitidez como un 22 de junio a medianoche y luego de patear la puerta de su casa, un grupo de militares lo sacó a viva fuerza y nunca más volvió a verlo, aunque por versiones de presos en la entonces base militar El Carmen Bajo, Teófilo fue llevado a ese lugar donde fue golpeado hasta morir.
UNA LUCHA SIN FIN
“Fue un golpe terrible para nosotros, estaba embarazada de mi última hija que en su homenaje se llama Libertad Teófila y tenía otros tres pequeños, me quedé sola con mis cuatros niños, mientras trabajaba algún familiar o persona contratada los atendía, igual insistía todo el tiempo para que me devuelvan a mi esposo o por lo menos me digan donde lo enterraron pero fue y sigue siendo en vano.”
Caqui, una de las principales activistas de Derechos Humanos, durante algunos años desempeñó el cargo de Coordinadora de Organizaciones de Victimas y Afectados por la Violencia Política, señala que a los pocos días que se llevaron a su esposo se enteró que lo habían torturado hasta morir.
“El dueño de un restaurante de Cerro de Pasco me contó que escuchó cuando un grupo de militares, mientras comían, comentaban que con Teófilo se les pasó la mano, incluso alguno derramó unas lagrimas reconociendo que era inocente de las acusaciones de senderista, claro que el testigo me hizo jurar que no mencione su nombre porque podía pasarle algo, en esa época apresaban a cualquiera, los torturaban y a muchos los desaparecían, fue en el primer gobierno de Alan García”, dijo.
ESCÉPTICA
Meses después, Doris llegó a Lima en busca de justicia pero no la encontró. “Aunque recibí mucho apoyo del exdiputado Javier Diez Canseco, tengo un excelente recuerdo y guardo un gran cariño por él”.
Sobre la reciente Ley promulgada expresa que le parece un paso importante en la búsqueda de desaparecidos aunque sospecha que es difícil que aparezcan los restos de su esposo.
La base militar donde mataron al dirigente “fue destruida a los pocos meses que se llevaron a Teófilo y ahora hay una carretera en ese lugar y si lo enterraron ahí mismo, será difícil hallarlo, salvo que alguno de los militares que lo secuestro y torturo hablen”.
Doris reitera que su esposo no tenía nada que ver con Sendero Luminoso y por el contrario era opositor de ese grupo. “Era secretario general del Focep en Cerro, el partido del doctor Genaro Ledesma que en esa época pertenecía a Izquierda Unida”.
ADEMÁS
Doris Caqui, sus hijos y nietos, estuvieron el pasado miércoles en una vigilia por los desaparecidos en el Parque de la Democracia y el sábado último en un homenaje a cerca de 16 mil peruanos cuyo paradero se desconoce, en el memorial El Ojo que Llora del Campo de Marte.

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