sábado, 6 de diciembre de 2014

Finlandia acaba con la escritura a mano y la reemplaza por la mecanografía con teclado.

¿Cómo afectará al aprendizaje?



Es el fin. El sistema educativo finlandés ha decidido sustituir el aprendizaje de la escritura a mano caligráfica –no así la de imprenta– por clases de mecanografía en el teclado QWERTY a partir del curso 2016/2017. Una decisión que probablemente empezará a ser replicada en el resto del mundo, gracias a la buenísima reputación de la que goza el país escandinavo debido a sus resultados en los exámenes PISA.

No es la única medida que atenta con poner fin a los cuadernos Rubio. En Estados Unidos, los estándares de Núcleo Común (o Common Core standards), que han sido adaptados en gran parte del país, sólo exigen a los alumnos la legibilidad de sus textos hasta el Primer Grado, a los siete años. Desde ese curso, los esfuerzos docentes se centran en que los estudiantes tecleen lo más rápido posible, como ocurrirá en Finlandia. “Las habilidades de escritura rápida son una importante competencia nacional”, ha manifestado Minna Harmanen, del Consejo Nacional de Educación, que desarrolla el plan de estudios.


Aunque reconoce que se trata de una importante transformación social, esto facilitará la adquisición del lenguaje, puesto que el ordenador se encuentra más ligado a la vida cotidiana de los niños que un folio. ¿Quién escribe a mano hoy en día? Efectivamente, cada vez menos personas, y por eso ya hay muchos jóvenes que no son capaces ni siquiera de enviar una carta. Desde un punto de vista estrictamente utilitario, la lógica es aplastante: en el futuro cercano, ya sólo utilizaremos los dispositivos tecnológicos para comunicarnos, por lo que parece normal que la escritura a mano corra la misma suerte que otros conocimientos que últimamente se han considerado desfasados, sólo defendidos por nostálgicos, como la enseñanza del latín o el griego. ¿O no?

Integrados tecnológicos y apocalípticos de la vieja escuela

Como suele ocurrir cada vez que un adelanto tecnológico propicia un cambio en los programas educativos, las reacciones suelen dividirse entre apocalípticos e integrados, entre aquellos que lamentan que los tiempos cambien y los que celebran el “adaptarse o morir”. Entre estos últimos se encuentra, por ejemplo, el experto en nuevas tecnologías Enrique Dans, que en una entrada en su blog explicaba que escribir a mano es muy poco práctico y la firma, un método de autentificación poco seguro. Desde su punto de vista, la preservación de la escritura manual es poco más que una reivindicación romántica.

Hay buenas razones para defender el aprendizaje de la tipografía. De igual manera que tener una caligrafía adecuada y una mano rápida eran vitales para tomar notas en la universidad y hacernos entender, teclear rápido y sin errores será una cualidad igual de imprescindible. Además, las formas de gestionar la información han cambiado: la escritura ya no es tan lineal como en el pasado, y los jóvenes ya están acostumbrados a editar la información cambiando párrafos de orden o revisando varias veces lo escrito, cosas que no se podrían hacer en un texto no digital. Las notas se toman de forma más rápida en un teclado que con un bolígrafo y un folio.


¿Qué te pareció esta noticia? Coméntanos en: TWITTER y FACEBOOK.

No hay comentarios:

Publicar un comentario