domingo, 3 de noviembre de 2013

Tres lecturas, una verdad delicada

Publicado: Domingo 03 de noviembre del 2013 | Columna del Director | Imprimir | Compartir  | 323 Lecturas

Tres textos atrajeron mi atención este fin de semana: la noticia de que un avión no tripulado –un “drone”– había matado al líder de los talibanes en Pakistán Hakimulah Mehsud; una reveladora entrevista del semanario galo Le nouvel observateur a John Le Carré, el maestro de la novela de espionaje; y el extraordinario libro de Óscar Ugarteche y Eduardo Martínez-Ávila La gran mutación. El capitalismo real del siglo XXI.


César Lévano
César Lévano
Razón Socialcesar.levano@laprimeraperu.pe
El extenso diálogo con Le Carré es ejemplo de cómo la gran entrevista se transforma en reportaje, en periodismo literario. Leyendo casi simultáneamente “La gran mutación” y esa conversación nos percatamos de cuán hondo es el conocimiento del novelista sobre la realidad mundial.

En el libro de economía se señala la militarización excesiva del gasto militar y su criminal interés privado. Se lee ahí: “Detrás está la doctrina política llamada del ‘nuevo siglo estadounidense’ construida por los asesores de Bush entre 1998 y 2008. Las guerras no hay que ganarlas, sino tenerlas y que se perpetúen, utilizando ejércitos privados, de forma que sean rentables.”

Esa es una de las mutaciones que examinan los economistas. Le Carré describe así en su flamante libroUna verdad tan delicada la anterior etapa:

“Hemos conocido siempre a los Estados Unidos en estado de guerra permanente, lo cual era asunto del gobierno. La única manera de unir a un gran país es instalar en él un sentimiento de miedo, de amenaza exterior para su seguridad, lo cual le permite presentarse como víctima. Pero de Vietnam a Afganistán y a Irak, los Estados Unidos no han cesado de perder sus guerras, pagando un pesado tributo material y humano. Los Estados Unidos han considerado siempre como única solución a su paranoia, a su obsesión por el mundo exterior, el conflicto armado –o bien, en lo que concierne a los servicios secretos, las operaciones de subversión clandestina, como en Irán en 1953, en Guatemala y en toda América Latina.

“El problema es que nosotros, los occidentales, percibimos como forzosamente hostil toda tentativa de autodeterminación, toda reivindicación de soberanía nacional o de no alineamiento. Es una vergüenza, un baldón en nuestra historia, y es la razón de este estado de guerra perpetuo. Todo esto para guerras tan estúpidas como las intervenciones en Panamá y en la isla Granada –¡mi preferida!”.

El trabajo de Ugarteche y Martínez-Ávila está repleto de estadísticas y revelaciones, de lectura fácil, sin embargo, gracias a una prosa severa y cristalina. El espacio nos impone su ley, y debemos concluir, citando las últimas líneas del texto: “Una economía alternativa implica una sociedad alternativa y viceversa.

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