sábado, 2 de noviembre de 2013

Juan Jiménez Mayor y sus calatos

María Cecilia

Irreverencias
En las últimas semanas varias ONG de izquierda, representadas por la CNDDHH y Rocío Silva, han tratado de utilizar al pueblo nahua para impulsar su agenda contra la inversión privada y el Lote 88. Ayer, Aidesep, la CNDDHH y DAR se presentaron ante la CIDH para informar acerca de la situación de los DDHH de los pueblos en contacto inicial y aislamiento de la Reserva Territorial Kugapakori, Nahua, Nanti. Muy diligentes presentaron videos y fotos de los avistamientos de los no-contactados: mashco-piros que pertenecen a Madre de Dios y no tienen nada que hacer con el Lote 88.
Los nahua no son no-contactados, ellos se convirtieron en pueblo en contacto inicial en 1984 y hoy son un pueblo asentado. Ellos llegaron a Lima buscando ser escuchados. Resulta que existe un fondo creado por el Consorcio Camisea, en virtud a un convenio firmado con la comunidad que desde el 2001 está en "custodia" del organismo estatal de turno (hoy el VM Interculturalidad) al que, por razones burocráticas, no tienen acceso. Los nahua no se oponen a la inversión privada, ellos quieren beneficiarse del desarrollo.
En Lima se contactaron con el Viceministerio de Interculturalidad para que a través del Estado se les permita participar en la audiencia ante la CIDH. El Estado los ignoró. Sin embargo, llegaron a Washington, a la CIDH y se sentaron en la primera fila, frente a los comisionados. Rocío Silva no solo no los miró sino que en su presentación fue incapaz de informarle a la CIDH que los nahua, a quienes las ONG dicen defender y a quienes llaman "calatos" tenían ropa, pasaporte y estaban en la audiencia listos para ser escuchados y defender ellos mismos sus derechos e intereses.
¿Sabe qué hizo el Estado peruano? Una presentación vergonzosa, sumisa, de cabeza gacha, incapaz de defender los intereses del país. Un representante del Viceministerio de Interculturalidad con una presentación mediocre. Un procurador supranacional incapaz de decir que los nahua estaban ahí para ser escuchados y una representante del MEM, a quien al preguntarle por qué no habían presentado a los nahua y por qué permitían que la CNDDHH presentara fotos de mashco-piros confundiendo a la CIDH, no supo qué decir. Esa es la mediocre defensa del Estado peruano. Un país de ingreso medio-alto. ¡La vedette de Latinoamérica!
¿Por qué el expremier Jiménez y su ministro de Justicia no se preocuparon en recibir a los nahua y en reconocer el esfuerzo que estaban haciendo al viajar a Lima y luego a Washington? ¿Por qué el Estado no los apoya en la defensa de sus derechos y de la inversión privada? ¿Sabe por qué? Porque la caviarada y las ONG de izquierda vienen de las mismas canteras y tienen el mismo "bisnes". Es imperdonable que los nahua hayan llegado a Washington y el Estado no los haya acogido ni apoyado. Es imperdonable que los ministros se preocupen más en filtrar fotos de un expresidente del Perú, viejo, enfermo y calato. Esta es una muestra de la mediocre administración del presidente Humala y del legado de Juan Jiménez Mayor.

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