Por: Juan Carlos Tafur
Se han subrayado diversos errores estratégicos cometidos por Pedro Pablo Kuczynski y se atribuye a ellos su caída en las encuestas. Entre otros, se le enrostra su falta de actitud para encabezar una gran cruzada antifujimorista en contra de la posibilidad del retorno dictatorial.
Cabe preguntarse, sin embargo, si de repente lo que está equivocado de cabo a rabo es el consejo y si es por culpa de haberlo querido aplicar que PPK se ha desmoronado en las mediciones electorales.
La propia encuesta de Ipsos indica que para la población, la ubicación de ambos candidatos en el eje democrático-autoritario es muy parecida, no habiendo, en consecuencia, materia prima para trazar una estrategia de diferenciación electoral a partir de la misma.
Pretender que la población se sensibilice respecto del riesgo dictatorial del fujimorismo parece ser un esfuerzo inútil. Para la mayoría de peruanos, el gobierno de Fujimori no fue una dictadura, a lo sumo un régimen autoritario que actuó frente al terrorismo con parámetros que, encima, ellos esperan que se reactiven en el país.
Fujimori no fue Suharto o semejantes, por más placer ideológico que genere equipararlos. Tales identidades solo caben al amparo de miradas ideológicas interesadas, no ante los ojos del ciudadano de a pie. Es tan absurdo como tratar a Fuerza Popular equiparándolo a una suerte de Movadef derechista.
¿No sería acaso mejor estrategia anteponer la inmensa corrupción de los 90, denunciar el carácter retardatario en términos de reformas en sus postrimerías, su ineficacia en la solución de problemas estructurales? ¿No es más eficaz contrastar una mejor propuesta en materias como seguridad o mejoría económica?
El eje autoritarismo-democracia carece de filo electoral y no le hace daño a la candidata naranja. Si PPK persiste en el guión izquierdista contra Keiko Fujimori le está regalando el triunfo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario