domingo, 1 de mayo de 2016

Álvaro Vargas Llosa:"El fujimorismo busca perpetuarse en el poder"



Por: Juan Hidalgo @prehidalgo

Desde Wash­ington, Ál­varo Vargas Llosa analiza el escenario electoral y sorprende al revelar que para él, un liberal, la me­jor candidatura fue la de la izquierdista Verónika Mendoza.

¿Qué aspectos resal­taría en Pedro Pablo Kuczynski y qué es lo peor que le ve?

A ver. Primero, cual­quier persona que a esa edad se lanza a una can­didatura presidencial, evidentemente, está de­mostrando mucho amor por su país. Es una per­sona que no tiene ningu­na necesidad de demos­trar y de hacer lo que está haciendo. Podría estar en su casa tranquilamente, disfrutando del fruto o producto de su trabajo de muchos años.

¿Y negativo?

El apoyo al fujimoris­mo en la segunda vuel­ta del 2011, yo lo dije en su momento. Creo que es un error importante por el que ha pagado un pre­cio, pero esa equivoca­ción la cometieron mu­chísimos peruanos. Creo que el tiempo demos­tró que se habían equi­vocado. Podemos hablar bien o mal del Gobierno de Humala, pero no po­demos decir que fue una dictadura chavista.

¿El factor de su edad importa?

Hay muchos casos de gobernantes de setenta y pico años que han tenido la salud perfectamente a la altura de lo que se es­peraba. La impresión que yo tengo es que está muy bien de salud. Ya quisiera yo llegar a los 77 años de esa forma.

Le hago la misma pre­gunta para Keiko Fuji­mori. ¿Qué aspectos po­dría resaltar y criticar?

Yo no solamente no tengo una antipatía per­sonal por ella, sino que le he reconocido muchas veces, en muchas entre­vistas y en muchas in­tervenciones en el pasa­do, algunos méritos. Creo que el hecho de haberse quedado en el Perú a pe­lear por la reconstrucción del fujimorismo, el reco­rrer como hormiga el país mientras los otros políti­cos se dedicaban a pelear en Lima, el haber inten­tado suavizar o morige­rar los aspectos más agre­sivos del fujimorismo… todo eso hay que recono­cerlo. Es un trabajo que se debe, sobre todo, a los méritos de ella.

Entonces, ¿qué pro­blema hay?

El problema cen­tral es que el fujimoris­mo, como tal, sigue sien­do una fuerza autoritaria y populista que no ha ter­minado de pagar el pre­cio que hay que pagar por lo que le hizo al Perú en los años 90. Tiene toda­vía en sus filas a muchísi­ma gente que, de llegar al poder, y lo estamos vien­do por la manera como se conducen en la segunda vuelta, empezarían, evi­dentemente, a actuar con miras a perpetuarse en el poder. No con un nuevo 5 de abril -hoy no es necesa­rio hacer eso-, pero sí per­petuarse, probablemente, estableciendo un sistema de clientela política, a tra­vés de tácticas populistas que le permitan ganar las elecciones dentro de cinco años. Yo sí veo ese riesgo, sobre todo con un Con­greso tan aplastantemen­te fujimorista como el que tendría a su servicio.

PROYECTO POLÍTICO
Para redondear la idea, ¿cuál considera que es el proyecto fujimorista?

Lo primero es la reivin­dicación de Alberto Fujimo­ri como figura. Ellos mismos, cuando lanzaron el proyec­to, lo expresaron así. Básica­mente, el objetivo era sacarlo de la cárcel. Luego, evolucio­nó cuando se dieron cuenta de que tenían la posibilidad de volver al poder y creo que, en ese ejercicio, la propia Keiko Fujimori tuvo mucho que ver.

¿A qué se refiere?

El hecho de reconocer erro­res importantes -y creo que se ha atrevido a hablar de delitos, incluso- indica hasta qué pun­to ellos mismos son conscien­tes de que tienen la posibilidad de volver al poder y de que no lo lograrán si no reducen un poco el antifujimorismo, pero eso no quita que el fujimoris­mo, como fuerza, siga reivin­dicando la dictadura y que tie­ne como objetivos y como prácticas un tipo de populis­mo autoritario que, yo creo, es la negación de lo que necesita el Perú para acabar de desarro­llarse. De modo que, por eso, creo muy importante que los votantes peruanos hoy día no le entreguen el Poder Ejecuti­vo a una fuerza que tendrá el control del Legislativo.

PELEA DE HERMANOS
Kenji Fujimori ha dicho que si Keiko no gana, él podría postular en las siguientes elec­ciones. ¿Considera que tiene el talento político para ello?

Creo que Kenji se ha vuelto uno de los peo­res enemigos de la can­didatura de su hermana. A Kenji habría que po­nerle luces y taquígra­fos toda la campaña para asegurarnos de que todas sus ‘meteduras de pata’ sean magnificadas por los medios de comunica­ción. Ese es el gran pro­blema del fujimorismo: Keiko puede hacer deno­dados esfuerzos para con­vencernos de que es otra cosa, pero ahí están la se­ñora Chacón diciendo tonterías, el hermano di­ciendo tonterías, el señor Becerril diciendo tonte­rías, el fujimorismo sien­do fujimorismo. Si actúan así en una segunda vuelta en la que están muy cerca de llegar al poder, ¡¿qué no harán cuando estén en el poder, cuando ya no tengan que aspirar a nin­gún otro objetivo?!

Entonces, ¿nada ha cambiado?

Podrá Keiko controlar a toda esta gente, podrá poner en cintura todos es­tos impulsos y arrebatos de gente soberbia, arro­gante y autoritaria por na­turaleza. Para que Keiko me convenza a mí de que ella es distinta, no tiene que demostrarme que ella es distinta: tiene que pro­barme que el fujimoris­mo es distinto y eso es un imposible, porque el fuji­morismo es, por naturale­za, el populismo autorita­rio peruano.

Keiko Fujimori ha dicho que para que Mario Vargas Llosa, su padre, opine sobre el país, debe mudarse y vivir en el Perú.

Le doy un consejo de amigo a Keiko: hay una re­gla de oro en política: nun­ca competir con quien no está en la cédula de sufra­gio. Nosotros cometimos ese error en los años 90. Mi padre fue candidato y uno de nuestros errores fue competir con Alan García, que era presidente. Distra­jimos municiones. Mi con­sejo es el siguiente: olví­date de Mario, porque si sigues por ese camino, vas a caer derrotada. Esto lo digo, desde luego, con un poco de cinismo, porque yo quiero que pierda.

Su voto, entonces, irá para Kuczynski

Mi voto va para Ku­czynski. Quiero ser justo con los otros candidatos. La candidata más intere­sante es, para mí, Veró­nika Mendoza. Ya quisie­ra, como liberal, tener una candidata como ella, pero en lo liberal, no con sus ideas equivocadas en mu­chas cosas. La candidatu­ra de Alfredo Barnechea fue muy interesante, pero cometió un gran error: dis­putarle votos de izquierda a Verónika. No, debió dis­putarle votos de centroiz­quierda y centroderecha a Pedro Pablo Kuczynski.

Verónika Mendoza es “dinamita pura”

 El escritor Álvaro Vargas Llosa consideró que el origen mixto de la excandidata presiden­cial del Frente Amplio, Verónika Mendoza, al ser cusqueña y quechuahablante con ascenden­cia francesa, es “políticamente, dinamita pura”.
“Es una persona joven. Tiene facilidad de trato con la población y magia para hacerlo; algunos le llaman a eso carisma. Además, es una perso­na atractiva físicamente. Tiene todos los atributos para ser una extraordinaria candidata. El proble­ma que tiene es que todavía está atrapada en una vieja idea de la izquierda. Creo que no ha llegado a entender el rol clave de la empresa privada en la generación de izquierda”, puntualizó.

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