Por: Juan Hidalgo | @prehidalgo
Desde Washington, Álvaro Vargas Llosa analiza el escenario electoral y sorprende al revelar que para él, un liberal, la mejor candidatura fue la de la izquierdista Verónika Mendoza.
¿Qué aspectos resaltaría en Pedro Pablo Kuczynski y qué es lo peor que le ve?
A ver. Primero, cualquier persona que a esa edad se lanza a una candidatura presidencial, evidentemente, está demostrando mucho amor por su país. Es una persona que no tiene ninguna necesidad de demostrar y de hacer lo que está haciendo. Podría estar en su casa tranquilamente, disfrutando del fruto o producto de su trabajo de muchos años.
¿Y negativo?
El apoyo al fujimorismo en la segunda vuelta del 2011, yo lo dije en su momento. Creo que es un error importante por el que ha pagado un precio, pero esa equivocación la cometieron muchísimos peruanos. Creo que el tiempo demostró que se habían equivocado. Podemos hablar bien o mal del Gobierno de Humala, pero no podemos decir que fue una dictadura chavista.
¿El factor de su edad importa?
Hay muchos casos de gobernantes de setenta y pico años que han tenido la salud perfectamente a la altura de lo que se esperaba. La impresión que yo tengo es que está muy bien de salud. Ya quisiera yo llegar a los 77 años de esa forma.
Le hago la misma pregunta para Keiko Fujimori. ¿Qué aspectos podría resaltar y criticar?
Yo no solamente no tengo una antipatía personal por ella, sino que le he reconocido muchas veces, en muchas entrevistas y en muchas intervenciones en el pasado, algunos méritos. Creo que el hecho de haberse quedado en el Perú a pelear por la reconstrucción del fujimorismo, el recorrer como hormiga el país mientras los otros políticos se dedicaban a pelear en Lima, el haber intentado suavizar o morigerar los aspectos más agresivos del fujimorismo… todo eso hay que reconocerlo. Es un trabajo que se debe, sobre todo, a los méritos de ella.
Entonces, ¿qué problema hay?
El problema central es que el fujimorismo, como tal, sigue siendo una fuerza autoritaria y populista que no ha terminado de pagar el precio que hay que pagar por lo que le hizo al Perú en los años 90. Tiene todavía en sus filas a muchísima gente que, de llegar al poder, y lo estamos viendo por la manera como se conducen en la segunda vuelta, empezarían, evidentemente, a actuar con miras a perpetuarse en el poder. No con un nuevo 5 de abril -hoy no es necesario hacer eso-, pero sí perpetuarse, probablemente, estableciendo un sistema de clientela política, a través de tácticas populistas que le permitan ganar las elecciones dentro de cinco años. Yo sí veo ese riesgo, sobre todo con un Congreso tan aplastantemente fujimorista como el que tendría a su servicio.
PROYECTO POLÍTICO
Para redondear la idea, ¿cuál considera que es el proyecto fujimorista?
Lo primero es la reivindicación de Alberto Fujimori como figura. Ellos mismos, cuando lanzaron el proyecto, lo expresaron así. Básicamente, el objetivo era sacarlo de la cárcel. Luego, evolucionó cuando se dieron cuenta de que tenían la posibilidad de volver al poder y creo que, en ese ejercicio, la propia Keiko Fujimori tuvo mucho que ver.
¿A qué se refiere?
El hecho de reconocer errores importantes -y creo que se ha atrevido a hablar de delitos, incluso- indica hasta qué punto ellos mismos son conscientes de que tienen la posibilidad de volver al poder y de que no lo lograrán si no reducen un poco el antifujimorismo, pero eso no quita que el fujimorismo, como fuerza, siga reivindicando la dictadura y que tiene como objetivos y como prácticas un tipo de populismo autoritario que, yo creo, es la negación de lo que necesita el Perú para acabar de desarrollarse. De modo que, por eso, creo muy importante que los votantes peruanos hoy día no le entreguen el Poder Ejecutivo a una fuerza que tendrá el control del Legislativo.
PELEA DE HERMANOS
Kenji Fujimori ha dicho que si Keiko no gana, él podría postular en las siguientes elecciones. ¿Considera que tiene el talento político para ello?
Creo que Kenji se ha vuelto uno de los peores enemigos de la candidatura de su hermana. A Kenji habría que ponerle luces y taquígrafos toda la campaña para asegurarnos de que todas sus ‘meteduras de pata’ sean magnificadas por los medios de comunicación. Ese es el gran problema del fujimorismo: Keiko puede hacer denodados esfuerzos para convencernos de que es otra cosa, pero ahí están la señora Chacón diciendo tonterías, el hermano diciendo tonterías, el señor Becerril diciendo tonterías, el fujimorismo siendo fujimorismo. Si actúan así en una segunda vuelta en la que están muy cerca de llegar al poder, ¡¿qué no harán cuando estén en el poder, cuando ya no tengan que aspirar a ningún otro objetivo?!
Entonces, ¿nada ha cambiado?
Podrá Keiko controlar a toda esta gente, podrá poner en cintura todos estos impulsos y arrebatos de gente soberbia, arrogante y autoritaria por naturaleza. Para que Keiko me convenza a mí de que ella es distinta, no tiene que demostrarme que ella es distinta: tiene que probarme que el fujimorismo es distinto y eso es un imposible, porque el fujimorismo es, por naturaleza, el populismo autoritario peruano.
Keiko Fujimori ha dicho que para que Mario Vargas Llosa, su padre, opine sobre el país, debe mudarse y vivir en el Perú.
Le doy un consejo de amigo a Keiko: hay una regla de oro en política: nunca competir con quien no está en la cédula de sufragio. Nosotros cometimos ese error en los años 90. Mi padre fue candidato y uno de nuestros errores fue competir con Alan García, que era presidente. Distrajimos municiones. Mi consejo es el siguiente: olvídate de Mario, porque si sigues por ese camino, vas a caer derrotada. Esto lo digo, desde luego, con un poco de cinismo, porque yo quiero que pierda.
Su voto, entonces, irá para Kuczynski
Mi voto va para Kuczynski. Quiero ser justo con los otros candidatos. La candidata más interesante es, para mí, Verónika Mendoza. Ya quisiera, como liberal, tener una candidata como ella, pero en lo liberal, no con sus ideas equivocadas en muchas cosas. La candidatura de Alfredo Barnechea fue muy interesante, pero cometió un gran error: disputarle votos de izquierda a Verónika. No, debió disputarle votos de centroizquierda y centroderecha a Pedro Pablo Kuczynski.
Verónika Mendoza es “dinamita pura”
El escritor Álvaro Vargas Llosa consideró que el origen mixto de la excandidata presidencial del Frente Amplio, Verónika Mendoza, al ser cusqueña y quechuahablante con ascendencia francesa, es “políticamente, dinamita pura”.
“Es una persona joven. Tiene facilidad de trato con la población y magia para hacerlo; algunos le llaman a eso carisma. Además, es una persona atractiva físicamente. Tiene todos los atributos para ser una extraordinaria candidata. El problema que tiene es que todavía está atrapada en una vieja idea de la izquierda. Creo que no ha llegado a entender el rol clave de la empresa privada en la generación de izquierda”, puntualizó.
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