Nunca olvidar
Por: Julio Arbizu
Creo en la solidaridad, la justicia social, la pluralidad, comovaloresvivos. Creo que esos valores están anclados al concepto de ciudadanía. Por eso, solo en la medida que todos nos sintamos ciudadanos con igualdad de derechos ante la ley, esos valores cobran sentido. Por eso cuando hablo de lucha contra la corrupción me empeño en sostener que cada conducta antiética o corrupta en la administración pública vulnera derechos fundamentales y obliga al Estado a abdicar de su obligación de proveerlos y asegurarlos. Creotambiénque esos valores están sentados sobre la base de la empatía. Mirar al otro como uno mismo, escribíaRicoeur. Creoque dejar que todo eso suceda al azar o al albedrío del mercado es una enorme irresponsabilidad. También creo que el discurso de la necesidad de la inversión privada a costa de todo se ha convertido en un peligroso lugar común que ha empezado a invisibilizar una cantidad de conquistas ciudadanas y también de necesarias herramientas contra la corrupción, como por ejemplo el control de las contrataciones estatales. Creo que el extractivismo como panacea de desarrollo es otro discurso vacío que impide la diversificación de nuestra economía para dejar de depender del precio cíclico de las materias primas.
Por eso es que el escenario electoral me parece sombrío. Los dos candidatos que disputarán la segunda vuelta representan precisamente todo lo contrario. Son los principales portavoces de un empresariado irresponsable que, entre otras cosas, por ejemplo, ha impedido la promulgación de una efectiva ley de responsabilidad penal de la persona jurídica.
Sin embargo, y es porque esto ya ha pasado, mucho más nocivo es un modelo que a todo eso le sume el autoritarismo, el crimen de Estado y la corrupción sistémica. El retorno de ese escenario es mucho más que una derrota, es la afirmación de que es posible que un país devastado y diezmado por el terror de Estado y su captura, que se había liberado de esos yugos, vuelva a elegir al proyecto político que les dio cabida, y que tiene como su candidata a quien no ha deslindado de ellos. Jamás votaría por el fujimorismo por esa razón y por eso mi oposición es enérgica e implacable.
Por esa razón votaré por PPK en esta segunda vuelta. Con reparos y con preocupación, pero nunca con resignación. Votaré pero, eso sí, desde el día siguiente me mantendré alerta para fiscalizar lo que haya que fiscalizar. Para denunciar y luchar desde las calles si es necesario.
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