Varias preguntas

Extraños giros y movimientos en el caso Belaunde Lossio

Al revelarse la huida del prófugo más importante del país, Martin Belaunde Lossio (MBL), se han conocido extraños giros y movimientos que las autoridades deben aclarar. Sucede, sin embargo, que cada nueva información añade más preguntas a un caso convertido ya en un escándalo que ha superado nuestras fronteras.

El primer grupo de preguntas se refiere a las expresiones del suspendido fiscal de la Nación, Carlos Ramos Heredia,  quien reveló públicamente la presencia de MBL en Bolivia solo unas horas después de que el Consejo Nacional de la Magistratura (CNM) lo sancionara por tener cuatro procesos de investigación abiertos, todos con evidencias de falta a sus funciones. Ramos ha dejado caer la acusación de que lo suspendieron cuando estaba tomando decisiones sobre la captura de MBL. Cabe preguntarse: ¿Cuándo se enteró de la presencia de MBL en Bolivia? ¿Cuál fue la fuente de su información y si esta fue nacional o internacional? ¿Durante las horas o días que estuvo en poder de esta información, qué medidas adoptó, a qué autoridades informó, con quiénes coordinó, y si dio aviso a la fiscal encargada del caso, a la que le correspondía conocerla de primera intención por ser titular de la investigación? Quien fue durante varios meses el jefe de una institución a cargo de la defensa de la legalidad no debe dejar la impresión de que actuó como “campana” de MBL y que pretendió usar esta información crucial para otros fines que no son procesales.

El gobierno, especialmente el ministro del Interior, Daniel Urresti, también debe aclarar varias interrogantes que han puesto en una zona gris la actuación de la Policía en la fuga, sobre todo si su primera respuesta a las revelaciones de Ramos Heredia fue que tenían previsto capturar a MBL como “una noticia para Año Nuevo”. Por lo señalado, ¿sabía la PNP antes de las revelaciones de Ramos Heredia que Belaunde Lossio se encontraba en Bolivia? ¿Cuáles fueron las relaciones con la Interpol de Bolivia antes y luego de saberse de la presencia allí de MBL? ¿De dónde provino la versión que sustentó sobre que no se podía detener al prófugo en ese país a pesar de una orden de captura internacional? ¿Por qué la orden de captura no figuraba en la página web de la Interpol?

Finalmente, el gobierno boliviano también debe un grupo de explicaciones, sobre todo aquellas referidas al ingreso del prófugo a su país. La República ha señalado que MBL habría ingresado a Bolivia a fines de mayo o los primeros días de junio del 2014, y hace falta saber si la policía boliviana lo tenía localizado. Del mismo modo, es sumamente extraño que un país amigo con el que las relaciones se encuentran en el más alto nivel no haya informado por los conductos oficiales a la cancillería peruana o a la PNP que el 15 de diciembre Belaunde Lossio solicitó a la Comisión Nacional del Refugiado (Conare) ser admitido como refugiado. ¿Por qué el gobierno boliviano guardó una información sensible tantos días?

Las autoridades tienen entre sus deberes generales la eficacia y la transparencia, y en este espinoso asunto la obligación de despejar toda duda. Por lo demás, es preciso recordar que este caso se refiere a un prófugo de la justicia imputado por varios delitos que ha traslucido la amenaza de que “desde el 5 de enero se conocerá su verdad”.