El plagio en campaña
Por: Miguel Ángel Torres
Un fantasma recorre la pluma de políticos y asesores de campaña los últimos meses. Nos referimos a esta lamentable costumbre de algunos por copiar lo que otros ya dijeron o publicaron como suyo, esperando que nadie se dé cuenta de un acto que resulta en delito.
Lo más lamentable es que estos aspirantes a gobernar minimizan este delito, como si fuera una simple falta de gente avivada o traviesa. Sea un plagio de campaña, un de plan de gobierno o de tesis para acceder a un título, lo que debe quedar en claro es que ello representa un golpe mortal a los peruanos que buscamos un Perú distinto, aquellos peruanos que, con mucho esfuerzo y trabajo, utilizan su creatividad, su capacidad para innovar y su vocación para emprender a diario y, en muchas ocasiones, simplemente para sobrevivir.
Resulta insultante y de muy mal gusto, por ello, que alguien que pretende sentarse en el Sillón de Pizarro no asuma la culpa real que significa obtener un ‘título bamba’. Un plagio es una mentira. Si los peruanos avalamos esta práctica, no podremos quejarnos luego ni de quienes nos gobiernan ni del incumplimiento de propuestas de campaña que jamás fueron suyos.
Un plagio es un insulto a la inteligencia de los demás. Transmite un mensaje de burla hacia los otros peruanos.Un plagio es el peor ejemplo que podemos darle a nuestros hijos, quienes deben aprender que las metas se logran con sacrificio y entrega, con ideas propias, y no con un simple ‘copy paste’.
Necesitamos que en estas elecciones los peruanos den una clara lección de ética a todos los candidatos. Demostremos que no nos pueden mentir y que no pueden insultarnos sin tener vergüenza y sangre en la cara. Que no podemos elegir a candidatos nefastos que jamás serán un buen ejemplo para nuestros hijos.
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