viernes, 15 de abril de 2016

Carlos Tapia: Verónika: Fuerza, confianza y alegría

1).- Obligado a guardar cama por un problema de salud durante varias semanas, tuve la oportunidad de ver la mayoría de noticieros y programas políticos así como leer todos los periódicos. Me llamó la atención que, a diferencia de otras elecciones, los términos ‘derecha’ e ‘izquierda’, o sus plurales, fueron insistentemente utilizados para poder analizar el proceso y explicar los resultados de las elecciones del 10 de abril.
La tradicional afirmación de los derechistas de que esos términos ya eran cosa del pasado –a diferencia de Juan José Garrido– y que no venían al caso ni servían para nada tuvo que ser puesta de lado ante el nacimiento de una nueva izquierda, impensable hasta hace poco y asentada en el aluvional liderazgo de la popular ‘Vero’, acompañada de la flor del Frente Amplio (FA).
En otras palabras, sin el fenómeno de Verónica, pocos analistas defensores del modelo se hubieran atrevido a señalar que este estaba garantizado, porque las dos candidaturas que pasaron a la segunda vuelta eran la muestra del triunfo de la derecha, coincidiendo con lo que siempre sostuvo la izquierda.
2).- ¿Y el ‘centro’ político? Debilitado, por la salida de César Acuña y Julio Guzmán que confusamente intentaban cubrirlo, ahora, circunscrito a Alfredo Barnechea y Acción Popular, se muestra jaloneado por quienes prefieren un acercamiento a la bancada del Frente Amplio y los que quieren votar por Peruanos por el Kambio el 5 de junio.
De otro lado, Keiko Fujimori definió a su partido de ‘centro amplio’, cuando incorporaron a Vladimiro Huaroc, y Mercedes Aráoz se esfuerza en reivindicar su centrismo con el ánimo de ocultar la tremenda apología de PPK al fujimorismo de Alberto en el mitin de cierre de la campaña de Keiko, en el año 2011.
3).- ¿Y la segunda vuelta? Muchos sospechan que el verdadero interés de Pedro Pablo Kuczynski es embobar a la izquierda para acomodarse mejor con Keiko.

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