La opinión pública se pregunta ¿qué se impondrá en las próximas elecciones presidenciales del 2016: El carácter calculador de Keiko Fujimori, el carisma de Pedro Pablo Kuczynski (PPK) o la locuacidad de Alan García? Carmen Gonzales y Alberto Péndola, reconocidos psicoanalistas políticos, pusieron en su diván a cada uno de estos aspirantes a ser presidentes del próximo gobierno.
El estudio muestra la otra cara de los políticos que pugnan por el primer lugar en las encuestas generales. Analiza de ellos cada maña, cada sonrisa y cada actitud que demuestra su verdadero perfil psicológico. Ese que usted, a cuatro meses antes de las elecciones, aún no conoce.
Gonzales sostiene que Keiko Fujimori es una persona racional y calculadora, pero no tiene la inteligencia que se necesita para gobernar un país como el nuestro. Sin embargo, para Alberto Péndola, la lideresa de Fuerza Popular es una persona con muchas ambiciones, que con habilidad trata de sobrellevar un partido que heredó de su padre.
Para la psicoanalista, PPK tiene el carácter para manejar las riendas de este país, ya que creció en un hogar de padres altruistas de convicción al servicio por los más pobres, pero para Péndola Febre es solo un tecnócrata que no tiene el carisma para ser político.
Sobre Alan García, ambos expertos coincidieron que es un líder inteligente y ególatra, pero para Carmen Gonzales esa egolatría hace que quiera ser presidente para que de nuevo todo el Perú lo alabe como a una divinidad, mientras que el psicoanalista afirma que no es nada malo que una persona sea ególatra, porque es parte del ser humano.
A continuación, los psicoanalistas políticos debaten sus posturas sobre el perfil psicológico de los tres líderes políticos cuyo nombre es, por ahora, el más sonado para ganar las próximas elecciones presidenciales del 2016.
KEIKO: FRÍA Y CALCULADORA COMO SU PADRE
Cuando Keiko Fujimori habla de lo que hará, nombra a determinados pueblos para sepan que está pensando en ellos. Y eso es solo una estrategia. Yo no la veo con una inteligencia emocional, yo la veo calculadora y fría, como su padre, afirma Carmen Gonzales, reconocida psicoterapeuta peruana.
Aunque trate de negar su origen oriental, la lideresa de Fuerza Popular lleva consigo esa fría racionalidad nipona que la diferencia de sus principales enemigos políticos. Al mismo estilo del emperador Hirohito, una de las principales mentes militares de Japón en la época de la Segunda Guerra Mundial, Keiko aplica sus mejores estrategias para atacar frontalmente al Gobierno de turno y reposa entre los brazos de la figura de su padre para asegurar votos y militantes fujimoristas.
Gonzales detalla, en su análisis, que la hija mayor del clan Fujimori Higuchi utiliza su inteligencia con el fin de ganar las próximas elecciones presidenciales y reivindicar el nombre de su padre. Tiene el complejo de “Electra”, eso quiere decir que magnifica las actitudes de Alberto Fujimori por más crueles que éstas hayan sido, solo porque no sabe ver sus errores, recalcó.
Con esta afirmación, nos pone ante la imagen de una niña que aún no madura, que no siente el dolor de un pueblo como el nuestro en donde constantemente mueren personas por no tener ni un pan para llevarse a la boca, que solo quiere gobernar y es capaz de agotar cualquier tipo de esfuerzos hasta conseguirlo.
ALAN: EL NARCISISTA DE EGO COLOSAL
Carmen Gonzales cuando pone en su diván al actual líder del Partido Aprista Peruano, dice que Alan es una persona que se ama a sí mismo, además necesita que los demás lo amen para sentirse importante.
Todo lo que Alan hace es para beneficio propio y eso lo hace voluble a la corrupción. Es como un niño que creció sin afecto y, al igual que su principal opositora fujimorista, aún no quemó etapas.
Tampoco se conmueve con el dolor de millones de peruanos que frecuentemente mueren de frío, solo se deja corromper por ese ego narcisista que pareciera que se le escapa del cuerpo de forma adiposa.
Es la típica muestra del “como si”, porque habla como si sintiera o como si le interesara el país, explica Gonzales.
Utiliza un histrionismo natural y convenido, una sonrisa fingida y una locuacidad que se adapta más rápido que una cucaracha ante cualquier ambiente que se presente, en este caso, cualquier panorama político.
Nadie puede negar la capacidad verbal del ex mandatario. La misma Carmen Gonzales explica que es una persona inteligente, pero, recalca, que Alan García aprendió a usar su inteligencia solo para favorecerse o favorecer a toda esa “batería” aprista que lleva como herencia histórica de su partido.
PPK: FRIO Y CALCULADOR COMO TODO EMPRESARIO
Pedro Pablo Kuczynski parece ser el más limpio de todos los que se encuentran en el cuadrilátero político. Su carácter carismático y su buen humor son, para sus seguidores, su principal estrategia de seducción electoral, pero ¿será también su talón de Aquiles ante sus oponentes?
La psicoanalista Carmen Gonzales explica que PPK es, como todo empresario, serio, frio y calculador para los negocios.
Quizá con esa misma seriedad mantuvo su puesto de jefe de Planificación y Política en el Banco Mundial y luego como primer ministro durante el mandato de Alejandro Toledo, su hoy rival político.
Yo creo que es una persona muy segura de sí misma, con la capacidad de reír, es bromista, pero no lo veo con una ideología social, porque siempre lo vi con una ideología liberal para acumular dinero, explica Gonzales.
LA INTELIGENTE Y AMBICIOSA KEIKO FUJIMORI
Según Alberto Péndola, Keiko Fujimori trata de distanciarse del padre de una manera cariñosa, porque en su carrera política la respalda el 32 por ciento de intención de voto. Es una mujer ambiciosa e inteligente, agregó Alberto Péndola.
Su “complejo de Electra” no es más que una manera de llamar al vínculo afectivo y político muy marcado que tiene con Alberto Fujimori. No podría ser considerada como una enfermedad psicológica, pero es un factor importante en su formación personal.
En el ámbito emocional, la lideresa del fujimorismo muestra al público una imagen de seguridad y prudencia, carácter que, según afirma el especialista, le permitió sacar del escenario político a su esposo Mark Vito Villanela, además de tomar otro tipo de decisiones políticas y personales.
ALAN NO SABE OTRA COSA MÁS QUE SER POLÍTICO
Alan García es político desde su concepción, pero otra cosa no sabe hacer. Su oratoria se acopla al sentir popular de los pueblos, pero es muy difícil que sienta lo que ellos sufren; es solo una dramatización la que él hace en sus discursos para ganar adeptos, dejó entrever Péndola Febre.
En cada una de sus apariciones, Alan García hace muestra de su ego colosal y narcisista que lo caracteriza; sin embargo, para el psicoanalista político eso no tiene nada de malo ya que todas las personas desarrollan esa característica en su formación, solo que algunos más que otros como es su caso.
Además, el ex presidente tiene depresión que a simple vista parece estar controlada, pero que es el punto de quiebre de su personalidad egocéntrica arraigada en él como un cascarón que lo defiende de las críticas de sus principales adversarios
PEDRO PABLO KUCZYNSKI ES UN TECNÓCRATA SIN EXPERIENCIA DE POLÍTICO
La debilidad de Pedro Pablo Kuczynski es ser un tecnócrata sin experiencia de político. Él puede tener muchas propuestas y alternativas para solucionar algunos problemas de nuestro país; sin embargo, no sabe cómo decirlo porque carece de oratoria y empatía, sostiene el psicoanalista político.
Una cosa es con guitarra y otra con cajón. El ex ministro de Economía puede ser muy hábil para los negocios, serio y calculador como debe ser todo empresario, pero aún no desarrolla esa oratoria populista que les gusta a muchos peruanos.
Esa carencia le juega una mala pasada en las encuestas, ya que en los últimos tres meses, PPK bajó diez puntos porcentuales según el sondeo de GFK en las zonas urbanas y rurales de todo el país.
En el plano emocional no creo que se deprima fácilmente. Sabe sobrellevar sus sentimientos con neutralidad y es muy inteligente a la hora de responder a sus principales opositores políticos.
ANALIZANDO A LOS ELECTORES
Una encuesta realizada en la estación de la línea uno del Metro de Lima reveló que uno de cada cinco electores está dispuesto a vender su voto a cualquier candidato, mientras que tres de ellos no tiene el mínimo interés por participar de la vida política de nuestro país.
Ese desinterés de la población de jóvenes entrevistados radica en el sentimiento de decepción que tienen hacia el gobierno actual. Los cinco años de mandato de Ollanta Humala no ayudaron a fortalecer el interés de la juventud con la política.
Además, como parte de su formación electoral, muchos ciudadanos adoptan la corrupción como un estilo de vida, ya que para gran parte de ellos la prioridad de los próximos comicios electorales radica en lo económico, o sea, el valor de su voto vendido al mejor postor, sin importar de dónde haya llegado el dinero ni qué intenciones tenga.
El estudio revela, además, que gran parte de los peruanos recién toma interés por la democracia a casi un mes antes de las elecciones generales. Esa información se puede corroborar al ver la última encuesta de IMA que detalla que, a cinco meses de las elecciones, aún hay un 27% de personas que todavía no decide su voto.
Sin embargo, el electorado hace mea culpa de haber elegido a los presidentes que llegaron al poder producto de mentiras y falsas promesas que durante cinco años no cumplieron. Muchos de ellos echan la culpa a su falta de información durante la campaña y a sus pocos deseos de saber qué tipo de persona tomará las riendas de una sociedad como la nuestra.
Quieren incluso que el presidente del bicentenario sea una persona de mucho carácter, con la valentía necesaria como para hacerle frente a los problemas que genera la delincuencia, el narcotráfico y la corrupción, pero según el sondeo de IMA, el 99% de los encuestados no cree que ese mesías de la policía haya llegado.
En momentos de crisis en la seguridad ciudadana como la que sucede actualmente en Lima y en otra parte del país, los electores se sienten solos políticamente. Gracias al concepto de la “memoria de la salvación”, algunas personas consideran a Keiko Fujimori como la que terminará con la delincuencia.
En cuanto a Pedro Pablo Kuczynski, su alternativa de cambio aceptada por los encuestados es solo la lucha frontal que pretende hacer contra la corrupción, uno de los problemas más representativos de nuestro país que nos quita muchos años de superación a diferencia de otros países de la región.
Por último, de Alan García la población solo confía en que el expresidente solo puede ganarle la batalla a los problemas económicos tal y como lo hizo durante su segundo mandato y en el que redujo la pobreza, según las cifras que maneja el INEI.
EL APOCALIPSIS QUE YA SUPERAMOS
AUTORITARIOS. Presidentes del pasado y el presente lo son en cierta medida. ¿Seguimos en esa línea? En las próximas elecciones se sabrá si todavía simpatizamos con ese perfil de mandatarios o si el electorado se decide al cambio y opta por un nuevo gobernante.
A lo largo de la historia por el sillón presidencial pasaron diferentes tipos de presidentes. Una suerte de dictadores, como fue el calculador Alberto Fujimori, el falaz Alejandro Toledo y, hoy en la presidencia, el dominante Ollanta Humala. Así lo señalan los perfiles psicológicos de reconocidos intelectuales, eruditos en el psicoanálisis y la política.
El dictador calculador: Alberto Fujimori
Alberto Fujimori es la extensión del descontento de la ciudadanía popular con el sistema de partidos que habían gobernado en los ochenta, que llevaron al país a una situación de inviabilidad, afirma Carlo Magno Salcedo, analista político.
La sociedad que apostó por Fujimori afianzó sus expectativas en él. Siendo así, el caos social que se vivía se vería reemplazo por la esperada democracia.
Además, logró convencer un gran sector del país que creció creyendo que los salvadores eran parte de la historia oficial del Perú, pero después el salvador se borró y solo quedó el personaje mitómano que se ganó la confianza y credibilidad de todo un país”, sostiene la sicóloga Teresa Ciudad.
El dictador falaz: Alejandro Toledo
Problemas de personalidad con rasgos psicopáticos manifestados a través de sus reiteradas mentiras, pero que no lo salva de recibir una sanción porque puede identificar entre el bien y mal, explicó Hugo Lozada Rocca, jefe de la Unidad de Salud Mental del Instituto Nacional de Enfermedades Neoplásicas (INEN).
Un reciente perfil lo señala como farsante, con rasgos de demencia que no lo libran de ser juzgado en los casos de corrupción que lo incriminan, como el caso “Ecoteva”, porque el exmandatario supo muy bien lo que hizo, pero no fue consciente de los que sus actos implicaban, eso es una actitud empleada por muchas personas; sin embargo, se limita a autoridades y funcionarios públicos.
El dilema empieza desde el problema de su hija Zaraí. Todo ello acrecienta la sospecha de este problema de personalidad, que se incrementa junto a otras características y no es solamente la mentira, sino el engaño, el cometer los delitos, sostiene Lozada Rocca.
El dictador dominante: Ollanta Humala
Escondía una fuerte radicalidad para mantener a sus simpatizantes. En los discursos de las campañas a la presidencia se dejó ver cómo el líder autoritario, que refundaría la democracia, afirma Carlo Magno Salcedo.
La radicalidad de Ollanta Humala mantuvo la confianza en sus electores, en aquel líder autoritario que afirmaba que en sus promesas estaba la transformación por el bien del país.
Para Salcedo, Ollanta después se afirmó como: “El autoritario que se impuso ante la población y se hizo más presente desde que dejó la gran transformación y afirmó una política macroeconómica, traicionando la promesa que hizo con el pueblo, dominando al país bajo sus intereses.
En conclusión, se identificó con el autoritarismo, una de las características que critica del fujimorismo, pero que adoptó como única medida de defensa ante la ola de críticas que se levantó en esto últimos cuatro años de su gobierno.
ENTREVISTA A AQUILES PÉREZ RÍOS: “NO TENEMOS BUENOS CANDIDATOS”
– ¿Cuánto favorece o desfavorece a Keiko Fujimori ser fría y calculadora?
– En política no ayuda mucho, porque el político calculador y frío no llega al ciudadano, y si hablamos de Keiko que tiene esa personalidad, yo no le veo cualidades de lideresa política.
– ¿Usted considera que existe una relación edípica de ella con su padre?
– No. Es un amor común de hija a padre. Ella está asumiendo un liderazgo del partido que él fundó. Lo que tenía Alberto Fujimori ahora lo tiene ella.
– Alan García es un hombre de ego colosal, ¿cuánto lo ayuda o le dificulta esa imagen?
– Yo creo que nada, es algo que está en él.
– ¿Y por qué está tan abajo en la intención de voto?
– Por las cosas que todos sabemos que han enturbiado su imagen.
– ¿Pedro Pablo Kuczynski?
– A él si lo veo frío y calculador. PPK no es político.
– ¿Lo perjudican o no estas características en su imagen?
– Que se vea como un hombre no empático, la fortaleza que tiene es la imagen de “gringo bonachón”, que genera adhesión en los jóvenes. Es un tecnócrata de primera.
– ¿Es el carácter, el factor más importante para que el electorado fije su posición de voto?
– Claro, es muy importante, es lo que le faltan a los demás.
– ¿Qué tipo de perfil busca en un candidato, el electorado peruano?
– Un candidato algo autoritario, todavía tenemos un apego a eso.
– ¿Eso es bueno?
– Diría que no, pero todavía nuestra república es joven, en estos 200 años han sido dictaduras.
– Finalmente, ¿qué le recomienda usted al electorado peruano?
– El electorado está condenado a elegir a candidatos que muchas veces no son de su agrado, porque no tenemos buenos candidatos. La elección, al final, se hace con base a la frase “el mal menor” o “roba pero hace obras”, eso es fatal e indigno pero pasa.
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