Hace pocos días, en un programa de Canal N en que se dialogaba sobre el programa social de Pedro Pablo Kuczynski, escuché a Jaime de Althaus hablar contra “la oligarquía sindical”. Lo hacía por centésima vez, con la carga de odio que distingue al sector más reaccionario de su clase, la oligarquía del dinero y del poder.
De Althaus quiere una nueva legislación laboral que facilite los despidos.
No se arrepiente de haber viajado, años atrás, a España para presenciar jubiloso la reforma antilaboral, implantada en ese país. Ese programa, que ha facilitado el despido de millones de trabajadores, ha acarreado la quiebra económica de España. La cruel realidad es que resultó desmentido el refrán de De Althaus según el cual hay que despedir “oligarcas” para crear más puestos de trabajo. Cuento del tío, del Tío Sam.
El asunto es que la práctica de los despidos es una estrategia mundial que el capitalismo tardío implanta para consolidar el imperio de los consorcios industriales y de la gran banca planetaria, y para descargar en obreros, empleados y técnicos el peso de la crisis duradera.
Prueba de ello son los proyectos de reforma laboral en Francia y el anuncio de que el presidente pro-empresarial y fascista Mauricio Macri está decidido a vetar una ley contra los despidos que los congresistas de su país debaten y que tiene apoyo de diversas bancadas.
El oficialista diario bonaerense La Nación publicó el viernes 22 de abril un análisis sobre la coyuntura argentina titulado: “El reloj de la economía aún no ayuda a Macri”. Ahí se da cuenta de “el avance inusualmente veloz, en sendas comisiones legislativas de las cámaras de Diputados y Senadores, de un proyecto de ley antidespidos, que cayó como un baldazo de agua fría en sectores empresariales y en el propio macrismo”.
El analista prevé que Argentina podría llegar, al final de este mes, “con una inflación récord, tal vez superior al 6 por ciento”.
En Francia, la arremetida antilaboral ha hecho surgir un movimiento de resistencia: Nuit debout (Noche, ponte de pie). Ha alcanzado una dimensión enorme. La conservadora revista Paris Match le consagra un extenso reportaje que recoge un dato sorprendente. Nacido el 14 de abril último de una manifestación protestataria, Nuit debout se ha apoyado en Internet y las redes sociales, y tiene ahora organizaciones de base en 1963 ciudades de Francia. Su columna vertebral son los sindicatos y otras organizaciones profesionales.
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