sábado, 17 de marzo de 2018

PPK, ¡cuídate de los idus de marzo!

No obstante el pronóstico siempre incierto, la segunda moción de vacancia ha generado pánico al interior del Gobierno. Las reacciones desesperadas de Mercedes Aráoz, Juan Sheput y Gilbert Violeta dejan claramente en evidencia que hoy en el Ejecutivo no cuentan con los votos para salvarse.

Los idus de marzo (15 de martius) según el calendario romano eran famosos por ser días de buenos augurios; sin embargo, Julio César fue asesinado en esa misma fecha en el año 44 a.c.
Según relata el escritor griego Plutarco, el emperador fue advertido de este nefasto acontecimiento pero con incredulidad desechó el aviso. Lo paradójico es que ese mismo día, cuando iba camino al Senado, Julio César se cruzó con el vidente y riendo le dijo: “Los idus de marzo ya han llegado”. A ello el zahorí contestó compasivamente: “Sí, pero aún no han acabado”.
Ayer, en idus de marzo, el Congreso aprobó la moción de vacancia de la presidencia de la república por 87 votos a favor, 15 tibias y cobardes abstenciones, y 15 sufragios en contra. Por lo que al día de hoy el pronóstico del jueves 22 es incierto.
Los Avengers se reforzarán para seguir defendiendo al “villano” y los dioses serán nuevamente derrotados. PPK es un hombre con suerte: fuerzas imprevisibles, invisibles a los ojos del ciudadano de a pie, nuevamente se alinearán a su favor como ocurrió el 21 de diciembre pasado. El indulto fue solo el comienzo de un camino lleno de prebendas y favores, sobre el que no hay ningún recato ni pudor. Un Lucio Ávila cualquiera te deja al descubierto o una visita casual a ciertos ministerios e instituciones públicas.
¿Cuál podría ser la reflexión de un congresista anónimo de FP, de aquel que no pertenece a la argolla, que jamás será vocero y que sabe que su lealtad no será valorada y recompensada? “Quedan poco más de tres años de gobierno, paso absolutamente desapercibido; difícil que tenga otra oportunidad de ser candidato y más complicado que sea reelegido porque no me ha sido posible dejar ningún legado para el país (y para mi billetera). Los Proyectos de Inversión Pública para mi región son los últimos en prioridad, cada vez me cuesta más dar explicaciones en la semana de representación. Además, siento que Fuerza Popular ha caído en una suerte de desgracia; la gente no nos quiere, existe la falsa percepción de que somos obstruccionistas y culpables del estado de suspensión en el que se encuentra el país”.
Y aunque todo esto no sea cierto, es muy difícil cambiar las percepciones negativas: son las de mayor arraigo en los electores y las que más aprovechan y capitalizan los enemigos.
“¿Qué me queda?”, se preguntará este padre de la patria. “La mejor alternativa es subastar mi voto, fortalecer el equipo de los Avengers y usufructuar de un nuevo posicionamiento al lado de Kenji Fujimori, cuyos bonos y cercanía al Gobierno seguro se multiplicarán si salva al presidente por segunda vez. Fuerza Popular quedará muy debilitada y Pedro Pablo Kuczynski tomará nuevos aires y, reiteradamente empoderado se dará el lujo de seguir dilatando las investigaciones o dando candorosas explicaciones que parecen darle resultado. ¡Tengo que jugar a ganador!”
Esta misma reflexión, sin la necesidad de buscar protagonismo porque ya lo tienen, podrían hacerla los parlamentarios del Apra, APP o Acción Popular, para ostentar un rol más beatífico y lúcido con este Gobierno. En política hay que vivir el minuto: el largo plazo es incierto y en el Perú, acorde a estos tiempos turbulentos, el día siguiente ya es nebuloso.
Y, no obstante todo lo anterior, la segunda moción de vacancia ha generado pánico al interior del Gobierno. Las reacciones desesperadas de Mercedes Aráoz, Juan Sheput y Gilbert Violeta dejan claramente en evidencia que en el Ejecutivo no cuentan con los votos para salvarse. Otros, como Patricia Donayre, presentan insólitos proyectos para generar más duda e inestabilidad (fíjense en su propuesta de convocatoria a elecciones generales en caso de que el presidente sea vacado).
El más “cool” resulta ser el propio PPK. Él, de la mano de  sus nuevos aliados, seguramente está buscando dar una lección de política (sucia, porque limpia no existe) a sus desconcertados peones. ¿Que viva el rey a pesar de que no ha muerto?

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