sábado, 26 de agosto de 2017

Profesores serán inhabilitados de por vida

Estarán fuera del magisterio. La ministra de Educación, Marilú Martens, suscribió dos convenios con el Poder Judicial que permitirán agilizar los procesos para la inhabilitación “de por vida” de los docentes condenados por delitos de terrorismo, apología, violencia de la li­bertad sexual y tráfico ilícito de drogas.
Los convenios se enmarcan en la Ley No 29944 de la Refor­ma Magisterial, que en su artí­culo No 52 busca, justamente, impedir que los profesionales de educación, condenados por los referidos delitos, ejer­zan el servicio educativo.
“Con estos acuerdos del Mi­nisterio de Educación y del Poder Judicial garantizamos a la sociedad civil contar con una educación libre de vio­lencia, en la que se proteja la integridad y seguridad de la comunidad educativa”, resaltó.
El Minedu tendrá acceso a información de conde­nas hasta con 35 años de antigüedad. Una vez de­tectados los casos, proce­derá con la destitución o inhabilitación definitiva de los docentes o personal administrativo con conde­nas. Al respecto, la titular de Educación, señaló que en el sector están convencidos de la necesidad de “separar la paja del trigo”.
Lima tomada
Por su parte, los maestros se volvieron a apostar en las principales calles de Lima, desde la avenida Abancay hasta la Plaza San Martin, ocupando el carril con senti­do de norte a sur. Agentes de la Policía Nacional cerraron el jirón Ucayali para impedir el paso de los docentes.
Aunque no hubo mayores hechos de violencia, lo que sí se repitió fue el aumento de la congestión vehicular en el Centro Histórico, como consecuencia de las movili­zaciones que obligaron a los conductores a circular por una serie de desvíos.
Fastidio en comercios cercanos
La huelga no solo causa ma­lestar entre los estudiantes y padres de familia, sino tam­bién en los locales del Centro Histórico, especialmente los ubicados en la avenida Aban­cay. “Hace dos semanas esta­mos en la misma situación. No hay venta, la gente ya no viene porque tiene miedo”, contó Luz Julián Villa, quien indicó que sus ventas dismi­nuyeron en un 50%.
Similar es la situación de Víctor Morales, que reclamó al Gobierno la aplicación de castigos severos contra los docentes. “Hace un año me­tieron a la cárcel a esa mujer que golpeó a un policía. Ya pues, lo mismo debería pa­sar aquí. A los policías les han tirado botellas, piedras, ¿por qué no los meten presos?”, increpó. En ambos casos, comentaron que tienen que cerrar sus comercios a partir de las 2 p.m.
“ESTO ES UN MERCADO”
Como en días anteriores, decenas de carretilleros ocuparon el centro de la Plaza San Martín, ofertando gran variedad de comida (lomo saltado, cebiche, pes­cado frito, etc.), libros e incluso fruta. “Está peor que La Parada, dejan todo hecho un basural”, comentó Carlos Caldas, un vendedor formal de la plaza. “Viene gente de otro país y ve toda esta suciedad. Somos seres hu­manos, comprendemos la necesidad que tienen, pero me parece que ya es un abuso”, sostuvo un vecino.

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