El porqué de la pretensión del dominio fujimorista. Lo extraño de todo esto es que, habiendo pruebas indiscutibles de la vinculación de Fuerza Popular con el narcotráfico, esta organización política se sienta con el derecho de señorear sobre la nación.
Beatriz Mejía Mori
Es desconcertante ver que el país ha asimilado como cierta la división entre dos mitades, una de las cuales apoyaría a Fuerza Popular, partido que a partir de esta falacia se siente con ínfulas de imponer sus 73 congresistas, “elegidos” de modo extraño, a fin de marcarle la pauta de gobierno al Perú.
La jefa visible de Fuerza Popular (FP), Keiko Fujimori, aún continúa exigiendo disculpas del presidente electo Pedro Pablo Kuczynski (PPK), por las ofensas que le hizo durante la campaña electoral, por las frases usadas por este y los miembros de Peruanos por el Kambio, que aludían a vinculaciones de FP con el narcotráfico. Lo curioso es que ella no ha pedido disculpas, ni mostrado interés alguno en aclarar sus propias frases verdaderamente ofensivas contra PPK y sus vicepresidentes, siendo ella la gestora de la cita de la décima de Nicomedes Santa Cruz: “Cómo has cambiado pelona”.
Décima que PPK le retornó en el segundo debate, con bastante acierto, que ella no le perdona: “Tú no has cambiado pelona, sigues siendo la misma.” Frase de profundo significado, pues nada de malo hay en cambiar, es el inevitable proceso evolutivo del hombre, pero qué terrible que pasen los años y uno siga siendo el mismo, más aún cuando ese estado de parálisis personal implique la conservación de una personalidad negativa.
Si hacemos una evaluación de daños por las ofensas recíprocas de ambos candidatos y sus partidos, tendremos que hacer una relación de frases ofensivas que se profirieron de uno y otro lado:
1.- Keiko dijo en tono de sorna que había estado en los lugares del Perú donde PPK no había llegado, aludiendo no solo su poco interés por ellos, sino la edad del candidato que le obligaba a ser un “gobernante de escritorio”. Le dijo entonces viejo y burócrata, incapaz de conocer la realidad del Perú para gobernarlo.
Lo que Keiko no dijo es que pudo llegar a esos lugares gastando millones de dólares, de origen desconocido, durante diez años, regalando alimentos y dinero en tapers de plástico a humildes campesinos y nativos de la selva, cautivando sus conciencias con 150 soles. De ahí su sonrisa burlona al decir: “Hay que esperar el voto rural”, cuando se contaban los votos de la segunda vuelta.
2.- En torno a esta falta de respeto a un hombre que fue varias veces Ministro de Estado en nuestro país, Fuerza Popular montó una inescrupulosa anticampaña, las “bolas” en las zonas populares eran sobre la salud crítica de PPK, que se moriría en cualquier momento y nos quedaríamos sin presidente, que entregaría las pocas riquezas que le quedan al Perú a los extranjeros, que privatizaría cuanto servicio público haya, todo lo cual hizo el fujimorismo en los años 90, siendo Keiko primera dama que beatificaba todos los actos de gobierno con su forzada sonrisa para las cámaras. No importaba, las “bolas” apelan a manipular la subjetividad del pueblo, a su desinformación y a su olvido.
3.- Keiko tildó de delincuente al primer vicepresidente de PPK, Martín Vizcarra, en medio de un debate presidencial, sacó supuestas pruebas de sus actos delictivos, a sabiendas que en un acto semejante no se puede contestar imputaciones tan precisas; no obstante, PPK fue enérgico en responder defendiendo la integridad moral de Vizcarra. Esta penosa actuación de Keiko que constituye delito de difamación agravada y a la vez delito contra la fe pública, pues su objeto era engañar al pueblo peruano para denigrar la candidatura oponente en un acto político en que no podía ser aclarado por quien no era la persona aludida, es sumamente grave, y no solo no ha merecido la disculpa de la actora a los agredidos, sino que, por el contrario, ella increíblemente está exigiendo disculpas.
4.- PPK le dijo a Keiko que ella no había cambiado, no sabemos por qué entonces le ha molestado esto tanto, si considera que en los 90 hicieron con su padre el mejor gobierno de la historia del Perú.
5.- PPK ha declarado durante la campaña que no deberíamos dar lugar a un gobierno vinculado con el narcotráfico y la corrupción. ¿Esto ofendió tanto a Keiko y al fujimorismo? ¿Por qué? Porque siendo cierto los evidencia o porque siendo falso los ofende?
Las razones por las cuales los miembros de Fuerza Popular se sienten ofendidos por esta declaración es por la misma razón por la cual ellos siguen creyendo en el liderazgo de Alberto Fujimori, y en su ausencia obligada, en la de su hija Keiko, tienen el entendimiento natural confundido entre lo bueno y lo malo, y ven a los que cuestionan a sus líderes como sus enemigos, llenos de odio inmotivado; no pueden entender que existan personas con buena intención, que denuncien los delitos de sus líderes, por desterrar esas conductas del Perú.
Lo extraño de todo esto, es que habiendo pruebas indiscutibles de la vinculación de Fuerza Popular con el narcotráfico y no habiendo sus líderes demostrado el más mínimo arrepentimiento por los graves actos de corrupción de la década de los 90, por los cuales nunca han pedido perdón al Perú, esta organización política se sienta con el derecho de señorear sobre la nación habiendo perdido la elección presidencial, con la aceptación indiscutida de los demás partidos y actores políticos, como si el 37 % de los votos que obtuvo Keiko Fujimori en la segunda vuelta, le dieran patente de corso para dominar la nación desde el Congreso y ponerse en plan de no querer dialogar con el Presidente.
La manera perversa en que muchas veces se maneja la información a través de los medios, ha hecho que la grave denuncia del aviador Jesús Vásquez sobre el lavado de 15 millones de dólares que hiciera la propia Keiko Fujimori a través de su incondicional Joaquín Ramírez, haya quedado reducida a la imputación de lavado de activos a Joaquín Ramírez, dejando a Keiko como librada de la denuncia, luego que lo pusiera en suspenso por licencia en FP, cuando una correcta depuración del partido hubiera tenido que implicar sacarla a ella misma y a todos los que enfrentan procesos penales o investigaciones por este delito.
Quisiéramos ver en los políticos de otras tiendas que aplauden extrañamente el desempeño político de la excandidata Fujimori, el mismo entusiasmo para promover su debida investigación por nuestro Ministerio Público, garantizando su independencia, no estaría pues ella fungiendo de víctima, ni pretendiendo soterradamente dominar el país.
El poder omnímodo que hemos dejado tener al Congreso, emerge de la falta de educación ciudadana en el control democrático del poder, nos queda por delante la tarea de educar y movilizar a nuestro pueblo para que sepa poner en su lugar las pretensiones de dominio político, en el marco de la Constitución y la ley.
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