Afirma el antropólogo Juan Ossio, su discípulo y amigo, en conferencia realizada en el Museo de Pueblo Libre.
Denis Merino
Diario UNO
El antropólogo y exministro de Cultura , Juan Ossio, afirmó que el historiador Luis E. Valcárcel se adelantó a su época al plantear una educación inclusiva para andinos y amazónicos, lo que ahora aunque en un nivel todavía bajo, se implementa en algunos pueblos de la sierra y selva.
A 125 años del nacimiento del sabio moqueguano, un 8 de febrero de 1891, Ossio expuso el tema “El Indigenismo de Luis E. Valcárcel” en el auditorio principal del Museo Nacional de Arqueología, Antropología e Historia del Perú de Pueblo Libre que se desarrolló en coordinación con el Centro Luis E. Valcárcel que dirige Fernando Brugué.
El antropólogo explicó que Valcárcel fue el creador de las escuelas rurales “y no impositivas” que pretendió aplicar en los pueblos del interior con la intención de integrar a los peruanos alejados de las grandes ciudades y preservar sus identidades cuando fue Ministro de Educación, pero que la limitación del presupuesto lo impidió y que posteriormente el proyecto fue dejado de lado, “porque parece que el mundo andino no interesaba pese a que predominaban los herederos de la cultura precolombina y hasta se llegó al extremo de negarles la consulta previa”.
LUCHÓ CONTRA LA EXPLOTACIÓN
“Valcárcel se oponía a la coerción en el ande y a la explotación de los llamados indígenas por los gamonales y propugnaba un entendimiento entre las dos culturas la prehispánica y la europea y que se respeten los derechos de los indios, no incorporándolos a la llamada civilización porque incorporar al hombre, es como incorporar una cosa, sino respetando las diferencias.”
Anotó que el autor de “Tempestad en los Andes” y muchas otras obras más decía que cadamaestro debía conocer la auténtica historia social donde le tocaba impartir clases y no enseñar con textos escolares que no correspondían a sus realidades. “Con el apoyo del Instituto Lingüístico de Verano que apoyaba las lenguas nativas, creó los Núcleos Escolares Campesinos que eran como escuelas bilingües pero que no continuaron”.
“También se refería las escuelas agropecuarias para educar a los campesinos para cambiar su situación. Incluso cuando fue ministro llegó a firmar un convenio con el Ministerio de Educación de Bolivia con el fin de efectuar coordinaciones para llevar educación a los pueblos del ande, teniendo en cuenta que nuestro Ministerio de Educación estaba al servicio del radio urbano y no rural, pero lamentablemente su proyecto se interrumpió.”
“Su proyecto, que fue felicitado en el extranjero , consistía en instalar centros o guías en una zona y de ahí capacitar a un grupo de colegios rurales así como hacer uso de omnibuses con bibliotecas y radios.”
Puntualizó que hubiera sido muy beneficioso tener escuelas en las comunidades en sus propias lenguas y con sus historias y capacitar a los maestros según sus regiones. “Por ejemplo ahora es una vergüenza que existan en los pueblos del interior profesores unidocentes que en un solo salón tienen que dictar clases a un grupo de quinto grado, a otro de cuarto, tercero, segundo y primero”.
UNIDAD EN LA DIVERSIDAD
Dijo que Valcárcel fue enfático en cuanto a la importancia de la soberanía cultural, “no quería aislamiento sino unidad en la diversidad”. Señaló luego que la diversidad permite que se desarrolle libremente la identidad de los pueblos y que la cultura occidental tiene que acercarse a la andina y respetar su idiosincrasia. “Se debe tender puentes entre las distintas culturas”..
Ossio sostuvo que Valcárcel quien era historiador, antropólogo, maestro, periodista, abogado, sociólogo, etnólogo, literato e indigenista, se nutrió de la cultura andina cuando de pequeño sus padres lo llevaron a vivir al Cusco donde se formó e interesó por el Tahuantinsuyo, a lo que contribuyó un tío anarquista.
INDIGENISTAS
Expresó que el historiador fue un indigenista en todo el sentido de la palabra porque vivió e investigo sobre lo indígena en el propio lugar de los hechos y no de lejos como otros indigenistas limeños, como también lo hizo José María Argüedas.
Por su parte, Brugue, del Centro Luis E. Valcárcel recordó que el historiador fue el iniciador de la primera huelga universitaria de Sudamérica cuando estudiaba en la Universidad Nacional San Antonio Abad, lo que desencadenaría una gran reforma universitaria que permitiría mayores estudios autóctonos en la región a lo que contribuyó el nombramiento del rector norteamericano Albert Giesecke.
Además y cuando era muy joven anotó Brugue, fundó el Instituto Histórico del Cusco con la finalidad de proteger el patrimonio cultural e impedir el contrabando de piezas arqueológicas en la región.
MACHU PICCHU
“El descubrimiento de Machu Picchu encendió su pasión por la historia antigua y la civilización Inca, siendo uno de sus más destacados investigadores, fue una de las autoridades que se encargó de supervisar la expedición de la Universidad de Yale, teniendo encuentros y desencuentros con Hiram Bingham por proteger el patrimonio de la ciudadela”.
Se graduó de Bachiller en Letras en 1912 con la tesis titulada: Kon, Pachacámac y Wiracocha. Al año siguiente se doctoró en Ciencias Políticas; en Letras en 1915; y en Derecho en 1916.
“En la Universidad dictó las cátedras de Historia del Perú y de Historia del arte. Hasta 1923 fue director del diario El Comercio del Cuzco, editorialista de los diarios El Sol, La Sierra, y El Sur y colaborador de La Prensa de Buenos Aires. Sin embargo tampoco desatiende la política y es elegido diputado por la provincia de Chumbivilcas en 1919”.
Precisa que en 1920 conforma el grupo “Resurgimiento” como núcleo de estudio y defensa del indio formando con otros intelectuales como Uriel García y Luis Felipe Aguilar de la Escuela Cusqueña” que inició la corriente indigenista. En 1930 se instaló en Lima donde fue nombrado director de los Museos de Arqueología Peruana y de la Cultura Peruana y Bolivariana. Mantuvo estrecha relación con el pensador José Carlos Mariategui. En 1945 es condecorado con la Gran Orden del Sol” precisó Brugue.
Valcárcel es el creador y fundador del Museo de la Cultura Peruana, donde dictaba sus interesantes clases según recordó Juan Ossio. En este tuvo como colaboradores a José Sabogal, Camilo Blas, Julia Codesido, Enrique Camino Brent, Teresa Carvallo, Alicia Bustamante, Jorgue Muelle y José María Arguedas, a la vez que crea el Instituto de Etnología de la Universidad de San Marcos. Fue asimismo profesor visitante en las universidades de Columbia, Cornell y Harvard y en 1982 fue propuesto para el premio Nobel de la Paz.
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