OPINIÓN | Tafur
Al paso que van las cosas, no hay nada escrito ni oleado o sacramentado: Keiko Fujimori se ha estacionado y podría descender. Julio Guzmán tiene en contra haber crecido por la novedad de su formato, pero al haber aparecido con demasiada antelación, luego de un previsible aumento podría caer. Finalmente, el tercero en liza, PPK, no da pie con bola y mantiene serísimos impasses internos que no ha sido capaz de controlar.
¿Quiénes de los que están abajo podrían aprovechar este conjunto de circunstancias potencialmente declinantes de los hoy protagónicos? Aunque suene a herejía, delusión o puro despropósito, César Acuña y Alan García son los que en mejor pie están para cosechar de ello.
Acuña tendría que reengancharse con la “fuerza de los cerros”, como llaman sus allegados a su principal apoyo electoral, y limpiar la inmensa maleza que ha dejado en el camino, siendo la denuncia de los plagios la más escandalosa de todas, aunque de impacto mediano si se respondiese correctamente a ella.
Alan García tendría que apartarse del “frente republicano” (a través de su fallida alianza con el PPC) y regresar a los fueros del “frente social”, con propuestas sociales y económicas con las que le fue bien al inicio de la contienda. No está muerto ni mucho menos y su capacidad política le podría otorgar ventajas en un escenario movedizo.
No se ve en Verónika Mendoza o en Alfredo Barnechea visos de crecer mucho más. A la primera le falta coincidencia con el sentido común derechista de la población y al segundo le falta cercanía a secas con el electorado mayoritario del país.
Por cierto, el solo hecho de que aún sea posible la resurrección electoral de Acuña o de García es la mejor demostración de la inmensa volatilidad del ciudadano peruano frente a las urnas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario